Permitidme unas peticiones…

            La entrada de hoy es sumamente atípica pero mi conciencia me pide hacerla. Ahora que parece que el calor ha venido para quedarse y que la gente comienza a frecuentar las playas, pantanos y ríos naturales, permitidme que me entrometa un poco en vuestras costumbres y ose solicitaros una serie de conductas fáciles de realizar y que darán unos excelentes resultados para toda la comunidad y para con nuestro, de por sí, ya degradado entorno:

 - que por favor no os echéis factor de protector antes de adentraros en el agua, por mucho que insistan los prospectos de las cremas solares. Estos productos llevan elementos cada vez más agresivos y persistentes en el Medio Ambiente. Uno de los elementos frecuentes en cremas y cosméticos es el famoso “EDTA”, una sustancia que en determinados países se ha prohibido por la existencia de una más que posible relación entre la aplicación de este producto sobre nuestra piel y el desarrollo de terminados tumores. Es verdad, y muchos laboratorios lo alegan, que es un producto no reactivo. Cierto. Lo que se callan es que esta sustancia favorece que se fijen los metales pesados a la capa adiposa que hay bajo nuestra piel, reteniéndolos allí hasta que nos muramos. El problema es que al meternos en el agua, y sobre todo los niños embadurnados en cremas y sprays solares por sus protectoras madres, esta sustancia va a parar al agua que bebe toda la fauna marina y filtran mejillones y demás bivalvos, quedando retenidos en ellos. ¿Sabía el lector que gran parte del pescado y marisco que consumimos supera más de lo que sería de desear el nivel de toxicidad de determinados metales pesados? Y lo mismo puede decirse de orcas, otros cetáceos e incluso pingüinos que se han analizado en los lejanos polos de nuestro planeta.

            Es más, si en lugar de embadurnarnos y embadurnar a los críos con toneladas de cremas solares, recurrimos a soluciones naturales como acostumbrarlos a bañarse con una camiseta puesta, gafas de sol de óptica, utilizar sombreros de paja o tela transpirable, evitar las horas de mayor intensidad de radiaciones solares y a buscar la sombra de las sombrillas, la protección contra los dañinos rayos del sol se cumpliría igual (o más) y no contaminaríamos el medio que nos rodea. En caso de necesitar (preferiblemente no, si se puede evitar, ya digo) una crema solar, recurrid a las que utilizan protectores físicos (generalmente minerales, micas, sin sustancias “nano”, sumamente dañinas) en lugar de químicos, muy nocivos. Recomendaría la marca “Alga Maris” (laboratorios Biarritz, País Vasco francés) o la anunciada por mi paisano de región, Jesús Calleja, “Ladival”, entre otras.

Las cremas solares son “waterproof”, resistentes al agua, lo que significa que forman una capa impermeable en ella, provocando la pérdida de algas, corales, bivalvos …en los fondos de estas aguas, empobreciendo la biodiversidad de nuestras costas y mares. Conforme se van degradando van liberando perjudiciales sustancias que se acaban incorporando a la cadena trófica (y luego nos extrañamos de la proliferación de enfermedades y alergias). Optad por protectores tradicionales: camisetas, sombreros y sombrillas.

- que enseñéis a los niños el respeto por los seres vivos, evitando la crueldad animal. Son cientos los pequeños que suelen entretenerse en la playa cogiendo cangrejos en sus cubos, pequeños pececillos, alguna que otra lapa (Patella sp.) o erizo de mar y que incluso se las llevan a sus casas sabiendo sus padres y abuelos que supondrá la muerte de esos animales. ¿Qué se gana con eso salvo torturar y matar seres indefensos?. En su lugar hay diversiones más apasionantes como coleccionar trocitos de cristales de colores que luego pegar en casa, sobre forros de envolver libros autoadhesivos para hacer divertidas decoraciones que pegar en las ventanas para que el sol dé diferentes reflejos de colores, coleccionar conchas para hacerse pulseras o una colección de ellas en casa, clasificando los géneros y especies,… o simplemente intentar hacer un buen castillo de arena cerca de la orilla. Más tarde daré atractivas sugerencias que realizar con los pequeñajos de la casa, y no tan pequeños.

En la playa hay cientos de cosas que pueden hacerse (castillos de arena, poner nuestros nombres en relieve, con montones de arena mojada, usar piedras o cristales de colores para escribir palabras, combinar juegos con ejercicio físico siempre que no se moleste a otra gente, etc). Si hacéis hoyos, recuerda taparlos luego para no provocar accidentes de gente que pueda torcerse o partirse algo, si caen o pisan en ellos. Pensad en los demás.

- si con el calor, y la consiguiente sed que acarrea, se compran los paquetes de refrescos/cervezas que vienen con la “red” de plástico para agarrar y transportar, por favor, tomaros cinco minutos para, antes de tirar este plástico con círculos o anillas, cortarlo de manera que queden todos los círculos “abiertos” ya que con frecuencia terminan en el mar o en el campo y acaban provocando que muchos animales queden atrapados por estas “anillas” que terminan asfixiándolos o cortándoles la circulación de las extremidades, muy poco a poco, de la manera más cruel y dolorosa posible. Apenas supone unos minutos y evitará la agonía de animales indefensos.

 - no tiréis por la ventanilla del coche, ni cuando paseéis o estéis fuera de casa, todo tipo de basura (envoltorios, goma de mascar, pañuelos y servilletas de papel, latas de refrescos y botellas, plásticos inservibles, …) a las cunetas, aceras, caminos,… contribuyendo a hacer de nuestro país un estercolero. Si es vuestra (nuestra) tierra y no la cuidáis, ¿cómo esperar que los visitantes la respeten y cuiden, si no lo hace su propia gente?. Hoy día es todo un logro dar con un metro de cuneta libre totalmente de basura. Da repulsión ver las imágenes de toneladas de basuras abandonadas en las playas, cunetas, … para que limpiadores y otros trabajadores municipales “hagan su trabajo”, como se justifican muchos de los que abandonan tras de sí sus basuras. Nos sorprenderíamos lo mucho que cambiaría el aspecto de nuestro país con cada pequeño gesto que hiciéramos todos para con él (me resultó realmente toda una lección de civismo cuando leí hace unos años cómo tras la Segunda Guerra Mundial, Berlín quedó convertida en una escombrera consecuencia de los intensos bombardeos; ante la ingente, casi imposible tarea, de limpiarla antes de reurbanizar la capital, se recurrió a la colaboración ciudadana pidiendo que cada ciudadano que pasara cerca de cada montículo de escombros llevara en su bolsillo, mochila o maletín de trabajo unos trozos de piedras que pudieran acarrear, hasta las zonas designadas para depositarlos; en apenas unos pocos años toda la ciudad quedó limpia y lista para acometer las nuevas obras).

- sed conscientes de que todo lo fabricado con plástico, aluminio, … tarda miles de años en degradarse así que no dejes tras de ti packs de tetra brick, latas, tapones y elementos de plástico ya que contaminarán irremediablemente el entorno y terminarán, de una manera o de otra, volviendo a ti o a tus seres queridos (cadena trófica). Por ello, opta por las ideas tradicionales (los cestos de mimbre y/o tela frente a las bolsas de plástico, a la vez que se revaloriza la artesanía del mimbre ya muy perdida, la tradicional nevera donde cabe bastante comida en fiambreras y bebidas fresquitas, optando por la fruta en lugar de galletas y dulces –no tan saludables, y sobre todo, con mucho envoltorio no biodegradable (por cierto, no caigáis en la trampa de comprar productos en cuyos envoltorios pone "reciclable", es puro marketing, todo es en teoría susceptible de ser reciclado, únicamente se necesita tecnología que pueda hacerlo, lo cual no significa que no vaya a contaminar igual o más que otro producto; ante la duda, mejor el envoltorio de papel no plastificado)-.

- llevaros la comida hecha, desde casa, o comprar algún bocadillo en un bar o supermercado cercano al lugar donde vayáis a pasar unas horas, impulsando así la economía local. Por favor, renunciad a hacer fuegos, no es necesario y pueden generar la irremediable pérdida de bosques y entornos medianamente naturales que ya de por sí se encuentran en un equilibrio sumamente inestable. No contribuyas a transformar nuestro país en un erial sin vida natural, que con el tiempo pasará a ser una sucesión de urbanizaciones aglomeradas para convertirse en el geriátrico de Europa. Los bosques, además de pulmones naturales, dan tranquilidad, bellas vistas, excelentes aromas y son el hogar de una bella fauna y flora. Afortunadamente, por otro lado, nuestro país es uno de los más variados en relieves, microclimas y morfologías. Contribuye a protegerlo y que se preserve de manera natural. Ganaremos todos.

GRACIAS.

Recuerda que si picas sobre las imágenes, se ampliarán.

Dicho ésto, voy a pasar a mostrar originales alternativas que he encontrado en la red para tener a los pequeños (y a los que no lo son tanto), entretenidos sin estar en el agua (a veces olvidamos que puede ser traicionera) y dando rienda suelta a su imaginación. La idea es hacerse con un buen arsenal de conchas, caracolas, piedras bonitas, y cristales pulidos por las olas. Ya en casa, ¡imaginación al poder!, requiriendo de elementos baratos y fáciles de adquirir, como colas, pinturas témperas, esmaltes de uñas, lana y pegatinas.

            Comenzamos con las “cáscaras variadas”:

Si se les pegan imanes, o pegatinas para colgar ganchos de cocina en su parte interna, obtendremos originales elementos de decoración.

Si sois de los que preferís una buena o bonita pecera, ¿qué os parece recurrir a los recipientes de cartón en los que vienen los huevos? ¡Podréis hacer incluso bergantines!.

Si sois de los que preferís una decoración algo más seria, con algo de arcilla o escayola y un poco de cartón…(el agua azul la podéis lograr sacando del rotulador azul la "carga o cartucho de tinta" -suele ser un tubito que se extrae fácilmente por la parte opuesta a la punta del rotulador- sumergiéndolo en el agua y agitando)

Pero además de decorativo también puede ser práctico, como por ejemplo el siguiente divertido portalápices, originales palitos de cóctel o de tapas variadas para sorprender a nuestros invitados, portafotos de toque marinero o incluso sorprendentes servilleteros:

Pasemos ahora a las piedras pulidas por las olas o por las aguas de un río, los llamados "cantos rodados",  rolling stones, vamos…

 Aunque sin duda las ideas más originales surgen cuando se combinan los distintos objetos que se pueden recoger en una playa o pantano:

Objetos decorativos para el hogar…

O para puertas y terrazas.

Y para los que están sumamente aburridos, ahí van unas ideas “para nota”: hacer figuritas con trozos de nácar, pequeñas caracolas…¡¡hasta forrar un mueble entero con ellos!!

(lo bueno es que si ponemos al niño o niña de 8 años a hacerlo, para cuando termine ya está para jubilarse, sin que sus padres hayan padecido problemas de adolescencia, llegadas de madrugada, etc…).