Para ponernos en situación,
debemos remontarnos a la época en que los cartagineses, primos-hermanos del
pueblo fenicio, formaron un ejército tan bien preparado y sólido que llegaron
hasta las mismas puertas de Roma, capital del Imperio Romano. Pero no
adelantemos acontecimientos; en un inicio los cartagineses, con base en la
ciudad de Carthago (actualmente en Túnez), cruzan el Estrecho de Gibraltar,
toman varias poblaciones iberas y fundan Cartago Nova (actualmente Cartagena,
Murcia, España). Desde aquí la flota cartaginesa amenaza con hacerse con el
control del comercio en el Mar Mediterráneo y eso era algo que Roma no podía
consentir. Por ello, manda su ejército a Hispania (Península Ibérica) con el
fin de frenar las ansias conquistadoras del general cartaginés al mando.
Vayamos
también nosotros a Hispania mientras el ejército romano parte de Roma en olor
de multitudes. Encontramos a un ingente ejército que ha partido de Cartago Nova,
constituido por más de 90.000 soldados de a pie (infantes), 12.000 jinetes (caballeros) y 32
elefantes dotados de complementos que los convierten en moles destructivas,
comandados por el general cartaginés Aníbal Barca –que de niño juró odio eterno
al Imperio Romano ante su padre, Amílcar Barca-. Su intención es dirigirse por
la costa levantina hacia los Pirineos, cruzarlos, atravesar la costa francesa
mediterránea, los Alpes y sitiar Roma. El general, cuyo nombre significa “el
favorito de Baal” (principal dios de la mitología fenicia) y Barqa, “rayo”, en
verdad se cree el elegido por su dios para convertirse en único dirigente del
Mediterráneo y las tierras situadas a ambos lados.
Mientras
el poderoso ejército cartaginés cruza el río Ebro, en la actual provincia de
Tarragona, el ejército romano desembarca en Cartago (tomándola) y la ciudad
ibera de Tarraco, actual Tarragona, avanzando para atrapar al ejército
cartaginés. Los distintos pueblos iberos se posicionan y mientras los más
costeros -con amplios barrios de comerciantes griegos, fenicios y egipcios-
respaldan a los romanos para continuar beneficiándose de dicho comercio, los
interiores como los ilergetes (en la actual provincia de Lérida) están a favor
de los cartagineses.
El
choque entre ambos ejércitos es inevitable y según se desprende de las
crónicas, parece ser que ocurrió en la población ibera de Cissa. Pero, ¿dónde
se encontraba tal ciudad?. Hasta hace escasos meses su localización era un
misterio hasta que, a principios de año, investigadores de la Universidad de
Barcelona daban a conocer el hallazgo –gracias al georrádar- de una urbe
fuertemente amurallada y reforzada por un foso de cinco metros de profundidad, 14 metros de anchura y 400 metros de longitud.
Con todo, parece ser que las medidas no fueron suficientes y la ciudad ibera
acabó siendo arrasada e incendiada por el ejército romano. Los campos de
alrededor de la actual Vilar del Valls (Tarragona) han proporcionado gran
cantidad de proyectiles de plomo lanzados con honda, de flechas y de otros
restos, según han informado los arqueólogos Jaume Noguera y Jordi López.
De
acuerdo con las dataciones de monedas y otros elementos de datación indirecta,
parece ser que esta batalla fue la primera que se llevó a cabo entre
cartagineses y romanos en suelo peninsular en la Segunda Guerra
Púnica.
Con
todo, esta derrota no lograría frenar al ejército cartaginés que continuó su
marcha hacia Roma.
En la imagen, perfil del suelo
basado en la tomografía de éste, mostrando la existencia de un foso hoy
colmatado de tierra. A su lado, mapa del transcurso de la Segunda Guerra Púnica (218-201 a. C.).
De
acuerdo con los escritos latinos conservados, los romanos vencieron en la
batalla de Cissa, arrasando no sólo la población ibera que apoyaba a los
cartagineses, sino el campamento de éstos instalado en las cercanías. Los datos
de georrádar han permitido detectar la ciudad de Cissa, así que el siguiente
paso que seguirá el equipo científico es dar con el campamento cartaginés que
debe encontrarse cerca da la ciudad hallada. Es cuestión de tiempo que se
produzca el hallazgo, lo que posiblemente permitirá conocer nueva información
sobre el ejército del general que llegó a atemorizar la colosal ciudad de Roma.
Por
cierto, un último apunte curioso, ¿sabía el lector que la madre de Aníbal era
hispana?.
yo si lo sabia, la wikipedia que es una chivata
ResponderEliminarGracias Antonio por su comentario. Como todo en esta vida, la Wikipedia tiene su dualidad: por un lado proporciona información, pero a la vez y en más casos de los que me gustaría, los datos que aporta son parciales o no contrastados. Por eso aconsejo precaución en su lectura. Un saludo.
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