lunes, 2 de septiembre de 2019

Los mejores sitios para bucear en las costas del norte español

            Como lo prometido es deuda, en este último artículo sobre lugares de inmersión en España quiero hablar sobre las costas del norte español. Antes debo explicar que tratar en esa parte  GALICIA como si toda la región estuviera bañada por el Mar Cantábrico no es correcto. Justifico esta decisión para no dividir el gran litoral gallego, que con más de 1500 km de costa (144 en Lugo, 956 en La Coruña y 400 en Pontevedra) sin contar  las islas e islotes que se esparcen frente a la costa gallega, conforma una costa singular a dos mares, con multitud de entrantes y salientes, muy escarpada, en la que destacan grandes rías que fracturan la costa creando playas arenosas y hermosos y abruptos cabos como el de Estaca de Bares, que marca el límite entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico, o el cabo Ortegal junto a los acantilados de Teixido que invita a una inmersión experimentada en profundidad o por paredes y grutas, al igual que en el cabo Prior al norte de Ferrol (no llega ser el promontorio más al norte, ese honor le corresponde al de Estaca de Bares).

En la punta de San Adrián, cerca de Malpica, se puede bucear entre islotes y ya en Malpica se puede hacer un buceo de esnórquel. La ría de Betanzos muestra playas arenosas con golfos. Al sur de la ría de Camariñas está el cabo Touriñán, al que le corresponde ser el punto más occidental de la comunidad, sin olvidar el cabo de Finisterre, que fue el fin de la tierra para los romanos (Finis Terrae). Muchos pecios que no pudieron con las fuertes corrientes, el terrible viento y las impetuosas tormentas que acercaron fatalmente a muchos navíos al alcance de sus islotes, descansan por sus costas. No en vano estamos hablando de La Costa de la Muerte. La inmersión allí en general es peligrosa por los motivos señalados. Se aconseja el buceo más al norte, en la zona de Malpica o Mugía,y si se desea por paredes se debe acudir más al sur, a la Playa de Acoradoiro.

            También las amplias rías gallegas son buenos accidentes geográficos para formar playas arenosas, algunas con dunas, que invitan al esnórquel. Hay muchas y están divididas en Rías Altas y Rías Bajas, según estén al norte o al sur del cabo de Finisterre, respectivamente. En  las Rías Altas, la de Ribadeo, donde la desembocadura del río Eo marca la frontera con Asturias, el Faro de Isla Pancha ofrece un paisaje de ensueño. En esta zona, si el mar lo permite, se puede hacer un buceo de esnórquel entre islotes o por las playas arenosas de la desembocadura de la ría. Ocurre lo mismo en la ría de Ortigueira, en que la que su amplio trazado interior da mucho juego, al igual que la ría de Ferrol, en donde se puede bucear por paredes en la costa que rodea el castillo de San Felipe. En la ría de Foz, frente a San Cosme se forma una especie de lago protegido que invita al buceo de iniciación. En la bahía que forma la ría de Viveiro se puede hacer esnórquel  entre rocas en la zona de Covas. Buen lugar para bucear es también la zona de Burela y la de Foz.
            Las Rías Bajas son de mayor extensión, todas mueren en el Atlántico y sus múltiples bahías y recovecos dan buenas posibilidades para el buceo. En las de Muro y Noya existen hermosas playas y zonas escarpadas, como en los alrededores de Esteiro. En el bajo de “As Rouxas” se puede realizar una inmersión de profundidad entre enormes rocas y cuevas a profundidades de entre 6 y 14 m, con buena visibilidad; el buceo por los fondos arenosos se hace sobre un jardín de gorgonias entre una rica fauna marina. La Ría de Arousa es la más grande de las rías gallegas. Se desplaza al norte con la Sierra del Barbanza, lo que permite el buceo por una costa rocosa derivada de la mencionada cadena montañosa. Junto a la isla de Arousa se puede realizar inmersión por los paisajes submarinos más impresionantes de toda la costa gallega, nadando entre grandes bancos de bivalvos, sobre todo cerca del puerto de Ribeira. Son aguas extremadamente ricas, con multitudinarias granjas de mejillones y gran variedad de fauna marina, martín pescador, esponjas, abanicos de mar, crustáceos, equinodermos y tunicados. Se puede realizar inmersión de profundidad al este del Faro de Punta Cabalo. Al otro lado de la isla de Arousa nos encontramos con la isla de Rúa, un montículo granítico que surge desde 30 m de profundidad y es una zona interesante para hacer diferentes variedades de buceo, si bien hay que tener en cuenta las corrientes marinas. En la Barra de Rúa se puede bucear en medio de una rica fauna marina de roca. Cuando desde la superficie se realiza una inmersión por las laderas hasta el fondo, se encuentran pequeñas grutas y grietas con muchos crustáceos y hermosos contraluces. En la parte oriental de la isla podemos bucear por enormes rocas con diferentes formas, entre las que destaca una enorme losa granítica colocada sobre tres rocas análogo a un bello monumento megalítico (El Dolmen). Cerca podemos visitar a la “Estrella de Honduras” (Luidia ciliaris), una gran estrella de mar de siete brazos con dimensiones próximas a los 60 cm de diámetro. También se admite este tipo de buceo en la profunda Ría de Vigo. En las Rías Bajas es fácil avistar cetáceos, sobre todo en cabo Sillero o cabo Home; también en San Simón Bayona o en Cala. Frente a su desembocadura están las Islas Cíes, en el “Parque Natural de las Islas Atlánticas”, que es el lugar de referencia de inmersión en Galicia.

Sus frías aguas encierran una fauna marina propia y unos fondos limpios y rocosos donde abunda el centollo, el pulpo, el rodaballo, el lenguado, el erizo de mar… y, si hay suerte, delfines; por sus costas se permite el esnórquel, donde se verán mejillones, bígaros, o camarones, entre otras especies. Si se pretende bucear por los fondos se aconseja siempre el traje de neopreno y la botella de buceo; la mejor fecha es el verano y las inmersiones se pueden ampliar a las otras islas del parque, como los archipiélagos de Cortegada, Sálvora y Ons, frente a la salida de la Ría de Pontevedra. Una de las mejores inmersiones en esta ría se puede realizar en A Fenda, integrado por un pasillo que formaron piedras desprendidas del acantilado y que tienen sus paredes saturadas de percebes. Si lo que deseas es iniciarte en este deporte, a la salida de esta ría tienes el lugar ideal en la Playa de Lagos. Cerca de ella, en la Punta Centoleira, se puede realizar inmersión por acantilados.
            Si se trata de bucear por pecios, estamos en una de las mejores zonas. Son muchos los historiadores que señalan que allí está el cementerio naval más grande de Europa, dicen que hay más de 300 barcos hundidos de interés, aunque la cifra total es mucho más del triple, señalemos algunos. Cerca de Vigo se puede bucear por el pesquero vasco de 40 m de eslora “Achondo”, hundido en 1986 tras encallar contra los bajos conocidos como “La Negra”. Se encuentra tumbado sobre su costado de babor entre 24 y 38 m de profundidad.  Se puede visitar la cubierta, los mástiles, la sala de máquinas y el castillo de popa, entre congrios.  En las Islas Estelas descansa a 13 m el pesquero “Antártida”, al que una fuerte  marea lo lanzó en 1987 contra el bajo de los Carallones; se puede visitar este pecio en buen estado en una inmersión fácil. También en la Ría de Vigo, entre la isla de San Simón y el Puente de la Modernidad, se encuentran sumergidos los “Galeones de Rande” (19 galeones españoles de la flota de Indias, escoltados por 22 buques franceses) como resultado de la batalla contra una flota anglo-holandesa en 1702. Reposan emblemáticos galeones como el “Santísima Trinidad” y buques franceses como el “Solide” o el “Le Fort”, entre otros, a profundidades de entre 3 y 26 metros. Se necesita permiso de buceo. Cerca reposan las fragatas francesas “Hermine”y “Malicieuse”, hundidas en 1781 en plena “Guerra de los seis años” en enfrentamiento con navíos ingleses. Hay también tres submarinos U-BOOT (U-134, U-506 y el U-523) que tomaban como refugio la Ría de Vigo, hundidos durante la Segunda Guerra Mundial, por los aliados. Se encuentran a gran profundidad. En la localidad de Playa Major, Poncorvo, se puede bucear por el carguero panameño de 110 m de eslora “Afroditi P”, encallado en 1982 en la boca de la Ría de Pontevedra a una profundidad máxima de 15 metros entre centollos y bancos de fanecas. Una inmersión interesante es a los “Barcos Corsarios de Drake”. Tras el saqueo de Vigo en 1589 por una flota inglesa al mando del pirata, les sorprendió un fuerte temporal del sur que hizo que dos de sus barcos encallaran en la costa frente a Cangas do Morrazo. Los lugareños los incendiaron para evitar su reflotamiento. Hundidos a 12 m, sólo quedan dos grupos de dos cañones. Los restos han sido expoliados. Cerca se puede bucear por la patrullera francesa “Barsac” que, en 1940, en plena II Guerra Mundial intentó apresar a mercantes alemanes fondeados en esta zona. La niebla hizo que chocara contra la costa y se hundiera rápidamente llevándose 18 vidas. Los restos están a una profundidad de 8 m. En la isla de Sálvora, Ría Arosa, se puede bucear por el mercante carbonero “Alejandro”, de 50 m, hundido en 1961 a una profundidad de 38 m. El pecio está intacto y es el hogar de bogavantes, centollas, nécoras, fanecas y congrios. Cerca de la Ría de La Coruña, a una profundidad de 91 m, se encuentra el carguero holandés “Anna”, de 50 m, hundido en 1969 cuando hacía la ruta de Teignmouth (Inglaterra) a Génova (Italia), transportando 900 toneladas de porcelana china en polvo. Una tempestad lo volcó y yace tumbado sobre el costado de estribor. En la Ría de Arousa descansa el carguero de 47 m de eslora “Aries” que se hundió en 1977 a 24 m cuando volvía de cargar mármol del Puerto de Garrucha (Almería). El mal tiempo causó problemas en el timón y lo hizo encallar  en Las Lobeiras (Costa Carnota). Admite un buceo fácil. Otro pecio ilustre es el crucero ligero español de 140 m, “Blas de Lezo” que, en 1932, en unas maniobras navales frente a Finisterre, chocó con una de las dos agujas, no marcadas entonces, del bajío de O´Centolo, partiéndose la quilla. Yace a 76 metros de profundidad encajado entre dos enormes promontorios rocosos. Se mantiene de una pieza, con su otrora orgullosa artillería (cañones, ametralladoras, baterías lanzatorpedos) deteriorada. Cerca está el crucero acorazado español de 106 m “Cardenal Cisneros”, que durante unas maniobras en las Rías Gallegas en 1905 chocó con un escollo no cartografiado de los bajos de Meixidos (El Ferrol), que produjo un desgarro de 60 metros por las salas de calderas y de máquinas. Yace a 70 metros de profundidad entre grandes promontorios rocosos. Al oeste de Cabo Prioriño Grande yace desde 1913 el carguero a vapor austro-húngaro “Clara Camus”, que encalló por el mal tiempo cerca del Cabo Villano. Muy cerca reposa  el mercante sueco “Thangoy”, hundido en 1953 por el mismo motivo y a la misma profundidad de 65 m. En los bajíos del Cabo Corrubedo se hundió a 55 m, en 1895, el trasatlántico francés de vela y vapor de 100 m de eslora “Don Pedro” que transportaba emigrantes a América, llevándose 89 vidas de las 130 personas que iban a bordo. Frente a la Ría de Viveiro, tras encallar en Los Bajos Delgados, cerca del Cabo Prior, en 1977, descansa a 45 m de profundidad el mercante “Galdstar” que transportaba 950 toneladas de bórax desde Rotterdam a Barcelona. Cerca está el pesquero “Hermanos José Alvarez” hundido voluntariamente en 2002 a 20 m de profundidad para promover el turismo submarino en la zona. En la Isla de Ons, frente a la Ría de Pontevedra, descansa el pesquero “Cordero González” hundido a 26 m tras una colisión en 1975. Cerca reposa el submarino español “General Mola” (Archimede, regalo de Mussolini). Se hundió a 8 m en 1959 cuando se rompió el cabo de remolque que lo transportaba para desguace. Cerca del Puerto de La Coruña se hundió en 1992 el Petrolero de bandera griega “Mar Egeo”, que procedente del Mar del Norte transportaba 79.081 toneladas de petróleo a la refinería de Repsol en La Coruña, de las que vertió al mar unas 67.000. Por culpa de una maniobra incorrecta o de un golpe de mar, según el capitán, colisionó contra los bajos rocosos de las Xacentes y encalla frente al faro de la Torre de Hércules, partiéndose en dos secciones. Los restos hundidos están repartidos por la costa que rodea la Torre.
La inmersión en ASTURIAS viene obligada por las características abruptas y accidentadas de sus costas, que hacen que a poca distancia exista mucha profundidad, lo que conduce a practicar un buceo experimentado. Uno de los sitios más populares está cerca del Faro de Vidio y se puede iniciar el buceo desde el mismo puerto de Oviñana, donde un camino te señala la senda a seguir y en la que descubrirás una enorme variedad de fauna marina. En la región de Cudillero, con acceso más difícil, se puede realizar un buceo de profundidad en la Playa del Silencio. En aquellos fondos marinos puedes asistir a un hermoso espectáculo de colores gracias a la diversidad de pigmentos que hay en las algas. El Cabo de Peñas es otro de los lugares elegidos, aunque en esta zona el Cantábrico muestra su cara más brava. El buceo hay que hacerlo desde una barca y es alrededor del islote de Erbosa donde puedes encontrar más novedades en el fondo del mar. En la zona oriental, se pueden realizar inmersiones de profundidad desde Llanes hasta Cantabria. Sobre todo entre el Castrón de Santiuste y los islotes de Pesúes. En los acantilados de San Emeterio se puede hacer una inmersión muy interesante entre el entramado existente de galerías y cuevas marinas que los conforman.
También aquí es interesante el buceo por pecios. Cerca del Cabo de Peñas reposa el carguero británico con bandera de Hong-Kong y tripulación india, de 86 m de eslora, el “Stanley Bay”, que trasportaba desde Dublín 5.280 Tm de cinc para la empresa Asturiana del Zinc. En 1986 un fuerte temporal, la temible galerna, desplazó la carga llevándose a 14 de sus 17 tripulantes al fondo del mar. Está hundido a más de 75 m de profundidad, muy cerca del  bulkcarrier vasco “Luchiana,  hundido la semana anterior, y del pesquero, de 35 m “Santa Ana”, hundido en marzo de 2014 al encallar contra las rocas de la Isla de Erbosa. Esta tragedia se debió a un error humano; en esa madrugada el barco navegaba con el piloto automático mientras dormía la tripulación. De los nueve tripulantes, entre los que había un estudiante en prácticas del Ciclo Formativo de Náutica, solo se salvó el patrón del barco, al que encontró el pesquero “Maresco”. Cerca de Ribadesella, al nordeste, descansa el mercante “Luchana” de 144 m de eslora; transportaba 5500 Tm de pirita desde Vizcaya a Turquía en 1992 cuando un fuerte temporal produjo un desplazamiento de la carga, hundiéndose. Descansa a una profundidad media de 55 m. transformado en un arrecife colonizado por actinias naranjas y anémonas que forman el hogar de cientos de peces.; es una inmersión  difícil. Frente a la Ría del Eo, entre la playa de Arnao y el cabo de la Punta da Cruz (en Castropol), yacen los restos de las fragatas españolas “El Galgo de Andalucía” y el “San Francisco”, hundidas en 1719 cuando los ingleses atacaron la ría y, al encontrarse rodeados, las hundieron para evitar que cayesen en manos enemigas; sólo se conservan los cañones con las bolas de munición, y las vajillas.


A 3 km del Puerto de Llanes, cerca de Los Palos de Poo, descansa a 35 m de profundidad el carguero de la Compañía Vasco Asturiana “Pedrosa”, hundido en abril de 1905 cuando realizaba la travesía Bilbao - Avilés. Una vía de agua fue la causa del hundimiento; está muy deteriorado y se pueden visitar las calderas y otros restos desperdigados, repletos de congrios y bogavantes. También en esta costa hay hundidos varios submarinos republicanos. El “C-6” sufrió graves averías, en octubre de 1937, tras un bombardeo nacional al puerto de El Musel. Está hundido cerca del Cabo Peñas a gran profundidad. El submarino “C-5” fue hundido en 1936 frente a Ribadesella por enfrentamiento con buques nacionales. El “B-6” tuvo un enfrentamiento con el destructor nacional “Velasco” y con un remolcador armado, quedando bastante deteriorado. Para evitar que cayera en manos nacionales, tras la salida de la tripulación, el mecánico se hundió con él frente al Cabo de Peñas. 

En una de esas visitas afortunadas, en el Museo de la bella localidad de Luanco (Asturias), coincidí con dos buenas exposiciones: “¡Tierra! El descubrimiento de América” (en la imagen, destacada, la enigmática firma de Cristóbal Colón, que ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones) y “Blas de Lezo, el valor de mediohombre”. Callejeando por las calles, en una tienda de ropa muy juvenil, la mujer que la regentaba, encantadora, me dijo algunos lugares que ver en los alrededores y me regaló un colgante hecho en plata en forma de sol de un petroglifo de la zona, de artesanía local. ¡Mejor no pudo ser mi visita!.

La inmersión en CANTABRIA tiene características parecidas a la astur. Hay tres lugares interesantes en esta región. En la bahía de Santander se puede realizar cualquier tipo de buceo; el mejor lugar para iniciarte o realizar esnórquel es Pedreña, aunque los más eligen la isla de Mouro, dentro de la bahía, ya en la Reserva Natural. También en Los Arcos en San Vicente de la Barquera, sus fondos arenosos guardan una interesante vida marina. En Laredo y sus alrededores se pueden realizar diferentes tipos de buceo, si bien el esnórquel es el más usual. En Langostero, muy cerca del País Vasco, están la Cueva Lucero y la Isla Cotonera. Entre las dos existe una zona ideal para el buceo a través de una especie de pasillos en los que podemos nadar entre langostas y a veces entre bogavantes.
También en esta zona se da el buceo por pecios. Una de las inmersiones más profundas y especializadas es al carguero panameño de 71 m de eslora “Andra”, hundido por las fuerzas navales franquistas cerca de la bahía de Laredo. Llevaba suministro inglés a los puertos republicanos del norte. Está a gran profundidad, 85 m, por lo que se exige una titulación mínima de Trimix Avanzado, y amplia experiencia. Otro pecio interesante, de 116 m de eslora, es el carguero español “Antártico”, que embarrancó en 1959 al oeste de Las Quebrantas, a la entrada de Santander, cuando volvía de Lobito (Angola) transportando 5.000 toneladas de manganeso. Fue partido en dos por el temporal. Está entre 6 y 8 m de profundidad, lo que permite una inmersión fácil. Parte de su estructura se puede ver  en bajamar. Otro pecio que exige una inmersión complicada es el acorazado de 132 m de eslora, “España”, que se hundió en 1937 al chocar con una mina. Está a 6 km al norte de la isla de Mouro, frente a la localidad de Galizano, a una profundidad de unos 70 metros.  Otro pecio es el mercante “Génova Fierro”, de 65 m de eslora, que hacía la ruta de Gijón a Bilbao cargado completamente de carbón y se hundió en  1925 al colisionar con el barco “Antonio” que le abrió una gran vía de agua. Reposa a 55 metros de profundidad a 4 km de La Punta del Pescador. Se rumorea que la causa real del naufragio fue la imprudencia de los capitanes de ambos barcos, que eran hermanos y chocaron cuando se acercaron para saludarse. El carguero a vapor británico “Portugalete, de 72 m de eslora, se hundió frente a Laredo. Es una inmersión difícil, al estar a 66 m de profundidad. Igual que al carguero español “Rio Miera”,  de 55 m de eslora, que sufrió una colisión en 1951 y se hundió a 6 km de Cabo Mayor. Está a una profundidades de entre 38 y 45 metros, en una zona con fuertes corrientes. Junto a él reposa el carbonero noruego “Scotlan” de 51 m. Se hundió en 1938 cargado con 850 toneladas de pirita, por una fuerte galerna cuando cruzaba la barra de Suances que le hizo chocar con las rocas del canal y le impidió avanzar más allá del Cabo Mayor. Está hundido a 48 m.

Imágenes tomadas por mí de Punta Pancha (Asturias, 1), Museo de la Emigración (Colombres, Asturias, 2; ojo, tan curiosa es la exposición como magnífico es “la casa del Indiano” en que se ubica, con bellos detalles decorativos que rezuman masonería encubierta), el fascinante pueblo de Castro-Urdiales (Cantabria, 3) y detalle de un panel junto a la talla de la virgen en la iglesia de Guetaria (País Vasco, 4).

El PAIS VASCO presenta una gran variedad de playas para todo tipo de buceo. Aunque predomina el esnórquel como en Zarauz, Bermeo,  San Sebastián, Urdaibai, Ondarroa, Bakio, y tantas más, hay otras, como la de Lemoiz, o las de Plasencia, Hondarribia y Armintza, que permiten además buceo de profundidad por fondos arenosos con variada fauna. Si te interesa el buceo por pared, uno de los mejores sitios es Aspiroz Reef, donde hay una pared vertical de más de 30 m de profundidad con oquedades y salientes donde puedes nadar por corales. Cerca está Arriandi, que es una especie de montaña de pizarra sobre un fondo arenoso, ideal para el buceo fotográfico. Punta Zuri es una montaña acuática de más de 40 m de profundidad y la inmersión aquí es especializada. En el Cabo Machichaco, situado entre la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y el Biotopo protegido de San Juan de Gaztelugatxe, la inmersión que se realiza es de profundidad. También se puede realizar buceo por pecios, aunque aquí están en aguas más profundas, con inmersión difícil. El más visitado es el pecio “Mina Mari”,  que se encuentra a poco más de 30 m de profundidad junto al cabo Machichaco. Está partido en dos y ahora es el refugio para variados peces como congrios y peces luna. Hay otros pecios cercanos, como una patrullera alemana y otro que se cree es el “Nabarra” pero a más profundidad. Entre Punta Lucero y la Playa de Somorrostro, en Vizcaya, está hundida a algo más de 25 m la gabarra “Serate III”, que transportaba hierro de las minas de los montes de Triano y está muy deteriorado. Frente al superpuerto de Punta Lucero de Ciérvana está, partido en tres partes, el carguero de 82 m, “Diana Uno”, hundido en 2004 cuando la marea lo lanzó contra los cubos de hormigón del rompeolas. Es una inmersión fácil ya que descansa a una profundidad de entre 10 y 30 m.

10 comentarios:

  1. Me agrada que le haya servido la información que le proporcioné. Saludos

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    1. Gracias por su comentario, Sra. Gutiérrez, aunque me desconcierta. Si se refiere a su comentario en la última entrada de hundimientos, centrados en el sur de España, ¿De verdad cree que decirme que Pontevedra y parte de la Coruña está bañada por el Atlántico y mencionar la costa de la Muerte es aportar información usada en mi entrada?. La verdad que bien cierto es que el que no se contenta es porque no quiere. Un saludo.

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  2. Nos ha gustado su trabajo Valeria, nos agrada que tenga tan buen conocimiento de nuestras costas. Excelente trabajo.

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    1. Gracias por su comentario, Sr. Rodri. Le agradezco su satisfacción, no en vano para mí las costas gallegas siempre han tenido un encanto especial (y admito mi debilidad por el faro Vilán). Saludos.

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  3. Laborioso trabajo y gran conocimiento de las costas, el que expone y el que se prevé. Cita usted los mejores sitios de nuestra costa provincial, aunque posiblemente le haya faltado profundizar en algunos, tarea imposible para tal magnitud de datos y trabajo que, me imagino, estaría restringuido por el espacio.
    Muy interesante.

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    1. Gracias por su comentario, Sr. Candau. Me satisface que haya sido de su agrado, a pesar de que como bien dice he tenido que limitar la información en función del tamaño al que obliga la web. Saludos.

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  4. ¿Siempre s necesita permiso de inmersión para bucear por un barco hundido? ¿a quién se pide?

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    1. Gracias por su comentario, Sr. Rovira. Para bucear por un pecio normalmente se suele solicitar permiso a la comandancia de marina, sobre todo si ha sido un barco de guerra, y en estos casos la respuesta suele ser negativa. Si ha sido un hundimiento voluntario para crear arrecife o un accidente de un transporte de mercancías, o un mercante, o un pesquero…, no suelen ser las normas tan exigentes y se puede bucear por él sin solicitar permiso, a menos que esté en un parque marino natural, en cuyo caso sí necesitará aprobación. Un saludo.

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  5. ¿Veremos algún día lugares interesantes de buceo en Portugal o sus islas?. Saludos

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    1. Gracias por su comentario, Sr. Mendes y le comunico que en breve intentaré hacer un hueco para hablar de la inmersión en algún archipiélago portugués. Un saludo.

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