miércoles, 15 de abril de 2015

Hallan una réplica de la tumba de Osiris


         Egipto nunca deja de sorprender. Es un país que siempre parece tener escondido un as en la manga que sacar de pronto para dejar al mundo anonadado, si bien hubo gente que acusaban al televisivo antiguo director de antigüedades de Egipto de guardarse descubrimientos para hacerlos públicos en la temporada alta turística, coincidiendo con la mayor afluencia de visitantes, para asegurarse una buena publicidad a nivel mundial. Rumores aparte, nuevamente, a comienzos del presente año, Egipto volvió a hacer soñar al mundo con un nuevo y asombroso hallazgo.

          La sorpresa se produjo en el transcurso de las investigaciones de un equipo multidisciplinar canario-toscano-egipcio que trabajaba en Luxor (Min Project). Para sorpresa de todos, en el área de Sheikh Abd el-Gourna, en el denominado “valle de los nobles” encontraron una tumba que reproduce en sus parámetros, disposición y estructura la llamada Osireiron (o “tumba del dios Osiris”) de la localidad egipcia de Abidos.

    Para acceder a esta réplica de la tumba divina es preciso adentrarse en una tumba desconocida denominada por los arqueólogos “sepulcro 327”. De acuerdo con las explicaciones dadas por la arqueóloga canaria Milagros Álvarez (codirectora del proyecto Min), una vez accedido a este Osireiron, de él parte otra escalera que comunica con varios sepulcros dispuestos a quince metros de profundidad y sin duda destinados a personajes influyentes de la sociedad egipcia faraónica de Luxor. En la imagen se observa la entrada al sepulcro 327 (izda) y parte de la réplica del Osireiron (dcha) con un relieve de Osiris en el muro del fondo.
     Osiris era el dios de los muertos y divinidad principal del panteón egipcio antiguo, por lo cual es de suponer que los grandes personajes se pelearían por ser enterrados en una tumba adosada a la del propio Osiris, o sobre ella, como ocurrió con el sepulcro 327. En este sentido, la doctora Álvarez y su equipo científico interpretan que varios demonios que aparecen como decoración en estos sepulcros, portando cuchillos, tendrían por finalidad la de proteger el alma de los difuntos que allí reposaban, tal vez a la espera de un adecuado pesaje de almas que ya explicamos en esta otra entrada (aquí).
     Este equipo canario-toscano parece estar de suerte en tierras egipcias, ya que en su primera campaña (desarrollada entre noviembre de 2013 y enero de 2014) descubrieron los restos de May y su mujer Neferet (XVIII dinastía). En esta segunda campaña han encontrado esta réplica de la tumba del dios Osiris, en Luxor. Habrá que esperar qué nuevas sorpresas sacan a la luz en su tercera campaña, que se estima se iniciará en otoño.
      Lo relevante de este descubrimiento es que Osiris es un antiquísimo dios, pero deidad después de todo, de manera que no es un ser mortal y sin embargo vemos que los egipcios no sólo le construyeron un sepulcro sino que imitaron éste en diversos lugares. Curioso ¿no?. De forma que las logias medievales, que según muchos investigadores surgieron de logias egipcias, no se limitaron a reproducir el juicio o pesaje de almas al más puro estilo egipcio (pero sustituyendo las divinidades por otras “más modernas”, de la época) sino que además reprodujeron el Santo Sepulcro de Jesús por la cristiandad (menciono un curioso ejemplo con tumba incluida en el sur francés en mi obra Jesús y otras sombras templarias a la que remito a los interesados, para no extenderme demasiado en esta entrada con este asunto ni irme por las ramas).


       En la imagen se muestran dos representaciones del Antiguo Egipto donde figura Osiris. A la izquierda, dicho dios (en verde) tiene a sus espaldas a su esposa Isis llevando el poderoso talismán ank (“cruz de la vida”), madre (junto con Osiris) del dios de la sabiduría Horus (con cabeza de halcón), hermana de Set y Neptis e hija de la Noche y Geb. A la derecha, relieve mostrando a Osiris, reconstruidos sus pedazos por su devota mujer Isis que lo protege con sus alas, mientras un súbdito (en este caso, el faraón fallecido, para ganar el favor de los dioses principales) le trae otras ofrendas ante el árbol de la vida, que aparece entre el faraón y la pareja de dioses.
      Para cerrar esta entrada, me gustaría señalar que la figura de Osiris tiene numerosos puntos en común con la de Jesucristo (recordemos que el pueblo judío vivió bastantes años en el país de los faraones, si bien no existe ningún documento histórico que respalde la partida de Egipto de tantísimos judíos como relata la Biblia), mientras que el dios Horus guarda mucha similitud con el hindú Ghanesa. Después de todo, como siempre digo, no hay nada nuevo bajo el sol.


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