domingo, 24 de enero de 2016

Hallado el primer asentamiento europeo en EE.UU


La segunda semana de este mes saltaba a diversos medios de comunicación de todo el mundo el hallazgo del primer asentamiento europeo en territorio de los actuales EEUU, no más allá de unos meros restos de estancia durante escasos días antes de seguir camino y de perderse el rastro de estos primeros habitantes.
            Antes de proseguir con la interesante noticia, me gustaría agradecer desde aquí al reconocido pintor almeriense D. Antonio Rojas Cervantes y a su esposa Dña. María Luz Hernández, ambos seguidores de mi blog como me han reconocido honrándome con ello, por ponerme tras la pista de esta información tan trascendental. Gracias.


            Efectivamente, a principios de este recién estrenado año 2016, el investigador John Worth (UWF, Universidad del Oeste de Florida) sorprendía al hacer público el hallazgo de gran cantidad de material español fechado hacia mitad del siglo XVI, de lo que sin duda se confirmaba como el primer asentamiento europeo en suelo norteamericano. Se encuentra en el solar de una derruida vivienda en el centro de la población de Pensacola (Florida).

Tom Garner posa con fragmentos de cerámica con restos de aceite de oliva y vino procedentes de España. Detalle de algunos objetos españoles del siglo XVI, desenterrados en Pensacola,  y  Garner dando a conocer el hallazgo del, por el momento, primer asentamiento europeo en Norteamérica durante una conferencia.

            De acuerdo con el historiador local de la población de Pensacola, Tom Garner, hacía mucho tiempo que los vecinos llevaban buscando estos restos, basándose en numerosos documentos españoles realizados durante la fase del Descubrimiento de América. Por fin, en los restos que afloraron en el solar de una vivienda derruida, Garner pudo observar fragmentos de cerámica de época colonial, notificándolo a la Universidad del Oeste de Florida, que rápidamente tomó cartas en el asunto. La alegría de los vecinos fue supina al ver así como su lugar de nacimiento y residencia pasaba de golpe a los libros de la historia nacional al albergar el primer asentamiento europeo de todo Norteamérica.
            Por eso no han faltado voces, como la de Elizabeth Benchley -directora del conjunto de proyectos de arqueología de la UWF- que exigen una revisión de los libros de texto sobre la historia de Estados Unidos, para añadir más información y peso a la etapa española, que duró más de 300 años y  precedió a otras posteriores, además de ayudar definitivamente a consolidar  lo que sería Estados Unidos. Remito para ello a mis tres entradas basadas en las grandes gestas del malagueño Bernardo de Gálvez (aquí; aquí y aquí) quién hizo posible la Independencia de los Estados Unidos respecto de Inglaterra.
            Este hallazgo viene a completar, la cada vez  más conocida etapa española en el norte del continente americano, que se iniciaría con el primer asentamiento en dicho territorio (aquí) y el hallazgo de una de las primeras embarcaciones usadas por Cristóbal Colón (aquí). No debemos olvidar el poblado de San Agustín, también en la costa de Florida,  que goza del prestigio de ser la ciudad más antigua de USA, al estar habitada de manera ininterrumpida desde su fundación, también por exploradores españoles, en 1565. Ahí es nada.

Distintos detalles de la población de San Agustín (Florida) con el castillo de San Marcos (coronado con el emblema de los Tercios españoles), bella muestra de las fortificaciones españolas del siglo XVI y el Colonial Quarter (Barrio colonial) de gran sabor castellano.

            Precisamente hace menos de cuatro meses, en dicha población de San Agustín o St. Augustine, el 8 de septiembre la ciudad daba inicio a una serie de celebraciones  al grito de “¡Viva San Agustín!, ¡Viva España!”,  para conmemorar los 450 años transcurridos desde su fundación por el asturiano Menéndez de Avilés.

Desde entonces, se conserva en el museo de la ciudad la réplica en miniatura del galeón San Pelayo, en el que llegara el asturiano fundador, construida en Luanco  para el Museo Marítimo de Asturias tras cinco años de riguroso trabajo. En abril del presente año este regalo será correspondido por una delegación estadounidense que entregará al ayuntamiento de Avilés una réplica del monolito (en la imagen) que poseen en honor a la constitución española de 1812, el único que existe fuera de territorio español con tal propósito.
En los festejos se rememoró la comitiva de Menéndez de Avilés y gran cantidad de actores vestidos a la usanza española del siglo XVI recorrieron las calles, a la vez que gran cantidad de los vecinos seguían la iniciativa, fundamentalmente los dueños de restaurantes, bares y hospederías más o menos familiares. La ciudad lució gran cantidad de banderas españolas .  Más de dos millones de visitantes cada año acuden hasta esta localidad para conocer más del pasado español de este estado norteamericano.

Estatua de Menéndez de Avilés, fundador de San Agustín y gobernador de Florida en la localidad mencionada, llamada así por ser precisamente el día de dicho santo (28 de agosto) cuando el asturiano divisó las tierras de Florida en 1565. Representantes de Avilés (Asturias, España) y del gobierno de San Agustín (Florida) depositan una corona de flores ante la estatua del explorador español.

            No es el primer gesto de la población norteamericana de San Agustín con una población española ya que la ciudad hizo entrega en 2010 a autoridades de la localidad de Macharaviaya (Málaga, España), ciudad natal del  gran Bernardo de Gálvez, de una partida de troncos de roble americano, más de 350 toneladas (en la imagen inferior),  para ser usados en la réplica de Galveztown, el bergantín usando por el malagueño que causó estragos entre los ingleses durante la etapa de independencia de Norteamérica. En la bahía de Pensacola, Gálvez fundaría una población con el mismo nombre (más información aquí y aquí).





         Regresando al primer asentamiento europeo en suelo norteamericano, no corresponde a San Agustín ni a Galveztown tal honor sino a Santa María, la actual Pensacola, fundada en agosto de 1559 por el soriano Tristán de Luna y Arellano, natural de Borobia y nacido en 1510. El Teniente General Tristán de Luna, fue enviado por el virrey Luis de Velasco hacia Santa Elena, hoy conocida como Tybee, en el estado de Georgia, para reforzar su guarnición y convertirla en un fortín avanzado, desde el que continuar explorando el continente hacia el norte. Luna, al que se  había concedido el título de Gobernador de Florida poco antes de zarpar, partió con 1.000 colonos, 500 soldados, indios y esclavos, a bordo de once naves desde el puerto mexicano de Veracruz.  En agosto de 1559 llegó Tristán de Luna a la bahía de Pensacola, fundando allí la ciudad de Santa María siendo el primer poblado europeo en suelo estadounidense. Los ingleses se asentarían en Jamestown, Virginia, en 1607, después de la fundación del segundo asentamiento español, el de San Agustín en 1565, también en Florida. 
        Apenas llevaba Santa María un mes de florecimiento cuando un huracán asoló la zona, causando graves daños a los navíos (muchos se hundieron) y perdiéndose gran cantidad de alimentos. De acuerdo con documentos de la época, parece ser que pocos años después la incipiente población acabó abandonándose, hacia 1561. De Luna, por su parte, con la flota diezmada y grave pérdida de mapas, documentos, víveres y personas, mandó un buque hacia Santa Elena, en la actual Georgia, pretendiendo que a su regreso le enseñara el rumbo a tomar pero la embarcación naufragó durante una tormenta, impidiendo al soriano cumplir satisfactoriamente la misión encomendada. Así las cosas, fue relevado de su cargo (siendo sucedido por el asturiano Menéndez de Avilés, fundador de San Agustín) ordenándosele acudir a España a comparecer por los resultados de su misión, que le hicieron caer en desgracia, regresando a América para fallecer el 16 de septiembre de 1573 en la ciudad de México. A pesar del triste final de su vida, este explorador soriano tuvo una exitosa carrera en los territorios de México y Nuevo México, donde acompañó a Francisco Vázquez de Coronado en la exploración de los nuevos territorios y buscando, de paso, las siete ciudades de oro que relataban los indios con los que se topaban, así como las ciudades de Quivira y Cíbola. Uno de sus hijos, Carlos de Luna y Arellano seguiría sus pasos llegando a ser capitán general y Gobernador del Yucatán.

            Pero además de Tristán de Luna, Francisco Vázquez de Coronado y el prestigioso Menéndez de Avilés, hubo otros españoles por tierras norteamericanas. Las tierras de Florida fueron descubiertas por Juan Ponce de León, en 1513. Y en 1526 encontramos a otro soriano, Lucas Vázquez de Ayllón, en tierras del actual estado norteamericano de Georgia. Militar y juez, tras el vano intento de mediar entre Hernán Cortés y Pánfilo de Narváez, manda en 1523 una expedición dirigida por Francisco Gordillo hacia el oeste, desembarcando en el cabo Fear, en el actual estado de Carolina del Norte. Entretanto va trabajándose al emperador Carlos I para conseguir su autorización para marchar a buscar el “Paso del Noroeste”, con el fin de llegar a “las islas de las especies”. Desde España, el emperador le otorga luz verde en 1523, así que Lucas Vázquez de Ayllón lleva a cabo su expedición, explorando por primera vez las tierras de la costa oriental de Norteamérica, en los actuales estados de Carolina del Norte y Virginia. El emperador, complacido, le otorgará derechos sobre las nuevas tierras descubiertas en 1526 y, de acuerdo con documentos de la época, ese año fundará con 600 colonos la ciudad de San Miguel de Guadalupe, en Virginia. De encontrarse sus restos, ésta sería la primera ciudad europea en Norteamérica, desplazando al segundo puesto a la de Santa María, fundada por su paisano Tristán de Luna y Arellano. De acuerdo con las crónicas, San Miguel de Guadalupe debió ubicarse en la bahía de Chesapeake, no lejos del lugar donde los ingleses instalarían su colonia de Jamestown ocho décadas más tarde; quizás se instalaran sobre ella, aprovechando sus muros y cimientos, ocultando así sus restos y dificultando su descubrimiento y reconstrucción.

Reconstrucción de cómo debió lucir Jamestown, primer asentamiento británico en el Nuevo Mundo, en 1607, donde se asentaría el colono John Smith (amor de la nativa Pocahontas). Muy posiblemente Jamestown se alzó sobre los restos de la colonia española de San Miguel de Guadalupe fundada 81 años antes.

También Pánfilo de Narváez figura entre los españoles que exploraron tierras norteamericanas, en 1528, así como Hernando de Soto (en 1539), que falleció el 21 de mayo de 1542 en el río Mississipi. Además de sus expediciones por Nicaragua, de Soto exploró las tierras de Florida extensamente. Baste observar el mapa realizado por Charles M. Hudson en 1997, basándose en documentos de la época.





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