Hoy quisiera llamar
la atención sobre una curiosa iglesia ubicada en el Camino de Santiago, que
presenta una disposición sumamente peculiar. Se trata de la Iglesia del Santo
Sepulcro, de Estella (Lizarra, Navarra) que está constituida por una única nave.
Posiblemente su origen sea visigótico dado que ya en 1123 constaba como
Cofradía del Santo Sepulcro. Fue declarada Bien de Interés Cultural el 3 de
junio de 1931 y presenta una amalgama de diversos estilos debido a las
distintas restauraciones y modificaciones sufridas desde su creación hasta
nuestros días. Sobra decir que en esta región la cantidad de edificios
románicos y góticos así como los restos celtiberos y romanos son algo frecuente. Pero
además el nombre de la localidad recuerda al de “estrella”, una luz entre los
numerosos valles montañosos que la rodean y en los que abundan leyendas de
tesoros escondidos, seres mitológicos e incluso pactos con el demonio.
Como se aprecia en la imagen, presenta arcos
ojivales que hablan de una transición al gótico. En la fachada principal
–estimada su realización entre 1335 y 1340- se han dispuesto doce estatuas, seis a
cada lado de la portada, en hornacinas. Sobre ésta, coronando el edificio,
aparece Santiago Jacobeo, el peregrino con la indumentaria característica (si
bien para otros, se trata de Cristo).
También junto a la puerta de acceso, el Jacobeo nos
recibe (a la izda), junto con San Martín de Tours, que nos bendice. Nuevamente
discrepo en la atribución, porque el supuesto Santiago porta en su cabeza un
curioso casco muy alejado del peculiar sombrero coronado por la cruz de
Santiago que suele llevar el peregrino.
Regresando a
la portada, se han tallado doce arquivoltas -con seis querubines en el centro
de cada arco, uno de ellos portando un crismón de aspecto arcaico- que se apoyan en capiteles con decoración zoomorfa y vegetal, que
coronan doce columnas a cada lado de la puerta, ya que se disponen por pares.
El tímpano
está estructurado en tres secciones. En la superior se muestra la crucifixión,
donde me resultan curiosos los dos hombrecillos desnudos que aparecen a izquierda
y derecha, en este nivel, y que creo identificar con los dos crucificados que
estaban en el Monte Calvario junto a Jesús. A ambos lados del crucificado
aparece una estrella de siete puntas. En el nivel central está representado el Santo
Sepulcro, con los tres soldados dormidos a sus pies y un ángel sobre él, las
tres Marías a su derecha y la salvación de los inocentes a la derecha de ellas,
siendo sacados de las fauces de una gran bestia. En el nivel inferior del
tímpano de la portada, se muestra la Última Cena, con San Juan a la izquierda
de Jesús, apoyando su cabeza en el pecho de Cristo.
Llaman la
atención las dos mensulas (una a cada lado de la puerta) en las que se han
tallado dos judíos, identificables por la indumentaria.
¿Os comento
detalles curiosos? Si nos fijamos en la Última Cena, Jesús está mesando las
barbas a uno de los discípulos (el situado a su derecha). Como comenté en una
entrada relativa al Cid, este gesto era en la Edad Media el equivalente
a dar un guantazo a dicha persona. Pero es que, además, un par de discípulos
sujetan un cuchillo como si de un arma se tratase, más que en una actitud de
cortar las hogazas de pan representadas. Otro detalle: por ningún lado aparece el grial representado ni
ninguna copa que contuviera el vino ceremonial.
Otro aspecto
que me llama la atención es que en la fachada, en su conjunto, se resalta la crucifixión, el sepulcro (si bien se muestra tapado, por lo que suponemos que está vacío), el
rescate de los inocentes del infierno descrito por San Juan, así como San
Pedro, el mismo San Juan y San Bartolomé (recordemos que fue despellejado, como
las serpientes, representando el renacer esotérico) en las hornacinas. Todo
ello me lleva a suponer que esta iglesia honraba a la muerte. Porque, curiosamente,
está enclavada en la ruta de peregrinaje a Santiago de Compostela, hacia el
oeste, lugar donde muere el sol y la tierra...en Finisterrae. Algo que ya comentamos al tratar la iglesia de Noia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario