Actualmente, quizás por la
cantidad de tatuajes que lucen los distintos futbolistas de las grandes ligas
de todo el mundo, el arte de los tatuajes ha vuelto a sufrir una nueva demanda
social. Sin embargo, no es una tendencia novedosa, ya que para sorpresa de la
arqueología son varios los restos humanos neolíticos encontrados de manera casual
que han preservado algunos tatuajes que adornaban sus pieles. Vamos a ver
algunos de ellos.
Posiblemente el caso más “sonado” fue el hallazgo de Ötzi o “el hombre de hielo”, llamado así por las extrañas circunstancias que rodearon su hallazgo Y es que se encontraba tan bien preservado por las condiciones naturales imperantes desde el momento de su muerte que, al ser encontrada su momia asomando parcialmente entre el hielo en cierta zona montañosa de los Alpes, los alpinistas que lo encontraron se apresuraron a dar parte a las autoridades de la zona pensando que estaban ante un asesinado o la muerte accidental de algún vecino. La sorpresa llegó más tarde, cuando los forenses que analizaron los restos confirmaron que el individuo tenía más de 2.000 años de antigüedad, de forma que los arqueólogos pasaron a hacerse cargo de los restos y del hallazgo.
En la fotografía superior de la imagen se muestra cómo se
encontraba la momia en el momento de su hallazgo. Estudios posteriores
revelaron que el personaje, del neolítico, falleció durante una tormenta de
nieve y hielo cuando trataba de cruzar los Alpes. Junto a él se recogieron
algunas armas (una lanza y un cuchillo) pero, lo más curioso, su piel mostraba
determinados tatuajes, simples, consistentes en grupos de líneas paralelas y
una cruz. En la imagen se muestra un dibujo de los adornos de su piel y dónde
estaban ubicados en su cuerpo. Según algunos académicos, por el lugar donde se
encuentran tatuados (sus huesos, debajo, mostraban evidencias de haber sufrido
artrosis) consideran que pudieran ser algún tipo de protopalabras mágicas para
paliar los dolores y consecuencias de este mal de los huesos.
Sin
embargo, los tatuajes más bellos hallados en restos antiguos corresponden con
justicia a los que adornaban la piel de la conocida como “princesa Ukok” o
“señora de hielo”, por comparación con Ötzi. Los restos mortales de la joven (estiman
que tenía unos 25 años cuando falleció) fueron encontrados en una zona
montañosa de Altai (frontera natural entre Rusia y China), en 1993. Se sospecha
que posee unos 2.500 años de antigüedad y, a diferencia de Ötzi, ella sí
habitaba la zona en la que fue encontrada (esta información se extrae del
análisis isotópico de los elementos que componen el esmalte de los dientes, así
como de los restos de alimento aún a medio digerir que pudieran habernos
llegado en su estómago). Cerca de ella yacían los restos de dos hombres de
mayor edad que se cree eran guerreros que la protegían en su viaje “al más
allá”, así como seis caballos que posiblemente fueron sacrificados durante el
funeral de la joven “especial” (los arqueólogos creen que pudo ser de la realeza
local o tal vez una sacerdotisa o mujer-maga, de acuerdo con las tradiciones
orales de la zona). Las extremidades de la joven muestran los tatuajes mejor
conservados hasta la fecha, dada su antigüedad, y representan a numerosos
animales semifabulosos o tótems (mitad ciervos, mitad caballos, grandes
felinos, etc).
En
la imagen vemos algunos de los tatuajes que lucía la joven en un brazo y
detalle de algunas decoraciones en sus dedos de la mano, haciendo formas espiraladas.
Los dos guerreros enterrados cerca de ella (que no en su misma tumba,
claramente había jerarquías) también mostraban algunos tatuajes. En la imagen
se muestra un detalle de los tatuajes de uno de estos guerreros de Altai, junto
a la imagen del torso de este rubio personaje mostrando en su hombro uno de los
elaborados dibujos. En opinión de los expertos, pudieron tratarse de tatuajes
tribales distintivos del pueblo Pazyrik, un grupo étnico mencionado en su día
por el geógrafo de la antigüedad Herodoto. Aún así, las dudas continúan, ¿cuándo se inventaron los tatuajes?, ¿cómo se los hacían entonces?. ¿Tenían atributos mágicos, protectores o eran meramente distintivos, a modo de nuestras actuales banderas?.
Pero
el aspecto que más revuelo ha causado, en lo relativo a los restos arqueológicos
de Altai, en la comunidad científica especialmente la egipcia, no han sido los
singulares, elaborados y bien conservados tatuajes de esta joven sino los
adornos que acompañaban a otra joven de igual edad (25 años) que se adornaba con un
collar manufacturado…¡¡en Egipto!!, en un periodo correspondiente al reinado de
la famosa Cleopatra (de la que ya hablamos aquí), lo que ha puesto en evidencia
las amplias rutas comerciales que existían en la antigüedad, que ha hecho
sospechar a los arqueólogos la existencia de la llamada “ruta de la seda” ya en
épocas del Egipto faraónico. Esta idea ya comenzó a dibujarse cuando se desenterraron los
restos de una niña perteneciente a una familia de la alta aristocracia de la Roma imperial, con
ropajes de seda procedentes indudablemente de Asia.
En
la imagen, los restos de la joven siberiana con el collar egipcio. Junto a
ella, fotografía de su enterramiento en superficie.
muy bueno....
ResponderEliminarMuy interesante, gracias
ResponderEliminarGracias a ambos por vuestras palabras. También a mi me sorprendió conocer todos estos tatuajes tan antiguos y tan cargados de simbolismo. ¡No hay nada nuevo bajo el Sol!.
ResponderEliminarUn saludo.
Excelente,me gusto muchísimo
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