Esta entrada la realizo atendiendo a la información que me ha facilitado de manera desinteresada una persona preocupada por el patrimonio español y por su protección. Gabriel, que así se llama esta persona, por motivos de trabajo se vio visitando las cercanías de la localidad de Jánovas (Huesca).
Esta población, como otras ubicadas en el pirenaico valle de Ara, fueron expropiadas y abandonadas allá por la mitad del siglo pasado, cuando la empresa Iberduero (hoy Iberdrola) planeaba llevar a cabo un pantano que finalmente nunca se construyó.
Gabriel me comentaba que, el año pasado, el pueblo -como otros del valle- se hallaba en total estado de abandono. Y es una pena ya que la arquitectura de montaña que muestran todas sus construcciones le dan un encanto peculiar. Sin embargo, no es ésto lo único que se debe lamentar ya que la iglesia, que está en igual estado de abandono, presenta toda una colección de frescos de gran calidad que deberían ser protegidos como parte de nuestro patrimonio singular. Destacaba la facilidad para acceder a estos despoblados por parte de cualquiera, siendo frecuentes los expolios, graffitis, hogueras encendidas, basuras tiradas, etc. Es lamentable.
Es cierto que la riqueza patrimonial de la Península Ibérica es más que considerable y que por eso mismo se requiere bastante presupuesto para mantenerlo, inventariarlo, preservarlo, protegerlo de expolios y darlo a conocer, pero es un esfuerzo que creo que merece la pena tanto para beneficio propio como para atraer al turismo. En otra entrada ya hablé de "la operación helmet" y del expolio al que está permanentemente sometido nuestro país, asunto que creo que nuestros políticos y autoridades no toman suficientemente en serio. Es una pena dejar que estas localidades y su contenido vayan siendo mutiladas y destrozadas mientras la sociedad mira hacia otro lado. Creo que es tarea de todos implicarnos en su protección y evitar que toda esta riqueza artística desaparezca.
Las fotos las tomó con la cámara del móvil en una breve pausa de su trabajo así que, aunque algo borrosas, cumplen su misión de dar a conocer las bellas pinturas expuestas a la intemperie sin ningún cuidado ni control.
Documentándome en Internet sobre el asunto, he visto que en 1993 Endesa adquirió la concesión de explotación hidroeléctrica del presunto pantano que finalmente no se construirá, así que en este año al menos una decena de propietarios han firmado con la empresa la reversión de tierras y casas. Las obras de reconstrucción de la antigua escuela ya han empezado. Sin embargo, la tarea de restauración y rehabilitación del pueblo va a ser costosa. Para una mayor información, aconsejo visitar la siguiente noticia sobre la localidad aragonesa.
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