sábado, 2 de mayo de 2015

La entrada de México en la Segunda Guerra Mundial


       Es bastante desconocido que México declaró la Guerra al Eje (Alemania – Italia – Japón) y que esa decisión fue obligada por los sucesivos ataques de submarinos alemanes a petroleros mexicanos. En la década de los cuarenta, México iba progresando y modernizándose gracias a una naciente economía basada en la exportación de crudo a otros países emergentes, como era el caso de los Estados Unidos de América. El intento de frenar cualquier tipo de ayuda y suministro a este país por Alemania hizo que submarinos alemanes atacaran, sin previo aviso ni declaración de guerra, a buques de un país neutral que ejercía el derecho internacional de exportar sus productos a los diferentes países con los que mantenía legítimas relaciones comerciales.

      Es cierto que México era un país por el que no tenían muchas simpatías algunos de los países del Eje. Cuando en 1935 la Italia fascista atacó y se anexionó Etiopia, México fue uno de los países que participaron en el bloqueo a Italia, suspendiendo la exportación de combustibles, metales y otras materias primas a este país y dejando de importar artículos italianos, lo que irritó bastante a este país europeo. Tampoco gustó demasiado a Alemania que el gobierno mexicano reconociera a los gobiernos en el exilio de Austria y Checoslovaquia, tras ser atacados y anexionados estos países en 1940 por Alemania. Tampoco tenía la simpatía de gobiernos aliados de Alemania, como la España fascista, cuando años antes mantuvo su reconocimiento al gobierno republicano derrotado y recogió a barcos de españoles republicanos que se exiliaban ante la amenaza que representaba el dictador Francisco Franco, que gobernaba por entonces en España.

 En la imagen, distintas escenas de republicanos españoles exiliados en México. Entre ellos se encontraban intelectuales de la talla de la escritora María Zambrano, de los poetas Luis Cernuda y León Felipe, o narradores como Francisco Ayala, entre otras personalidades.


      Por otro lado, la situación geopolítica de México, su vecindad con EE.UU. y la marcada tendencia, clave para el progreso económico de ambos, de suministrar petróleo mexicano a ese país, que después distribuía a países aliados, hacía de México una amenaza potencial a los países del Eje. Esta amenaza se acentuó en 1941, al atacar Japón a EE.UU (comentado aquí). México, de acuerdo con  los compromisos contraídos, rompió sus relaciones diplomáticas con el Eje y reanudó relaciones con Inglaterra, que estaban rotas desde marzo de 1938 cuando se produjo la expropiación petrolera.
      Por todo ello, los Estados Unidos Mexicanos sufrieron sucesivos ataques de submarinos alemanes, que concluyeron con el hundimiento de varios de sus petroleros. En mayo de 1942 fueron atacados dos de ellos. También al sur de Miami, en EE.UU., se atacó y hundió el petrolero mexicano “Potrero del Llano” por el submarino alemán U-564. El torpedo lo partió en dos, quedando una parte parcialmente fuera del agua. La otra descansa a poca profundidad. Murieron 14 de los 35 ocupantes. Transportaba 46.000 barriles de crudo en sus 6.132 toneladas de desplazamiento.  
    Al norte de La Habana, en Cuba,  descansa el petrolero mexicano “Faja de Oro”, de 6.000 Tm, hundido por el submarino alemán U-106. Volvía a Tampico tras descargar 56.000 barriles en EE.UU. Murieron 9 de los 36 marinos, incluyendo el capitán. Fue la gota que colmó el vaso motivando que México entrara en la Guerra.


    Una  delegación mexicana remitió en Suecia una nota de protesta del Congreso  a los países del Eje, que se negaron a recibir y a contestarla, por lo que México declaró la guerra al Eje el 22 de mayo de 1942. A partir de entonces, cuatro petroleros mexicanos fueron atacados por submarinos alemanes: el 26 y el 27 de junio fueron atacados y hundidos por el submarino alemán U-129 los petroleros “Tuxpan”, de 7.000 Tm, frente a las costas de Veracruz (México) -murieron 4 tripulantes-  y “Las Choapas”, de 3.000 Tm -murieron 3 tripulantes-. Frente a Houston (EE.UU.) descansa el petrolero mexicano “Oaxacar”, de 3.800 Tm, hundido el 27 de Julio de 1942 por el U-171, falleciendo en el ataque 6 tripulantes.  A 100 Km de Tampico y a 38 Km de Punta Jerez, frente a las costas de Tumaulipas, reposa el  petrolero mexicano “Amatlan” de  6500 Tm, hundido el 5 de Septiembre de 1942 por el submarino alemán U-171. También hubo muertos. El petrolero “Juan Casiano”, de 7.100 Tm, fue hundido frente a las costas de Georgia (EE.UU.) el 19 de octubre de 1944 por U-Boat alemán. Murieron junto con el capitán, 20 tripulantes.


        Tras esos hundimientos, México estrechó lazos de cooperación con los países que luchaban contra el Eje y envió un escuadrón aéreo, el 201, integrado por 300 expedicionarios bajo bandera mexicana a luchar en las Filipinas, en la Bahía de Luzón, realizando más de cincuenta misiones de guerra junto con las fuerzas aéreas estadounidenses. No hubo más aportación de tropas porque el entonces Presidente general Manuel Ávila Camacho era consciente del rechazo de su pueblo mexicano al reclutamiento general y prefirió mostrarse cauteloso.


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