miércoles, 7 de febrero de 2024

Un templo inusual y extraordinario

Con frecuencia tendemos a medir inconscientemente el valor de unos monumentos antiguos por la facilidad que nos presenta su construcción, sin reparar en el gran desarrollo tecnológico que han experimentado las herramientas de construcción que hoy usamos, con respecto a la antigüedad.

Aún así, uno de los complejos de la antigüedad que más me han fascinado, a pesar de ser relativamente desconocido es un conjunto arquitectónico que aún hoy sigue siendo usado por la religión que se tiene por la más antigua de las existente, la hinduista.

Se trata del conjunto de templos conocidos como Ellora Caves, en el noroeste de la provincia india de Maharashtra.

El complejo consta de 34 monasterios y más de 100 cuevas acondicionadas para la vida eremítica, que se extienden a lo largo de 2 kilómetros.

Con el pasar del tiempo, aquí se rinde culto a distintas deidades por monjes hindúes, pero también del jainismo y budismo. Como digo, su uso ha sido ininterrumpido desde que se construyeron hasta hoy día, posiblemente por encontrarse cerca de una importante vía comercial.

El complejo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.

Posiblemente el que mayor afluencia de visitantes recibe es el denominado Kailasa Temple, que lleva por nombre el del pico montañoso de los Himalaya en el que la tradición asegura que nació el dios Shiva, el principal dios del panteón hindú (sería equivalente por tanto al Osiris egipcio o al Zeus grecorromano).

Efectivamente, dicho templo se realizó para venerar al dios principal hindú, que conforma la trinidad (llamada Trimurti en el hinduismo) junto con Brahma (creador del Cosmos, con 4 caras, por ser omnipresente y cuatro brazos en relación con la esencia humana: ego, inteligencia, mente y conciencia) y Visnú (Vishnu, dios del equilibrio y la paz, mantiene la calma entre el creador Brahma y el destructor Shiva).


            De la trinidad, Shiva es el destructor pero visto como elemento necesario para purificarse o alcanzar objetivos nobles. En cierta manera podría considerarse el germen de la evolución, del cambio, del avance en contra del estado estático permanente.

            Tal vez para elevar su grandeza, en un momento dado unos monjes decidieron realizarse un templo que fuera digno de él. Y vaya si lo lograron.

            El templo Kailasa (Kailasanatha o Kailash, cueva 16) tiene el honor de ser la estructura monolítica más grande del mundo, pues se trata de un santuario excavado en roca basáltica, construido de arriba hacia abajo, en el siglo VIII.

            Esculpido en una sola pieza, sorprende el detalle de figurillas, estatuas, filigranas, etc que lo adornan y que no deja de sorprenden a los ingenieros actuales pues a día de hoy costaría bastante realizar algo parecido.


    Las dimensiones del templo son tales (compárese con las personas que aparecen en las imágenes) que se estima que debieron excavarse 400.000 toneladas de roca basáltica de esta montaña para tallar el complejo de templos que vemos.


    Y aún más sorprendente resulta cuando según los textos antiguos consultados, el templo se realizó por unos monjes armados de martillos y cinceles … en 25 años. La pregunta no se hace de esperar, ¿cuántos monjes serían? Pues de ser ciertos los datos supondría que estuvieron trabajando de manera continua, día y noche, durante los 25 años, extrayendo a diario dos toneladas de roca viva a la hora, para horadar el macizo basáltico que existía previamente.


 


           Más estupor nos generan los ancianos de la zona, que conservan tradiciones antiguas transmitidas por vía oral que aseguran que el templo se construyó no en 25 años sino … ¡en una semana!.

            Por si esto fuera poco, si uno se para a observar con detalle las filigranas, relieves, estatuillas, marcos de las ventanas, estatuas, columnas …. no saldrá de su asombro al comprobar que están perfectas tanto en proporciones como en dimensiones. ¿Cómo las realizaron así, sin error alguno, considerando que el complejo se iba labrando conforme se horadaba el macizo rocoso basáltico de arriba abajo, insisto, en una sola pieza?

            Porque si analizamos otros casos de tales dimensiones, veremos que se añadieron bloques tallados (tal vez para sustituir un error cometido en la labra) en otros monumentos hindúes de Asia, o las proporciones no eran perfectas (como vimos aquí en el caso del templo egipcio de Abu Simbel, donde los Osiris de las columnas son paticortos), se prescindió de añadir filigranas (como en el caso del templo del cañón de Petra, en Jordania) … o directamente se ven irregularidades (como en los bloques monolíticos de Tiahuanaco, junto al lago Titicaca en la parte de Bolivia y también visto aquí).



 


       A falta de datos históricos sobre el complejo, los arqueólogos e historiadores han establecido que todo este conjunto de templos debió realizarse entre los siglos VII y XI, constando de 17 templos hinduistas, 12 budistas y 5 jainistas.

        En cierta forma, este templo hindú me recuerda a otros excavados también en un macizo volcánico basáltico a miles de kilómetros de aquí, en esta ocasión cristianos y también ubicados a una importante ruta comercial: los templos de Lalibela, en Etiopía (África), declarados Patrimonio de la Humanidad en 1978.

        Ubicados en la región etíope de Amhara (norte de Etiopía, cerca del río Jordán, donde fue bautizado Jesucristo por San Juan Bautista), se dice que dicho complejo monacal fue construido para albergar a los cristianos huidos de la ciudad santa, con la intención de fundar "la Nueva Jerusalén". 


 

 Como en el caso de los templos trogloditas de la India, tampoco existen muchos datos sobre la construcción del conjunto de iglesias rupestres etíopes, aunque se cree que debió realizarse hacia el siglo XIII (pues en algunas de sus paredes pueden verse cruces paté típicamente templarias), tomando su nombre del monarca Lalibela al que se le atribuye la orden de la construcción del complejo y que se dice que visitó Jerusalén poco antes de que cayera en manos musulmanas -en 1187-, llevándose consigo a familias cristianas que deseaban asentarse en un sitio más pacífico.

       De nuevo como en la India, existen leyendas locales que atribuyen la creación del complejo a un grupo de ángeles que talló el conjunto, horadando la roca basáltica roca de arriba abajo, en 11 días con sus noches. Sin embargo, los investigadores actuales estiman que para realizar este complejo debieron haber estado trabajando no menos de 40.000 personas entre finales del siglo XII y mitad del siglo XIII, siendo descritas en Europa por primera vez  en 1520, por el explorador portugués Francisco Álvares.

        El complejo de Lalibela cuenta con once templos en forma de cruz y fachada parecida al Templo de Salomón, monolíticos y con unas dimensiones de entre 40 o 50 metros de profundidad (o altura del edificio). Entre el conjunto de templos interconectados entre sí, destaca el de Biete Giyorgis, coronado por una cruz copta.

        Con todo, y sin quitar mérito a su construcción, en general los muros de estos templos están desprovistos de decoraciones y filigranas que tan abundantes son en los templos de la India de Ellora Caves, donde son frecuentes las estatuas en semirrelieve o en relieve completo, por centenares (lo cual aporta mayor mérito a su realización, requiriéndose de una coordinación del conjunto, una planimetría, una visión de la decoración por encima de la roca viva, ... que no deja de maravillarme).

            Y por si este enorme complejo troglodita fuera poco, aún existe otro (de dimensiones ya más reducidas aunque igualmente impresionantes) en las llamadas Cuevas de Ajanta, también en la India (con 29 cuevas, de las que 5 son templos, realizadas por monjes budistas que las labraron también en la roca volcánica pero además las pintaron con vivos colores, entre los siglos II a.C. y VIII d.C., de nuevo según estimaciones de los arqueólogos).


 

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