miércoles, 6 de marzo de 2019

Ciudad Real, el mayor número de volcanes en la Península Ibérica

            Muchos nos sorprenderíamos bastante si alguien nos dijera que la provincia de Ciudad Real es la mayor zona volcánica que existe en la Península Ibérica. Y el nivel de sorpresa iría en aumento si fuésemos conociendo que esa provincia tiene la mayor concentración de lagunas de origen volcánico de toda Europa, cantidad que supera el centenar y medio, situándose la mayoría de ellas en la zona del Campo de Calatrava. Seis son las zonas volcánicas que hay en España, la región volcánica del Campo de Calatrava constituye, junto con la zona de Olot en Gerona, la sureste del Cabo de Gata en Almería y las Islas Canarias -que son enteramente volcánicas- las cuatro zonas más importantes de la Península, las tres primeras de aparición más reciente, a las que hay que sumarse la zona de las islas Columbretes y la de la Isla de Alborán. El origen de las zonas peninsulares hay que buscarlo en la colisión de las placas africanas con la euroasiática, mientras que la de la zona insular se debe a la formación de “un punto caliente” (como se dice en Geología, en Vulcanología) en el interior de la placa oceánica africana.

El vulcanismo del Campo de Calatrava, en el borde meridional de la meseta central, no data de mucho tiempo, geológicamente hablando; se ha calculado que su actividad transcurrió entre 8,7 y 1,75 millones de años, periodo que corresponde al Plioceno y al Cuaternario, y parece causada de descompresión y formación de fosas tectónicas que caracterizan las últimas etapas cenozoicas. Al ser más reciente,  ha permitido que los lugares volcánicos mantengan en buena parte su morfología original y sus productos se hayan preservado en buenas condiciones. Esta zona volcánica va desde Sierra Morena a los montes de Toledo.

            En estas cuatro zonas que he mencionado están los volcanes más importantes de España. Para señalarlos en orden a su importancia habría que comenzar por el archipiélago canario, que como ya he señalado es completamente volcánico, y allí tendríamos que hablar del Teide, que con sus 3.715 metros es el monte más alto de España, además de ser el tercero de los volcanes más altos del mundo. Está en la isla de Tenerife y su formación se inició hace más de170.000 años. Su última erupción data de 1798 (a modo de curiosidad, recordar que cuando Cristóbal Colón con sus tres barcos en 1492, con la intención de hacer escala antes de cruzar el Atlántico y toparse con América, no pudo fondear en esta isla dado que el Teide estaba en erupción). 


     También se debe mencionar al volcán canario Teneguía (en la imagen), de la isla de La Palma. Igualmente habría que citar al volcán submarino Tagoro, cuya erupción de 2011 en la zona submarina de El Hierro estuvo a punto de crear una nueva isla. 

        En Olot, tenemos volcanes menos espectaculares y más pequeño que los canarios, quizás el más visitado es el volcán de Santa Margarida, con una ermita ubicada en el interior de su cráter. También se puede mencionar el volcán de Croscat en la catalana comarca de La Carrotxa, en el interior Parque natural volcánico en donde existen 40 conos volcánicos y 20 coladas de lava. El paisaje, como puede puede apreciarse a continuación, no puede ser más asombrosa:




       Por último, quiero cerrar este listado con el volcán ciudarrealeño Cerro Gordo (en la imagen, a continuación), que se encuentra entre Granátula y Valenzuela de Calatrava (Ciudad Real), en el que se ha montado una exposición-museo visitable desde 2016. 

       En referencia a la zona del Cabo de Gata, en Almeria, no hay destacable ningún cráter específico; mencionar si acaso el antiguo volcán submarino -hoy una colina en medio de la llanura de Níjar llena de invernaderos- en el que aún es posible encontrar pequeños minerales tales como granates o cristal de roca (cuarzo transparente muy codiciado para la meditación). El volcanismo de esta zona andaluza data de la era Terciaria y sus volcanes tienen una edad que oscilan entre los 8 y 16 millones de años lo que ha hecho que los relieves originales desaparecieron. Pueden detectarse perfectamente restos de coladas de lava y grandes depósitos de erupciones violentas o montañas completamente formadas por material volcánico como el Cerro Negro. 

 Detalle de columnas de lava formadas en el interior de la cámara magmática y erupciones submarinas (y esquema de una disyunción columnar característica, como se denomina), perfectamente identificables en diversos lugares de la geografía almeriense (la de la imagen izquierda corresponde a una playa de la localidad de San José).

     Allí donde miremos, dentro del parque del Cabo de Gata, hay vestigios de la actividad volcánica, de la erosión y de la sedimentación en las diferentes formas geológicas que se aprecian en su paisaje a pesar de que la mayor parte de su paisaje volcánico está bajo el mar, aflorando únicamente en la Isla de Alborán. Es un ejemplo de magmatismo en un ambiente marino litoral. Lo que resulta más frecuente en aquella  área es la formación de protuberancias, rodeando la boca eruptiva, de la lava viscosa e incapaz de fluir (domos de lava), quizás los lugares volcánicos más destacables aquí sean el cráter volcánico del valle de Rodalquilar, las lenguas de lava fosilizadas de la playa de Mónsul, los domos volcánicos de Mesa Roldán y chimeneas volcánicas como la del arrecife de las Sirenas.

 La Playa del Mónsul se ha hecho famosa por su aparición en la película "Indiana Jones y la Última Cruzada", con ambos "doctores Jones" buscando el Santo Grial (¿se enteraría Spielberg que precisamente en España, en Valencia, se encuentra uno de los pocos griales reconocidos por el Vaticano como auténticos?; en mi libro "Hitler quiere el Grial" también hablo de otro curioso grial, precisamente en Almería y con curiosa historia).


            Si volvemos a Ciudad Real, nos seguiríamos asombrando bastante al saber que la misma Ciudad Real está construida sobre dos cráteres de volcanes que están perfectamente localizados. Que cuando se baja  de la Ronda a la plaza del Pilar, el desplazamiento tenemos que hacerlo por la ladera de un cráter. Pero la historia no queda ahí pues son muchísimos los volcanes que tienen cabida en esa provincia, muchos de ellos desconocidos, pero que desde tiempo inmemorial han servido de cantera para obtener piedras con las que levantar la ciudad y alguna que otra localidad monumental, construida con productos obtenidos de sus cráteres. Más actualmente han servido para construir el trazado del AVE, línea de ferrocarril española de alta velocidad, siendo los volcanes su principal fuente de cemento. 

       Se calcula que la zona volcánica de Ciudad Real tiene una extensión total de unos 5.000 km² y contiene dos centenares y medio de sub-zonas volcánicas diferenciadas. Sus manifestaciones volcánicas pueden ser percibidas en forma de manantiales termales o ferruginosos, que sirvieron en tiempo como balnearios naturales y que después se olvidaron. Los numerosos volcanes del Campo de Calatrava forman un panorama natural que comprende ecosistemas perfectamente conservados, como lagunas y suaves elevaciones. Además, los cráteres de origen explosivo de estas sierras de Calatrava formaron lagunas interiores de idénticas características. En esta zona hay dieciséis lagunas, a cual más bella. La Laguna de la Alberquilla es ya Monumento Natural y compite con la Laguna de La Inesperada, en Pozuelo de Calatrava, con la laguna volcánica de Cervera, con la Fuente Agria del Chorrillo, con la de Caracuel y con la Hoya de Cervera de Almagro en su importancia volcánica y natural. Pero no sólo hay esos accidentes en el Campo de Calatrava. También se muestran calderas hermosas y montículos rocosos procedentes de erupciones volcánicas, como el del Cerro de los Santos en Porzuna o el de los Castillejos en La Bienvenida, donde se pueden apreciar impresionantes coladas volcánicas. Dentro de esta área de concentración se encuentra la misma capital, junto con las poblaciones de Almagro, Miguelturra, Daimiel y Bolaños. Esta zona volcánica llega por el sur hasta el límite de Puertollano y por el suroeste hasta el límite con Almadén. 

 Esquema del parque temático del volcán de Cerro Gordo, en el campo de Calatrava.

            Sin entrar en detalle, ni profundizar en tecnocismos (confieso que me cuesta, me apasiona la vulcanología, me podría estar horas contando datos y curiosidades), simplificaré mucho diciendo que en esta provincia se dan dos tipos de vulcanismo: el más extendido es el  hidromagmático, que da lugar a depresiones difíciles de identificar, denominadas “maares”, que aparecen como extensiones circulares u ovaladas con diámetros que oscilan entre 1 y 1,5 m. Abundan en el Campo de Calatrava, en donde es un auténtico placer degustar las célebres aguas agrias de sus bellas y espectaculares lagunas volcánicas anteriormente citadas (no nos asustemos, el hidrotermalismo es una manifestación de un volcanismo prácticamente extinto ya). Uno de los ejemplos mejor conocido es la Hoya de Mortero en Poblete. Allí es frecuente que se detecten instantes de actividad hidromagmática y también estromboliana, correspondiente al otro tipo de vulcanismo al que me referiré más adelante. 

    En el Campo de Calatrava, situado en el extremo meridional del Macizo Hercínico, se han producido actividades volcánicas desde el Mioceno hasta el Holoceno y las sucesivas erupciones en esta zona han generado una gran variedad de formas y tipos de volcanes, algunas tan curiosas como la de Alcolea de Calatrava, en cuyo relleno sedimentario de uno de los antiguos “maares” (como se denomina a un cráter ancho creado en un cerro bajo, antiguo volcán que ha volado en parte por los aires, al sufrir una explosión freática-magmática) está el yacimiento paleontológico de Las Higueruelas, donde se ha encontrado una abundante y variada fauna de mamíferos terrestres, tanto aves como anfibios y reptiles pertenecientes al Plioceno Superior. 

             El  estromboliano es el otro tipo de vulcanismo que se da en esta comarca. Toma su nombre del volcán italiano Strómboli (lava basáltica fluida, rica en gases que al liberarse generan expectaculares explosiones que lanzan al aire rocas de diversas dimensiones, que reciben diversos nombres según sus dimensiones y formas, siendo las más comunes las "bombas volcánicas" -las rocas grandes y "lapilli", las más pequeñas tamaño grava). Las erupciones estrombolianas originan pequeños volcanes cónicos que el tiempo ha erosionado transformándolos en cerros redondeados, con diámetros que oscilan entre 100 y 2000 m, y entre 20 y 120 m de altura. No es fácil identificarlos. Los más conocidos son los de Cerro Gordo en Valenzuela de Calatrava, y La Yezosa, entre Bolaños de Calatrava y Almagro. 

 Cerro volcánico de Los Castillejos.

 

       Este tipo de volcanes son difíciles de distinguir a ras de suelo; para intentar verlos es mejor acudir de nuevo a la comarca del Campo de Calatrava. Entre Ciudad Real, Almagro y Argamasilla hay innumerables restos de esta actividad volcánica. Existió aquí hasta la única fumarola activa ("chimenea" natural formada por una fractura del terreno por la que sale a la superficie una mezcla de gases a temperaturas sumamente elevadas, consecuencia del magma inferior que se está enfriando) que estuvo expulsando gases durante un buen tiempo. Si se observa bien se pueden distinguir perfectamente los cráteres de Cabezo Segura y la laguna de La Posadilla, que están en la zona de Valverde. El de la Yezosa está cerca de Almagro y otro perfectamente distinguible es el de la Atalaya, cercano a Ballesteros de Calatrava. Si se tiene interés en contemplar un volcán bien diferenciado se aconseja visitar el del Cerro Gordo (Sima Barondillo), que está en el km 30 de la carretera comarcal 417 que va desde Granátula de Calatrava a Almagro y está situado cerca del Puerto Reventón. Tiene una altitud de  933 m. Allí pueden contemplarse varias coladas que bajan desde la cumbre. Una explosión freatomagmática (esto es, con la cámara magmática en contacto con aguas del nivel freático) de este volcán produjo la depresión de La Sima-Barondillo (y es que es en estos casos cuando se dan las explosiones volcánicas más peligrosas pues el magma en contacto con las aguas subterráneas las hace hervir, al estar en estado gaseoso y no poder escapar es como agitar una botella de champán con el corcho poco apretado: la presión termina expulsando aquello que impide al gas salir a la superficie; de hecho fue precisamente ésto lo que provocó una de las mayores explosiones volcánicas conocidas: la del volcán Krakatoa, inmortalizada por la película "al este de Java", 1969). 

      En la cantera del volcán de Cerro Gordo se pueden contemplar diferentes piroplastos de las últimas emisiones. En la visita se puede contar con explicaciones muy didácticas, a lo largo del recorrido explicativo:

 Un mirador/observatorio de madera a cuatro metros de altura ofrece al visitante interesantes vistas panorámicas. Se ha realizado un interesante vídeo para el centro de visitantes de Almagro y una aplicación de audioguías para móvil con la que se puede disponer de una información guiada en el recorrido, durante el que diferentes pasarelas sobre el volcán recogen paneles explicativos que ayudaran a comprender las entrañas de un volcán.

            Otra visita muy recomendable es la del volcán del Cerro de los Santos, que se encuentra en el núcleo urbano de Porzuna. No es fácil de distinguir, pero se puede detectar en su grado de erosión que el cono de emisión está constituido por escorias negras y algunas algo rojizas. 

             Seguro que a partir de ahora, la zona de Calatrava la veremos con otros ojos, ¿no es cierto?.



4 comentarios:

  1. Me ha gustado la explicación que da sobre los volcanos en España. Realizo cuando puedo submarinismo en el Cabo de Gata y me ha sorprendido que el mundo que veo bajo las aguas sea una zona volcánica. Creía que ésta se extendía hacia Nijar. He aprendido mucho y por supuesto que visitaré el Campo de Calatrava. Saludos.

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    1. Gracias por su comentario, Ernesto. Efectivamente en la zona de Níjar (actualmente en superficie) persisten restos de antiguos volcanes formados en su día bajo el mar. Igualmente es posible encontrar más evidencias volcánicas en la vecina provincia de Almería: Murcia. De hecho, si quiere realizar una curiosa visita, le recomiendo el conjunto de El Carmolí, cerca de la localidad murciana de Los Urrutias, en la zona del Mar Menor (Cartagena). Allí encontrará varios búnqueres militares ya abandonados realizados en su día en el interior de antiguos conductos magmáticos en un extinto volcán submarino, de lava andesítica. De hecho, hay un circuito (para ciclismo o senderismo) circular que permite visitar diferentes instalaciones de la Guerra Civil (creo que republicanas) e incluso observar a distancia una antigua pista de aterrizaje realizada por norteamericanos en esa época. No lejos de allí, en Los Alcázares, la carretera pasa junto a extensos terrenos con carteles que señalan que son propiedad militar. Allí los Boinas Verdes (la élite del Ejército Español, los Navy SEAL españoles) suelen realizar determinados entrenamientos, según noticias de la prensa. Sin duda será una jornada interesante para los amantes de la historia militar. Un saludo.

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  2. Valeria, ¿las islas Baleares no es una zona volcánica? Las encuentro muy parecidas con Canarias.

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    1. Gracias por escribir, Sra. Heredia. Me temo que el parecido que usted le encuentra en verdad es algo subjetivo, ya que mientras que las Canarias son mayormente volcánicas y en un pequeño porcentaje, sedimentarias (de alteración de las rocas volcánicas, por los agentes atmosféricos), las Baleares son principalmente sedimentarias, con gran cantidad de rocas carbonatadas que dan lugares a bellos ejemplos de modelados kársticos (simas y grutas, principalmente, al disolverse el carbonato de estas rocas por la acción de aguas ácidas subterráneas). La verdad es que las Baleares son otra de las sorpresas geológicas de nuestro país, pues ¿qué diría si le digo que no son más que la continuación, bajo el Mediterráneo, de las Cordilleras Béticas del sur de Andalucía?. Para no aburrirle con muchos detalles geológicos, le diré que hacia el final de la era de los dinosaurios (el Mesozoico), se dio una etapa de gran convulsión: la orogenia Alpina, una etapa de choque de placas, plegamiento de ingentes cantidades de sedimentos de tal manera y con tal potencial que áreas que otrora eran mares interiores fueron empujadas lateralmente uniendo sus extremos de manera muy similar a si colocamos las manos una a cada lado de un folio y las acercamos creando un relieve. Así, de igual manera, los mares interiores que eran las Béticas dieron lugar a enormes elevaciones rocosas, pasando a ser los picos más altos de la Península Ibérica (con casi 3.500 metros de altura sobre el nivel del mar). Lo mismo ocurrió con los Pirineos y casi todos los grandes sistemas montañosos españoles. Además, la placa Ibérica estaba orientada de forma distinta a la actual. Al colisionar con otras placas cercanas rotó y por eso las cordilleras Béticas describieron ese codo que muestran, continuándose bajo el Mediterráneo y cuyas elevaciones generaron, en el mar, el conjunto de las islas Baleares. ¿Quiere conocer otra curiosidad?, ¿sabe usted que la zona malagueña de Ronda en verdad (me refiero al sentido geológico, geológicamente hablando) es una porción de la placa Africana?, así que no sería muy erróneo decir que en esa parte malagueña nos encontramos en África ¡y con sorpresa! en forma de pequeños diamantes formados hace millones de años atrás. Pero eso es ya otra historia. Y es que la Geología es verdaderamente fascinante. Un saludo.

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