Para
los amantes de la historia antigua de España y fundamentalmente del suroeste de
la Península Ibérica,
afectando principalmente a las provincias de Granada, Almería, Jaén y Murcia,
seguramente el nombre de Luis Siret (1860-1934) les resulte sobradamente
conocido. Gracias a él salieron a la luz culturas como la almeriense, con Los
Millares como yacimiento emblemático; y la del Argar.
Luis
Siret llegó a España a la edad de 21 años, como ingeniero, a la llamada de su hermano
Henri, que llevaba dos años trabajando como ingeniero de minas en Sierra
Almagrera, explotando la plata de la galena (Pb S, sulfuro de plomo) que
aparecía como impureza en el mineral. Rápidamente quedó fascinado por las
tierras almerienses, de las que diría que eran un museo al aire libre, repletas
de cientos de yacimientos aguardando ser descubiertos. Solamente abandonó
nuestro país durante la Primera Guerra
Mundial que pasó entre su tierra (Bélgica) y Holanda, sufriendo por su hijo
herido gravemente en combate.
En
la imagen, Luis Siret de joven junto con detalles del yacimiento argárico
Fuente Álamo (Almería) descubierto por él. La cultura de El Argar (2.250-550 a.C., Edad del Bronce;
Catálogo de la Exposición
“Hace 4.000 años… vida y muerte en dos
poblados de la Alta Andalucía”,
VV.AA, 2000, 159 páginas, Museo Arqueológico de Almería, edita la Junta de Andalucía),
desarrolló una cerámica carenada tan peculiar y característica que creo
identificar incluso en Cerdeña (ver aquí).
Rápidamente
sintió la llamada de la historia, tan fuerte que compaginaba las excavaciones
arqueológicas con sus trabajos como ingeniero. Sus buenas dotes para el dibujo
le permitieron realizar bellas láminas en las que registraba cada elemento
encontrado. Su hermano Henri colaboró con él los primeros seis años, pasando a
ser sustituida su colaboración por Pedro Flores, un agricultor de Antas al que
instruyó convirtiéndolo en capataz de sus excavaciones. Con él llevó a cabo
hallazgos impresionantes, consignando en sus diarios hasta el más mínimo
detalle.
En
ese tiempo era normal que los arqueólogos se quedaran con pequeños “recuerdos”
de sus excavaciones, haciendo su colección particular y siendo libres para
venderlas, intercambiar unas piezas por otras entre colegas y coleccionistas,
etc. Así, parte de piezas arqueológicas de la cultura del Argar y almeriense se
encuentran en diversos museos franceses, ingleses, belgas y alemanes.
De
acuerdo con los historiadores, la colección particular de Luis Siret junto con
la del catedrático de historia en la Universidad
Complutense de Madrid, Martín Almagro-Gorbea, son las dos
mejores colecciones privadas de la prehistoria de la Península Ibérica.
En
la imagen, a la izquierda Luis Siret acompañado en la visita de un yacimiento
megalítico. A la derecha, visita a la cueva de Altamira, en 1912, de un grupo
de destacados historiadores entre los que están ambos hermanos Siret (Luis, el primero
de la derecha), Henri Breuil y Hugo Obermaier, entre otros.
Sin
embargo, Luis Siret nunca vio a las piezas arqueológicas como fuente de
enriquecimiento y de hecho es famosa la anécdota que tuvo con ciertos
norteamericanos, que llegaron a ofrecerle hasta cinco millones de pesetas (una
verdadera fortuna en ese tiempo) por adquirir su colección privada. Al no
recibir respuesta del belga, se presentaron en su domicilio y le ofrecieron un cheque en blanco para que pusiera
la cantidad que considerara oportuna. Siret les respondió cortésmente con
una sonrisa añadiendo que esas bellas piezas artísticas halladas en España
deseaba que se quedasen en dicho país ya que eran arte y “el arte no se vende”. Fiel a sus principios, seis años antes de
fallecer donó parte de su colección al Estado Español (los familiares belgas
del arqueólogo iniciarían pleitos con España para recuperar dichos objetos que
finalmente permanecieron en nuestro país, como era voluntad de Siret).
Además
de esta invaluable colección de objetos arqueológicos, Siret poseía una nutrida
y destacada colección de libros y documentos, a la vez que realizó los suyos
propios adornados con realistas dibujos. Todo ello fue adquirido por el
Gobierno español en 1956. Pues bien, a pesar de que dichos documentos estaban a
disposición de cualquier interesado en el Museo Arqueológico Nacional (M.A.N.)
de Madrid, ahora están al acceso de todo el mundo a través de la paciente labor
de los funcionarios de dicho museo y del Archivo Nacional, que han permitido
que esta ingente obra de Luis Siret –compuesta por más de 30.000 documentos-
pueda ser consultada por Internet. Para ello, se puede acceder desde la web del
museo (aquí)
o bien a través de la Red Digital
de Colecciones de Museos de España, CER.ES (aquí).
Fotografía de Luis Siret, entre
dos de sus elaboradas láminas sobre yacimientos murcianos (concretamente
Mazarrón, izquierda) y almerienses.
Otra visita que abre puertas al conocimiento de nuestra desconocida historia antigua. Enhorabuena, Valeria.
ResponderEliminarRecientemente, tuve ocasión de ver en el museo adjunto a un dolmen de Antequera un libro de Siret con dibujos y mapas suyos. Era una joya y sólo una parte mínima de lo que se puede ver en la red. Este gran investigador y apasionado de la arqueología en el sureste español fue fruto de su época, porque hoy no hubiese podido realizar el inmenso trabajo que hizo de forma independiente pero con grandes frutos que no dudó en poner a disposición del Estado español. Por cierto, ese gran museo al aire libre, como él calificó a la provincia de Almería, sigue ahí, en su mayor parte desconocido y encerrando posiblemente grandes sorpresas. ¿Para cuando un estudio completo de la cultura de Los Millares ampliando su geografía?.
Saludos. Espero con interés creciente sus artículos.
Estimad@ lector@, no podía estar más de acuerdo. La provincia de Almería no sólo es un museo arqueológico al aire libre, como afirmó Luis Siret, sino que además lo es también a nivel geológico. Un colega de profesión me comentó que hace años se halló en los terrenos que actualmente ocupan las instalaciones de la Legión un esqueleto fósil de ballena. Además están las cuevas de Sorbas, el karst en yesos de la zona, la cueva-geoda de Pulpí, ... y todo formando parte de la gran desconocida provincia de Almería. Me sumo a su protesta y llamamiento a las autoridades competentes para que se pongan manos a la obra por difundir estas joyas. Un saludo.
ResponderEliminarCreo que a este escrito le falta más información sobre los trabajos que hizo Siret en la provincia de Murcia que por otra parte son innumerables y otra cosa,su amor por Mazarrón y Águilas era inmenso.
ResponderEliminarCreo que a Siret le hubiese gustado mi comentario.
Gracias.
Gracias, desconocido, por su aporte, pero como comprobará mi escrito no pretende ser ni mucho menos un estudio exhaustivo de toda la labor de Siret (sería largísimo, aunque sin duda, apasionante). El objetivo principal era facilitar al interesado en la labor de este gran personaje de referencia obligada en nuestra Arqueología, el enlace para acceder a sus propios manuscritos y dibujos. Y ya que estaba, citar tus principales hitos, que no todos (pero cómo dejar sin mencionar las dos culturas de nuestra historia que gracias a él salió a la luz). De hecho, verá que en el primer párrafo de mi artículo de esta página cito Murcia como una de las áreas de estudio de estos dos hermanos. Pero coincidirá conmigo en que sería más que un artículo, un libro, lo que daría de sí reparar en cada uno de los hallazgos de este insigne personaje. De hecho, dejo en el tintero uno de mis rincones favoritos de la geografía española: el valle megalítico de Gorafe (Granada), tan bello el enclave como valiosa la cantidad de más de 300 dólmenes que allí se construyeron. Y cómo no, los Siret tuvieron gran parte del mérito de valorar este increíble emplazamiento (Malta se hace lugar de visita obligada en el panorama turístico internacional por tener una docena de megalitos reconstruidos en su totalidad hacia el siglo XIX y Gorafe, con 300 dólmenes originales y todos ellos en un solo valle fluvial, ¡¡la mayor concentración de dólmenes por metro cuadrado a nivel mundial! apenas es citado en unas pocas guías turísticas locales.... lamentable). En fin, no me extiendo más, que es hablar de estas épocas y me animo... Un saludo.
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