El mundo está cada vez más
paranoico o, como bien decía el escritor Santiago Camacho en uno de sus libros,
“conspiranoico” (paranoico + conspiraciones), viendo tramas peligrosas en prácticamente
cada hecho cotidiano, a nuestro alrededor. Cada día son más los que opinan que
hay un selecto grupo de personajes influyentes conspirando en la sombra y
manejando los hilos del mundo.
Ya
Albert Einstein “profetizó” en su día: “Temo
el día en que cualquiera me atribuya una frase y todo el mundo se la crea. El
día en que una generación de idiotas con tecnología se crea todo lo que dicen
otros demostraré mi teoría de que la estupidez humana es infinita”,
añadiendo: “Temo el mundo en que nuestra tecnología sobrepase nuestra humanidad. El
mundo sólo tendrá una generación de idiotas”. Pues bien, hoy más que nunca
parece que estamos en esa situación, ya que cada día hay menos relaciones
sentimentales estables, las muestras de inhumanidad se encuentran por doquier,
donde ya no se declaran guerras pero se piratean países por Internet,se
bombardea con drones, unos países invaden otros derribando aviones de civiles
ajenos al conflicto (Rusia en Ucrania), las minorías menos votadas gobiernan
ayuntamientos echando a los grupos más votados (España), un país al borde del precipio es ayudado por otros que comienzan a asomarse también al abismo (la España en crisis, al borde del rescate) en forma de ayuda económica y el país ayudado (Grecia) se niega a devolver el préstamo; y gentes con
mentalidades del Medievo degüellan a sus semejantes, secuestran niñas para
convertirlas en esclavas sexuales y destruyen hasta los cimientos los vestigios
de grandes y milenarias culturas.
En
todo este sinsentido resurge una nueva idea conspiranoica señalando a la Sociedad Bilderberg
(llamada así en honor al primer sitio donde se reunieron) como el poder en la
sombra que maneja las riendas del mundo a corto y medio plazo. Es sabido que
los personajes más relevantes de la actualidad social (empresarial) y política
han estado presentes en al menos una de las sesiones celebradas a puerta
cerrada por esta sociedad. Gracias por ejemplo a los comentarios de Esperanza
Aguirre (condesa de Bornos, grande de España y expresidenta del Partido Popular
en la Comunidad
de Madrid) sabemos que en dichas reuniones se concede a cada miembro un
minuto exacto para hablar, y que no dejan de ser reuniones de gente influyente
comentando la actualidad política y económica de cada momento, tratando de
ofrecer distintas salidas a los problemas que van surgiendo.
Así
por ejemplo sabemos que la Reina madre española, Doña Sofía, formó parte de
esta sociedad durante bastantes años (de hecho en ella se acordaban muchas de las acciones humanitarias que luego pondría en marcha). También al líder de la oposición del
grupo socialista, Pedro Sánchez, se le invitó a asistir a una de estar reuniones,
al igual que asisten importantes personajes del panorama político mundial, siendo tal vez el próximo presidente de España.
Pero
quiero lanzar desde aquí una llamada al raciocinio y al sentido común. O ¿es
que alguien se cree que con meras visitas esporádicas y puntuales de los
distintos jefes de estado a otros países se fragua el devenir del mundo?, ¿o se
creen que se realiza tirando de llamadas de teléfono o de skype?. Eso sí sería
ilógico e infantil pensarlo, por no hablar de que, gracias a los piratas
informáticos, esas conversaciones terminarían siendo más públicas que si las
realizaran a viva voz en la plaza del pueblo.
En
su último libro publicado, Cristina Martín Jiménez –más bien una actualización
del libro sobre el club Bilderberg que lanzara en 2005, 2007 y 2010- trata de
señalar a este oscuro grupo como una poderosa sociedad que mueve los resortes,
indicando que desde el asesinato de Carrero Blanco hasta la incorporación de
España en la OTAN
o incluso la abdicación de Juan Carlos en su hijo Felipe VI fue orquestada por
dicho selecto club. Sin embargo la realidad tal vez sea bien distinta.
Libro
de la periodista Cristina Martín e imagen de la primera reunión de la selecta
sociedad de Yale (USA), Skulls & Bones.
Tanto Cristina
Martín como otros autores que se han centrado en el club Bilderberg no han
dejado de señalar que numerosos personajes importantes en nuestra sociedad
actual y pertenecientes a otras sectas y órdenes como Skulls & Bones y los
Masones, asisten a las reuniones del club Bilderberg. Sin embargo, insisto, si aplicamos el sentido
común es algo evidente hacer tales afirmaciones ya que los partícipes en esas
reuniones son gente influyente. Muchos de ellos son millonarios, dirigen
poderosas empresas internacionales,.. No hay nada de conspirativo en que esta
gente de peso se reúna entre sí para acordar tratos, estrategias económicas a
seguir que les permitan seguir obteniendo ingresos,… ¡¡con los que no van a
reunirse para tratar cuestiones económicas será seguramente contigo o conmigo,
normales ciudadanos preocupados por tratar de llegar a fin de mes con nuestros
modestos salarios!!.
Para mi esas
maquiavélicas conspiraciones mundiales no dejan de ser meras leyendas urbanas
ya que cualquier reunión entre empresarios relevantes, banqueros consolidados y
políticos influyentes siempre acabará trayendo consecuencias sociales. En este
sentido no veo mayor temor entre las reuniones del club Bilderberg y las que
puedan producirse en el seno de la Unión
Europea, por ejemplo.
De hecho, si
se pone un poco de atención en los personajes de las sucesivas reuniones, se
verá que han ido cambiando. Es decir, no son “socios permanentes” por así decirlo sino que
en cada reunión se concentra lo más granado del panorama político mundial del
momento, con más peso potencial. Es decir, si un país logra destacar entre el
resto, sus principales dirigentes políticos sin duda ocuparán sillas de honor
en la próxima reunión de la Sociedad Bilderberg, pero si de pronto tal país
sufre una revuelta interna que lo desestabilice, sin duda en la siguiente
reunión estará ausente en las negociaciones, pasando sus butacas a ser ocupadas
por el nuevo país destacado. Con esto quiero decir que me parece tan erróneo el
hecho de tratar de ver una sociedad fría, manipuladora y moviendo las fichas del ajedrez
mundial en las reuniones de esta Sociedad como no acusar de lo mismo a las
cumbres del G8 (los líderes políticos de las ocho naciones con mayor peso político, económico yo militar), por ejemplo. En ambos casos son reuniones de los políticos de
las principales potencias del momento acordando los siguientes pasos a seguir a
corto y medio plazo. Usemos el sentido
común.
En la imagen, manifestaciones populares en Alemania contra la reunión del G8 en dicho país este año. A la derecha, los líderes políticos del G8 reunidos de Japón, Alemania, Rusia (si bien desde la independecia de Crimea y la adhesión a Rusia o a "la federación rusa" y sus conflictos en Ucrania, está en entredicho), Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Canadá e Italia.
Y para cerrar la entrada con los mismos argumentos de Albert Einstein que la abrió, sí, comienzo a echar en falta a la gente que se cuestiona lo que lee en internet. Hay muy pocos filtros que quiten calumnias o falsas verdades en la red. Por otra parte, abunda la mala educación. Sin ir más lejos el último comentario que borré en este blog por improcedente, cargaba contra mi por las altas dosis de patriotismo que destila (dicho claro está, en un tono y lenguaje nada respetuoso) al mostrar yo la realidad de los sucesos que rodearon a la Armada Invencible. Se me puede acusar de patriótica, no digo que no, pero si lo que digo y muestro está respaldado por hechos y documentos de la época, deja de ser patriotismo para tratar de hacer honor a la verdad, en lugar de seguir manteniendo manipulaciones como que Drake, un marinero de conducta ejemplar (cielo santo, habrá que ver qué harían los que no la mostraron) arrasó Cádiz cinco meses después de haber muerto en aguas del Caribe a manos de los españoles que, por cierto, se encontraban en un número tanto de barcos como de hombres muy inferior. El ofendido comentarista protestaba que Drake no murió por causa de los españoles, que miento. Lleva toda la razón este comentarista de malos modales, miento, o mejor, no digo toda la verdad. No sólo murió Richard Drake sino que en las continuas batallas contra los españoles -que fueron desastrosas para los ingleses- murió no sólo Drake sino también su primo, John Hawkins, quién también formó parte de la flota contra la Armada Invencible, además de más de 2.500 soldados ingleses; los españoles se hicieron con tres buques enemigos y otros 17 barcos ingleses más fueron abandonados o acabaron yéndose a pique (hundidos). Tal es así que a día de hoy no se sabe dónde yacen los restos de estos ingleses ni de sus buques (hay cazatesoros buscándolos con fervor). Y todo ésto no lo digo yo, lo dicen los hechos y los documentos, tiene amplia bibliografía, sólo hay que documentarse ... ¿o no lee esos libros por "patrióticos"?. No se preocupe, un día de estos le dedicaré una entrada sobre el fin de Drake para evitar que pueda envenenarse leyendo libros que no le digan lo que usted quiere oír. Pero sospecho mucho que tampoco le agradará lo que exponga en mi entrada. En ese caso, le rogaría que sus improperios se los guardara para usted; tengo debilidad por la buena educación, qué se va a hacer, nadie es perfecto...
En fin, que a las palabras de Albert Einstein yo le añadiría la bella frase de José Ortega y Gasset: "Siempre que enseñes, enseña además a dudar de lo que enseñas."
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