miércoles, 6 de mayo de 2015

Tesoros de China


        Hablar de tesoros de China sin mencionar los guerreros de terracota, los trajes funerarios realizados con miles de pequeños trozos de jade bellamente trabajados y montados con hilos de oro, o de las pirámides, es un poco extraño, pero China es un país tan enorme que cuenta con cientos de joyas arqueológicas no del todo conocidas en Occidente. Así que para disipar un poco tales nieblas voy a hablar hoy de uno de estos asombrosos hallazgos.

         Consiste en la conocida como “la ciudad del León”, Shi Cheng, llamada así debido a su ubicación en las proximidades de la denominada “Montaña de los Cinco Leones”.
        De acuerdo con documentos conservados, esta ciudad fue edificada durante la dinastía Han Oriental, dato que hace estimar a los arqueólogos que ocurrió durante los años 25 al 220 d. C., si bien también se vio enriquecida con nuevas construcciones durante las dinastías Ming y Qing. 
       La ciudad, en buen estado de conservación, se encontraba sin embargo en un lugar muy codiciado en el siglo XX, así que tras sopesarlo, las autoridades dieron luz verde en 1959 a la construcción de una central hidroeléctrica (de Xinanjiang) que construyó una presa en el río Xin’an, lo que conllevó la aparición del lago artificial Quiandao con multitud de pequeñas islas (en la imagen, vista aérea) y la necesidad de reubicar a casi 300.000 personas, desalojadas para preparar el espacio que sería la futura extensión del lago. La ciudad de Shi Cheng quedó cubierta por las aguas a 26-40 metros de profundidad viviendo ajena, en su letargo, a la explosión inmobiliaria que unos metros más arriba estaba sucediendo en prácticamente todo el perímetro del nuevo lago recién creado por la presa.

        Años más tarde, diversas agencias de turismo, deporte y aventura decidieron solicitar permiso para bucear en el lago y al obtenerlo, se maravillaron al comprobar cómo Shi Cheng resistía inmutablemente su destino, presentando una excelente conservación de sus murallas, casas, palacios y relieves decorativos. Por eso, hoy día la inmersión en esta ciudad es una cita inexcusable para todos aquellos que deseen sumergirse –y nunca mejor dicho- en una milenaria ciudad china, ya sea buceando o a bordo de un turístico submarino con capacidad para medio centenar de personas.Sin duda, una experiencia fascinante.


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