sábado, 12 de abril de 2014

Fallos en la película de Indiana Jones y el Arca de la Alianza


            Puesto que esta película se basa en una historia ficticia, todos los gazapos que voy a analizar se deben forzosamente a anacronismos, puesto que no voy a entrar en fallos comunes en las películas. de objetos que cambian de manos según las tomas.
            Dicho esto, uno de los fallos destacables del film es que mientras Indiana Jones vuela, un mapa de aspecto antiguo va señalando la ruta que sigue el protagonista. El problema radica en que las fronteras y nombres de los países no se corresponden con las fechas en las que se supone que transcurre la película (1936). Tal es el caso de Irán, por ejemplo, que en esa época se denominaba Persia; o Tailandia (señalado en la imagen) que por entonces se conocía por Siam.


            La película comienza con Indiana Jones buscando un ídolo azteca (comentan en el film) en un templo situado en la selva que, a juzgar por los indios que aparecen y los dardos envenenados que arrojan, parece ubicarse en el Amazonas. Así pues, ¿aztecas en el Amazonas?. Por otro lado, en la huída del templo que se está desmoronando, una enorme esfera de granito similar a las halladas en Costa Rica, le persigue. Pero es que de Costa Rica al Amazonas hay un buen trecho y, que se sepa, ni en esta selva ni en los países que la comparten se han encontrado esferas como las de Costa Rica. Finalmente, el detalle también compartido por las películas de Lara Croft,  ¿se han fijado que allí donde entran estos dos aventureros y amantes de la arqueología no vuelve a quedar piedra sobre piedra de esos milenarios y bellos templos que habían sobrevivido hasta que los pisaron estos personajes?.
       Siguiendo con los destrozos, hacia el final de la película, Indiana trata de volar por los aires la preciada reliquia con un lanza-cohetes. El problema es que el modelo por el que se decanta el historiador es por un RPG-7 de fabricación soviética, a partir de 1950 (20 años después del año en que ocurre la acción del film) y no por uno nazi de los que existían en esas fechas.

            Algo similar ocurre con un avión militar en el que tratan de huir llevándose el Arca (aunque no lo consiguen). Este aeroplano se conoce como “ala volante” y fue diseñada por los hermanos Horten, que crearon una amplia variedad de ellos en Alemania. Sin embargo la guerra les pilló de lleno, con el consiguiente coste de materiales y personal así que el primer modelo de estos aviones se pensaba usar por los alemanes allá por 1946 (el modelo Go-229 que la Luftwaffe nunca llegó a usarse, aunque sí parece que los norteamericanos se basaron en sus características para construir sus nuevos aviones militares, aunque eso ya es otra historia). Por cierto que sorprende que Belloq y otros nazis salgan alarmados de sus tiendas por el ruido de las explosiones, pero no hubieran escuchado los motores del avión ni la metralleta que llega a usar Marion, a bordo de él.
            En “En busca del Arca perdida”, también se cometen errores de cálculo, como se puede apreciar en la escena en que Indiana, vara y medallón en mano, entra en la sala con la maqueta de los edificios y un rayo de luz le señala el emplazamiento exacto del Arca de la Alianza. Pues bien, aunque es una de las escenas más llamativas de la película (todo el mundo siempre ha soñado con una señal que marque el escondite de un tesoro), se cometen varios errores.
   El primero, en lo relativo a la vara, y es que, en la escena anterior, Indiana y Salah van a visitar a un anciano para que les descifre la escritura del medallón. El buen hombre hace su trabajo y les comenta que en un lado de la joya (la grabada a fuego en la mano del nazi de gafas) indica que debe medir 1,85 m de altura, aunque les advierte que en el otro lado indica que hay que restar una cantidad en honor al dios, así que la vara debe tener una altura de 1,5 m. Pues bien, ya en la sala de la maqueta, la vara que porta Indy es bastante más alta que él. ¿Debemos pensar que el macizorro de Indiana no alcanza más de 1,30 m de altura?. El segundo fallo de la escena es lo rápido que se mueve el sol en Egipto. No extraña que lo tomaran como una deidad porque en menos de tres minutos recorre toda la sala en la que se encuentra el protagonista.
            Aparte de todo esto, no deja de sorprender que los nazis tuvieran tal arsenal de armas y maquinaria en Egipto cuando, por las fechas en las que sucede la historia, el Gobierno Británico controlaba este país como si de una colonia se tratara.
      Sin embargo, hay otro momento del film en que Spielberg hace un guiño al espectador. En la imagen aparece ampliado, para distinguirlo mejor. Y es que si nos fijamos en los jeroglíficos que aparecen veremos uno que representa a dos personajes reconocibles: ¡los robots C3PO y de R2D2 de La Guerra de las Galaxias!, donde también el actor que hace de Indiana Jones, Harrison Ford, da vida a Hans Solo en la primera trilogía. Otro guiño similar se le hace a la trilogía si atendemos al nombre que dan a la supuesta tribu amazona: Obitos, invención derivada de Obi-wan (un personaje de la saga de la Guerra de las Galaxias).  
     Y ya que abordamos las anécdotas graciosas, comentaré algunas de ellas. Por ejemplo, para la toma en la que se ve a un joven (y guapo) Harrison Ford sobre las azoteas de El Cairo (se supone), en casa de su amigo Sallah, el equipo de Spielberg tuvo que retirar casi medio centenar de antenas de la localidad de Kairouan (Túnez, en cuya región de Matmata se rodó parte de la Guerra de las Galaxias) privándoles así de ver la televisión durante la realización de esta parte de la película.

     Por otra parte, la graciosa escena en que Indy va al rescate de Marion por medio de un zoco y un hombre vestido de negro le corta el paso, se supone que iba a ser un momento de lucimiento por parte del protagonista, que mostraría cómo podía derrotarlo con sus conocimientos de esgrima. Sin embargo, todo el equipo se encontraba sufriendo los efectos de la comida árabe muy distinta de la yankee. Por ello, Harrison Ford, debilitado por la gastroenteritis, sugirió al director concluir la escena con un tiro, en lugar de entrar a la pelea. La idea resultó graciosa y así se grabó.

       Otra toma que surgió espontáneamente fue el momento en que Indy cae a la catacumba egipcia llena de serpientes y su rostro se encuentra a escasos centímetros del de una cobra. A pesar de ser un animal amaestrado, Harrison Ford le tenía tanto respeto que acabaron situando entre ambos rostros un cristal transparente, que se hace evidente por el reflejo de los focos, detalles corregidos digitalmente en el dvd editado recientemente.
      Para concluir este repaso, recordemos que según la trilogía de Indiana Jones, el nombre del personaje es debido al del perro que tenía su padre (Sean Connery en La última cruzada). Pues bien, realmente fue un can el que cedió su nombre al arqueólogo, pero no pertenecía a Sean Connery sino a George Lucas, productor del film. Lucas también propuso Jones como apellido del personaje, frente a Smith que consideraba Spielberg, los dos apellidos más comunes del mundo anglosajón.
       Como nota anecdótica, ¿alguien ha reparado en la similitud entre la indumentaria que emplea Indiana Jones (la primera, la del Arca Perdida, es de 1981 y en ella usaba "su uniforme" por primera vez) y la que usaba el aventurero y ladrón de tumbas Charlton Heston en la película "El Secreto de los Incas" (abajo, izquierda y centro) rodada en 1954?.


4 comentarios:

  1. Y el diálogo de Belloc con Indy en el bar y sus referencias también a la Guerra de las galaxias, el lado oscuro, y la lucha bien-mal, luz-oscuridad...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por su comentario, Antonio; ciertamente Spielberg fue un buen producto de su época y lo explotó magnificamente. Por ejemplo, hace poco pillé de madrugada un documental sobre el plan Marshall (la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial) y no tenía ni idea de las exigencias por escrito que pusieron los norteamericanos para priorizar la compra de sus productos y de incluir propagandas pro-yankies vendiéndolos como superhéroes, y nunca mejor dicho ya que fue entonces cuando masivamente inundaron los mercados europeos con vaqueros, cigarrillos, refrescos, electrodomésticos y toneladas de cómic tipo Capitán América. Yo por ejemplo me acuerdo de pequeña enganchada con mis amigos a la serie V de lagartos alienígenas invasores que eran burdas copias de los nazis (hasta usaban una especie de esvástica como emblema) y los buenos de los yankies luchando para combatirlos y liberar al mundo de ellos. Lo mismo cabe decir de El Señor de los Anillos, cuyo autor (el escritor, no el director de cine) reconoció haberse inspirado en los nazis para el ejército oscuro que quería el anillo para gobernar el mundo... Lo peor es que todos les bailamos el agua e incluso a día de hoy se siguen viendo como salvadores del mundo porque ¿qué otro gobierno se permite emplear un dron armado en un país ajeno -léase Irán- matar al General mayor de ese país, junto con otros "daños colaterales", y no recibir ninguna condena del resto de los países que se dicen democráticos, por ello?. Eso, discúlpeme pero para mí sí es auténtico terrorismo. En fin, dejemos el tema, pero por mi parte, basta ya de aplaudir a un John Wayne inculto y ambicioso dispuesto a dejar morir a la gente mayor de su país, aquellos que realmente han construido tal nación, por el bien de la economía. Lo más curioso, como siempre, es que si se aplica ese mismo criterio él no quedaría precisamente entre la población adolescente pero claro, con él no vale; tengamos las del Fürher con antepasados judíos o la del gallego Franco prohibiendo que se hablara tal idioma en su tierra natal o persiguiendo masones porque en sus repetidas intentonas no fue aceptado en ninguna logia, o la gran hazaña de los SEAL, el escuadrón de élite del ejército de los EE.UU cuando apresaron y mataron a Bin Laden, tan bien entrenados que el helicóptero en el que iban chocó en su aterrizaje de madrugada con su cola en uno de los muros que rodeaba la finca, derribándolo y que para evitar "pistas" ni regalar armamento al enemigo tuvieron que volarlo con explosivos, ¡olé la discreción, se nota que eran lo mejor de lo mejor, con meses de entrenamiento!...Nada nuevo bajo el sol. Un saludo.

      Eliminar
  2. Los soldados alemanes llevan subfusiles mp40 y ese arma se diseñó en 1938 y se produjo en masa a partir de 1940 y la película es en 1936

    ResponderEliminar
  3. Gracias, maik, por su aportación. Un saludo.

    ResponderEliminar