viernes, 10 de julio de 2015

Jesucristo y los Merovingios


          De entre las cuestiones que más me están haciendo diversos lectores de mi última obra “Jesús y otras sombras templarias” abundan las que se encuentran relacionadas con los merovingios y su entroncamiento con el linaje del Jesús cristiano defendido por obras tales como “El código Da Vinci”. Por eso y para no repetirme voy a centrar esta entrada en este asunto.

Quiénes eran los Merovingios
          Es lo primero que debemos plantearnos. Una vez que Los Hunos iniciaron su marcha hacia Occidente, provocaron una reacción de desplazamiento poblacional delante de ellos, de gente que huía de estos temidos guerreros. El Imperio Romano, ya decadente, contrató a Los Godos para hacer frente a estos invasores. Pero a su vez Los Godos fueron desplazándose hacia el Atlántico tratando de ganar terreno a Los Hunos. En esta vorágine migratoria el Imperio Romano sucumbirá a manos de los propios godos que tratan de hacerles cumplir los acuerdos acordados.
            En este avance, los distintos pueblos godos se instalarán en tierras de la actual Francia. Una de sus dinastías será la de Los Merovingios, iniciada con Meroveo, contemporáneo a la desaparición de Atila a mitad del siglo V. Le sucede Clodoveo que, viendo en la complicada batalla en la que se impone a los alanos la intervención de Dios, se convierte al catolicismo convenciendo a su esposa Clotilde para que haga lo mismo. Poco después, en el siglo VI, vence a los visigodos que pasan a ocupar la Septimania (Languedoc o zona sur de Francia) y Península Ibérica, quedando los merovingios como reyes de una amplia zona que abarcaba los territorios actuales de Francia, Bélgica, Alemania y Suiza. En la imagen se observa un mapa en el que se muestra la extensión del territorio que constituyó el reino merovingio.


           Los merovingios se caracterizarán por tener entre sus tradiciones un origen semidivino, la creencia de que como pasara con el mítico Sansón, la fuerza de ellos iba en consonancia con sus melenas y la facultad de poder sanar con la imposición de manos, entre otras cosas.
         Debido al escaso interés que los monarcas merovingios tuvieron por las cuestiones políticas y de gobierno, decidieron hacer recaer tales decisiones en sus mayordomos o consejeros reales, del linaje de Pipino. Al ser conscientes del poder que manejaban, este linaje de consejeros se propuso conspirar en la sombra para eliminar a los merovingios y coronarse ellos, cosa que terminaron haciendo. De esta manera Carlomagno llegó a ser emperador de Francia, entre otros descendientes de los mayordomos reales.


































Árbol filogenético de los monarcas merovingios

Los Merovingios ¿y Jesús?
         Como explico detalladamente en mi citado libro, esta creencia se basa en diversas tradiciones que hacen desembarcar a María Magdalena embarazada, acompañada de una sirvienta (Sara, que en otras versiones es la hija de María) y José de Arimatea en la zona de Marsella. La hija de Magdalena y Jesús, si no un descendiente suyo, acabará casándose con un merovingio y ya tenemos construida la historia.
        A este conjunto de tradiciones se añade una nueva, que ha hecho rica a un pueblo: Rennes-le-Château, en el prepirineo francés, donde un cura dijo haber encontrado unos pergaminos en el suelo de la iglesia de la Magdalena y en los que supuestamente se mostraba el linaje desde los merovingios hasta personajes de su tiempo, lo que según algunos autores con ganas de vender libros, fácilmente defendieron una turbia trama de supuestas órdenes secretas, descendientes de Jesús, y pagos de ingentes sumas de dinero a cambio de  silencio. Nuevamente remito a mi libro para ver todos estos detalles e hipótesis.

Detalle de la entrada de la iglesia de la Magdalena, en cuyo dintel el cura Saunière mandó tallar la frase “este lugar es terrible” y cuya pila de agua bendita está sostenida por el diablo Asmoideo. A su lado, estrella realizada con lugares destacados en la trama de Rennes-le-Château, que trato con detalle en el libro, así como el simbolismo de los elementos de la iglesia de la Magdalena, remodelada por el cura Saunière y que no analizaré aquí por cuestión de espacio.

¿Sabías que…?
          Entre las cosas curiosas relacionadas con los Merovingios y que ha tenido escasa trascendencia en la literatura citaré dos detalles:

- El mismísimo Napoleón Bonaparte escogió como segunda esposa a una noble cuyo linaje estaba emparentado con los merovingios; de hecho encargó un detallado análisis filogenético de su esposa a prestigiosos académicos de París.

- Hubo merovingios también en España. Se sabe de varios matrimonios ocurridos entre merovingios franceses y visigodos peninsulares para sellar determinadas alianzas.

Mi opinión al respecto
         Es una hipótesis que carece de datos certificables claros. Me parece un compendio de tradiciones, rumores, deseos y teorías conspirativas que se han ido creando como castillo de naipes, sustentándose entre sí. Respecto a la trama de Rennes-le-Château, únicamente hubo un cura con muy poca ética para traficar casi con todo lo que tuvo a mano, sin respetar sus votos. y un ama de llaves que mantuvo las teorías fantasiosas que se perfilaron como filón de oro y de cuidados gratuitos en sus últimos días, por parte de buscatesoros que comenzaban a llegar al olvidado pueblo.
         Y aún en el supuesto de que fuera cierto, ¿qué relevancia puede tener que exista actualmente una persona que tuvo en el siglo I d.C., una hija de Jesús como pariente?, ¿qué llevaría de él, un glóbulo rojo, un cromosoma, …?. Insignificante.

Dos de los supuestos tres pergaminos encontrados bajo el altar de Rennes-le-Château y que, codificados, contienen la localización de tesoros. Se sabe que Saunière consultó a otros curas especializados en criptografía y lenguas para decodificarlos. Personalmente considero ciertos tales contactos pero más me inclino a pensar que los buscó para que le realizaran estos burdos pergaminos sobre los que montar su burbuja de tesoros y conspiraciones que para traducir nada que hubiera encontrado el cura. De hecho el sillar visigótico donde se dice que estaban ocultos los documentos no tiene sufuciente espacio para estos pergaminos, como puede apreciarse en el museo que hay en la localidad francesa donde se exponen.


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