11. El
efecto del viaje espacial sobre el cuerpo humano
Como consecuencia de los estudios y experimentos realizados durante las distintas misiones espaciales
norteamericanas se produjo un importante y reconocido avance en el ámbito médico, pero
también en el tecnológico. Es sabido que muchos materiales usados por los astronautas los hemos incorporado actualmente a la vida cotidiana, desde ciertas lentes en
las gafas de sol que evitan el riesgo de daños en los ojos, hasta materiales de
prendas de vestir o incluso los productos proteicos usados en las dietas, que se
crearon en principio para alimentar a los astronautas. También los
localizadores y GPS actualmente acoplados a nuestros coches y móviles. Eso
entre otros avances. Pues bien, incluso aquí hay escépticos que consideran que
todos estos experimentos no se realizaron fuera de nuestra atmósfera sino en
distintas bases, en aparatos de vacío y modificadoras de la gravedad. Pero no
sólo eso, sino que incluso los más osados llegan a extender la conspiración a
nivel de las grandes potencias, defendiendo un supuesto acuerdo entre la
antigua URSS y Norteamérica para inventarse que ambos fueron al espacio cuando
la realidad es que nunca lo hicieron.
Sin embargo, las evidencias están
ahí. Muchos cohetes norteamericanos fueron seguidos en sus misiones por
potentes telescopios de todo el mundo que grabaron imágenes similares y
trayectorias idénticas. Eso sin contar con las tristes ocasiones en las que
pequeños fallos supusieron el fallecimiento de varios astronautas. Sólo por el
respeto a sus muertes, en sacrificio del avance del ser humano, estos hombres
se merecen el reconocimiento de la verdad y no falsear la historia cerrando los
ojos ante las evidencias.
En la imagen se ve a los tres
astronautas en una cámara de cuarentena para readaptarse a las condiciones
atmosféricas y de gravedad terrestre, visitados por el entonces presidente
norteamericano, Richard Nixon.
12. En
conclusión
Hemos visto los numerosos argumentos
que se han usado para negar que el ser humano pisara la Luna en 1969.
Igualmente se ha aplicado la lógica y se han mostrado sobradas evidencias que
muestran la realidad y la verdad, que no sólo el hombre estuvo en la Luna en
1969 sino que se ha paseado por nuestro satélite en al menos seis ocasiones
diferentes. Pero, para mí, la lección más importante de este estudio no ha sido
demostrar la verdad de la gran hazaña realizada por el ser humano, sino enseñar
que si bien una actitud escéptica ante todo puede ser hasta bueno; nunca
debemos dejarnos llevar por todo lo que se cuenta, puesto que en muchas
ocasiones basta aplicar la simple lógica para ver las manipulaciones y
argumentos absurdos que muchos repiten sin detenerse a pensar siquiera en lo
que dicen. Como dijo el sabio y también las Escrituras, “la verdad os hará
libres”, así que sería más razonable documentarse,
acudir a fuentes no contaminadas de intencionalidad alguna, aplicar la lógica y los propios conocimientos de las distintas ciencias. La propia
opinión así formada ayuda a defenderse de teorías conspiratorias diversas y también el tener siempre en cuenta el principio de la llamada “navaja de Occam”, que dice que con
frecuencia lo más sencillo suele ser la verdad. Aplicado al tema que estamos
tratando, ¿qué resulta más sencillo,
suponer que casi todos los militares, políticos y cineastas
norteamericanos, además de los astronautas, sus preparadores, los científicos que
trabajan para la NASA y muchos astrónomos que siguieron las misiones lunares
norteamericanas mienten (por no añadir a los rusos, si se supone que tampoco
ellos salieron de la Tierra…o bien que son estos escépticos los que se
equivocan negando los hechos y las evidencias?. En otras palabras, ¿se
equivocan varios millares de centenares de personas con prestigiosas carreras
científicas….o unos pocos desconfiados?.
De esta manera, con esta entrada, damos por concluida la polémica surgida en torno a uno de los grandes acontecimientos históricos del siglo pasado -la primera vez que el ser humano pisó la Luna, en 1969- y cuyos argumentos se han analizado en las entradas I, II, III, IV y esta V.
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