Ya en una entrada anterior hablé
del grafitero Bansky y su obra. Un buen debate es siempre
plantearse qué se entiende por arte, es decir ¿dónde comienza el arte y deja de
ser un acto vandálico o un mero garabato? Y es que en el arte todo es
subjetivo, así que casi habrá tantas opiniones al respecto como tertulianos que intervengan. Como dice la sentencia, con frecuencia la belleza de las cosas no
están en ellas, sino en los ojos (y sensibilidad) de quién las observa.
Pues
bien, hoy vamos a tomarnos unos momentos para acercarnos a la obras de algunos
de estos “artistas urbanos” dotados con el don de ser capaz de modificar
nuestras impresiones, engañando totalmente a nuestros sentidos.
Recuerda que si
picas sobre las imágenes, se agrandarán de tamaño.
Esta
técnica particular se denomina “graffiti en 3D” y requiere que el artista
cuente con tal dominio de la perspectiva como para engañar a los sorprendidos
transeúntes. A ello hay que sumar el hecho de lo efímero de sus obras, pues con
frecuencia se suelen realizar con tiza u otros elementos que en cuestión de
días acabará desapareciendo (como las esculturas en arena de playa), dado que suelen realizarse en terreno público o en construcciones de propiedad privada, sin la autorización previa del dueño (en muchos casos, no en todos, claro).
Uno
de estos artistas grafiteros es el portugués conocido como Odeith, más
aficionado a usar pinturas en spray dotadas de gran realismo, como puede comprobar
el lector/a por sí mismo/a:
Por mucho que cueste creerlo, todo es dibujo, pintado en los muros que
conforman las esquinas decoradas con la firma del autor, que aparece junto a
una de sus obras. El artista ha cuidado tanto los detalles que incluso ha
añadido juegos de sombras para dar realce a su obra. Reconoce que dejó la
escuela a los 15 años y nunca recibió una clase de pintura.
Otro peculiar artista del graffiti es el
célebre Kenny Scharf, incapaz de dejar un solo centímetro de muro libre; a lo largo de los ochenta decoró
numerosas superficies con un estilo tan divertido y unos colores tan vibrantes
que posteriormente se admitiría que los dibujos animados de Hanna-Barberá se
inspiraron en sus obras de Brooklyn (NY). Será un ejemplo a seguir para muchos
otros.
También
a Norteamérica se mudó el artista urbano nacido en Honolulú, Chad Hasewaga,
todo un maestro en lograr retratos mediante la combinación de objetos y figuras
que aparentemente nada tienen que ver con el resultado final (como la calavera que forma el "botón" del hocico, como se le llama en anatomía a la punta de la nariz), siendo su
elemento más iconográfico el oso Grizzly.
Si
bien gran parte de los graffitis más impresionantes, en mi opinión, son anónimos
de cara al público (como dicen los geniales Les Luthiers en uno de sus célebres monólogos cuando pierde parte del guión de presentación del artista, el presentador para salir del paso explica: "no se sabe a ciencia cierta...eh,...me refiero que tal vez sí se sepa, pero yo, lamentablemente, en este momento...lo desconozco"). Es el caso de las pinturas realizadas en una tienda del
barrio de Kreuzberg, en Berlín, inspirados en “El Resplandor” y que inquietan bastante:
Y
mientras unos están firmados, otros no poseen dato alguno sobre su posible
autor.
Recuerda que si
picas sobre las imágenes, se agrandarán.
Pero
regresando al “grafiti 3D” que realmente me encanta, veamos algunas obras:
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Desde aquí mi homenaje a las víctimas
de los atentados de Cataluña (que pudieran haber alcanzado proporciones
catastróficas si no les hubiera estallado a los asesinos su propio montaje,
mientras trataban de armar mecanismos explosivos con más de diez bombonas de
butano).
Es difícil, pero es
precisamente en estos momentos cuando mayor paso debemos dar a nuestro sentido
común y no tratar de desahogar nuestra rabia y dolor en un colectivo que es tan
víctima como nosotros, ningún musulmán es asesino por su religión. Los
terroristas son sanguinarios violentos sin ética ninguna que se escudan pretendidamente
en el Islam para cometer las mayores atrocidades, igual que muchos degenerados
se escudaron en el dios católico para justificar que Él a través de una voz
interna les dijo que mataran. No nos
convirtamos nosotros mismos en terroristas haciendo pagar a justos por
pecadores. Los asesinos no atienden a religión alguna, lo suyo es
degeneración.
Desde
aquí también mi homenaje a las víctimas del pirado con cuchillo que ha atentado
en Turku, Finlandia, en nombre del autoproclamado Estado Islámico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario