Hace un par de días, los
periódicos se hacían eco de la entrega del premio “Bernardo de Gálvez”, en
Washington (USA), al senador norteamericano de origen cubano, Bob Menéndez, por
parte del rey-emérito D. Juan Carlos. Pero, ¿quién es este personaje, Bernardo de
Gálvez, que da su nombre a un premio norteamericano?.
En la imagen se
muestran diversos momentos de la entrega del premio, de la que se puede
informar con más detalle aquí.
Ya se ha analizado en una
entrada anterior, la participación clave de España en la Guerra de la Independencia Americana
(aquí).
Aunque fueron muchos los militares y marinos españoles que intervinieron -ya
que España atacó a Inglaterra en casi todos los continentes: Norteamérica,
Centroamérica, Europa e incluso Asia, en las Filipinas- sobresale por méritos
propios la figura del entonces joven militar Bernardo de Gálvez. Este malagueño
(nacido en Macharaviaya en 1746), entonces gobernador de
Louisiana, territorio vecino de las 13 colonias inglesas, tuvo una intervención
clave en el resultado de la contienda. Sus victorias fueron de enorme
ayuda a los patriotas rebeldes, ya que en tales batallas los ingleses
perdieron, además del dominio de la zona, gran número de hombres y armamento
con lo que se evitó que pudiera enviar refuerzos a sus tropas en Yorktown,
clave en el devenir de la batalla.
Al
principio, su intervención se limitaba al envío de ayuda a los rebeldes
patriotas ya que España tenía problemas fronterizos con la vecina Portugal, en
Sudamérica, y no era aconsejable abrir un nuevo frente de guerra contra
Inglaterra, lo que hizo que Carlos III y su ministro
Floridablanca, planificaran un plan de ayuda discreto en diversos frentes.
Entre
1775-1783 España ayudó a los ciudadanos de las trece Colonias con dinero,
provisiones, armas, munición, vestuario, mantas y paños de Valencia, entrando
finalmente en la guerra contra Inglaterra. Su ayuda fue tan decisiva que
hasta lo reconoció el propio George Washington, cuando afirmó: “sin la ayuda de España no hubiera sido
posible el triunfo”.
Retratos de
Bernardo de Gálvez como Vizconde de Galvestón y Conde de Gálvez (izda), así
como General del Real Ejército y Virrey de Nueva España (dcha).
En
el continente americano toda la ayuda salió de Nueva Orleáns, en los dominios de Gálvez. En 1776 el General Henry Lee,
Gobernador de Virginia, desde Fort Pitt (Pittsburg) en Pennsylvania pide ayuda
a España enviando al Capitán George
Gibson y al Teniente William Linn, vestidos de cazadores para no levantar
sospechas entre los ingleses, con una carta para Gálvez. Éste le enviará
20.000 libras
de suministros y armamento. En 1778, el coronel Roger Clark solicita
ayuda a Gálvez desde Illinois, remitiéndole 500
libras de
armas y munición, lo que le permitió conquistar los fuertes de Kaskaskia, Cahokia
y Vincennes (hoy en Indiana),
entre otros.
Cuando
en 1779 Carlos III ordena a Bernardo de Gálvez entrar en guerra contra
Inglaterra, planificó una estrategia estudiada y admirada en círculos militares
mundiales. Atacó de forma audaz a los ingleses en el río Mississipi,
conquistando el fuerte de Bute de Manchac sin ninguna baja, después Baton Rouge
y Panmura de Natchez, que vigilaban las riberas del Mississipi, impidiendo
posibles ataques a Nueva Orleans. En estas dos últimas incursiones tuvo que
derrochar un gran ingenio, ya que estas “ciudades-fortaleza” estaban bien
situadas y muy bien armadas, lo que desaconsejaba el ataque frontal. Gálvez
preparó ataques de distracción desde bosques cercanos, permitiéndole poder
colocar su artillería en un lugar favorable que hizo que se rindieran las
plazas tras horas de combate, haciendo en pocos días más de 1000 prisioneros.
A continuación,
Gálvez ataca los fuertes del Alto Mississipi. Abandona el fuerte San Carlos
para concentrarse y fortificar el fuerte de Sant Louis en Missouri, levantando
torres con cañones para rechazar un ataque conjunto inglés y sioux. Después
Gálvez conquista el Fuerte San José (de Michigan, en la costa Este del
Mississipi), tras recorrer velozmente 800 km entre hielo y el duro invierno. Para
mantener el factor sorpresa se tuvo que desviar con sus hombres hacia Indiana e Ilinois.
Faltos de comida, con mucho frío y con un gran cansancio por haber tenido que
recorrer tantísimos kilómetros por un territorio helado, llegaron al fuerte
inglés en el Lago Michigan. En la helada madrugada atraviesan el descampado y
eliminaron a los confiados centinelas que no esperaban un ataque en pleno
invierno, menos de españoles, que en teoría se encontraban a muchísima
distancia. Se tomó el fuerte sin un solo disparo y toda la guarnición se hizo
prisionera mientras dormía, lo que supuso un duro golpe para el estado mayor inglés, que en ese fuerte almacenaba material y provisiones para las expediciones
inglesas. Esa conquista fue de gran ayuda para que Roger Clark conquistara el
valle del Ohio.
A
continuación, Gálvez ataca y conquista la fortaleza de Fort Charlotte, con lo
cual los españoles controlaban todo el
Mississipi desde Canadá al Golfo de México, de manera que la ayuda española
podía llegar fácilmente a los patriotas norteamericanos a través del río y se
impedía cualquier intento inglés por llevar ayuda o refuerzo a los suyos.
En la imagen se
puede ver una reconstrucción de la entrada de las tropas españolas en el fuerte
inglés del “Rey Jorge” en Pensacola y junto a ella, detalle de la estatua de
Bernardo de Gálvez en Louisiana (USA).
No
contento con todas estas hazañas, Bernardo de Gálvez prosigue su marcha, conquistando en
1781 la plaza de Mobila y participa en la batalla decisiva de Pensacola, donde
quedó grabada para la posteridad su heroica gesta en su bergantín “Galveztown”
(la ciudad de Galveztown recibe el nombre por ese bergantín). La batalla y la
toma de Pensacola se considera la acción militar más brillante de toda la
historia bélica de España. George Washington reconoció esta batalla llevando a
su lado, en el desfile de celebración de la independencia, a Diego
Gardoqui, primer embajador de España en Estados Unidos. En ese histórico
día, fue el “Galveztown” el único buque extranjero presente en la
bahía.
(Continúa en la siguiente entrada)
Me ha sorprendido el conocer la actuación de España en la guerra de liberación americana y sobre todo la gesta de Bernardo de Gálvez. Conocía de él algunas intervenciones que hizo por el sur de México pero no la gran gesta americana. Es una lástima que el Instituto Cervantes no acompañe a la enseñanza del español la otra admirable enseñanza de gentes como Gálvez o Lezo. Muy buen trabajo.
ResponderEliminarBuenos días, Alejandro. No podía estar más de acuerdo con sus palabras. Parece que en España aún a día de hoy los Gobiernos tengan cierta repulsa a honrar las gestas de sus militares por no ser tachados absurdamente de ideas de ultraderecha. Es un poco absurda esa postura porque la valía de cualquier país la marca su historia. Ojalá el instituto Cervantes y otras instituciones españolas inviertan más esfuerzos en divulgar las hazañas de estos ilustres personajes del Imperio. Un saludo.
ResponderEliminarNo tenía idea de la intervención hispana en la liberación de los EE.UU., ni de lo desagradecidos de esos colonos ingleses. Es lamentable que esa forma de actuar a lo largo de su historia les haya llevado a ser primera potencia mundial. Creía que su cinismo y sus malas artes comenzaron con la intervención en la Cuba española, pero ya veo que forma parte de sus genes británicos. Buen trabajo el suyo. Desde aquí le agradecemos que informe sobre gentes hispanas que abrieron puertas a la libertad y al progreso.
ResponderEliminarHola Peres, gracias por tu comentario. Lo cierto es que es de agradecer que ahora Estados Unidos esté haciendo justicia con Bernardo de Gálvez, poniendo placas en su honor, mencionándolo en distintos discursos de agradecimiento, etc. En ese sentido muestran una conducta más franca y leal que otras naciones que siguen manteniendo su cinta en los ojos o la calumnia en la boca, aún basada en una falsa verdad. Un saludo.
ResponderEliminarValeria, tengo una pregunta. Tras la guerra de los siete años entre la liga inglesa-holanda-paises bajos-.... contra España-Francia-...., que ganaron los primeros, Inglaterra invade Cuba y la conquista pese a la heróica defensa de D. Luis de Velasco. Para reconquistarla, España se la cambia a Inglaterra por La Florida. pero años después vuelve a manos españolas. ¿Fué D. Bernando de Gálvez el que hechó de La Florida a los ingleses?
ResponderEliminarGracias por su comentario, Sr. Bermúdez. Efectivamente D. Bernardo de Gálvez recuperó en 1780 la Florida que perdimos en 1763 al cederla a Inglaterra a cambio de Cuba. Saludos.
ResponderEliminarCuando Bernardo de Galvez conquistó el Fuerte de San José, la joya de los british en las colonias estadounidenses, ¿es cierto que ese fue el detonante entre la guerra de España contra Inglaterra?
ResponderEliminarGracias por su comentario, Sr. Roger, paso a responder su pregunta. La guerra entre Inglaterra y España fue anterior a la toma del fuerte San José, en el Lago Michigan. De hecho, España ya había entrado en guerra con Inglaterra en la llamada “guerra de los siete años” en la cual un combinado de países, entre los que estaban España y Francia, se había enfrentado a otro conjunto, en los que estaban Inglaterra y Holanda, con el motivo de tener el control de Silesia. Bueno, o eso se aseguraba, pues la realidad era que peleaban por la autonomía en el Caribe. De hecho España había perdido posesiones en Cuba y Filipinas, lo que en el fondo influyó para que la situación entre ambos países fuera muy tensa. En esa guerra fría España, mientras se recuperaba, ayudó secretamente a los rebeldes norteamericanos (secretamente pues el gobierno español no quería hacer nada que propiciara un nuevo enfrentamiento con Inglaterra). Durante esa época se facilitó a los rebeldes norteamericanos dinero, suministros y armamento, exactamente desde 1775 a 1783. Una vez que España se recuperó de aquella otra guerra y con el fin de recuperar las posesiones perdidas, en 1779 Bernardo de Gálvez -gobernador de los territorios fronterizos con las colonias inglesas-, recibe la orden de atacar a los ingleses, previa declaración de guerra española. Por tanto y a modo de conclusión a su cuestión, el ataque y conquista del Fuerte de San José ocurrió dos años más tarde con la guerra ya declarada. Un saludo.
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