En una entrada anterior ya se
comentaron algunas noticias concernientes a la dramática Guerra Civil española. En este texto queremos completarlo, informando de cómo se forjó una
expresión popular española.
Por
si la Guerra Civil
no hubiera causado suficiente desgarro y dolor entre familiares de las víctimas
y los supervivientes del conflicto, en 1945 se impone a España un bloqueo
internacional para castigar así al régimen franquista, causando que el pueblo pasara
una dramática situación de hambre y penurias en la ya de por sí dura
postguerra. Únicamente el Vaticano y Portugal mantuvieron en España a sus
embajadores y afortunadamente países como Argentina se ofrecieron a ayudar al
pueblo español a sobrevivir a tan dura situación. Eva Duarte, Evita Perón, llegó a
nuestro país, visitándolo durante 16 días y acordando un préstamo al Gobierno
Español de 350 millones de pesos para ser devuelto en 20 años con un interés
del 2,75 %, dedicado a comprar productos excedentes argentinos, además de permitir a
Argentina hacer libre uso de los puertos españoles. España no dudó en comprar
toneladas de cereales, principalmente trigo y arroz. Sin embargo, tres años más
tarde Argentina comenzó a reclamar grandes sumas de dicho interés devuelto en
oro y plata. Como España no disponía de tanta riqueza inmediata, los pagos eran
de menor cuantía y espaciados así que en 1949 los peronistas cancelaron el
acuerdo. Sin embargo, durante los tres años en que el préstamo fue efectivo ocurrió un
suceso que dejó su huella en la memoria del pueblo español y es que, en 1948
partía del puerto de Buenos Aires un barco carguero repleto de toneladas de
arroz, rumbo a España. ¿Su nombre?, Alcatraz.
Para agravar la situación, además de las duras condiciones de bloqueo impuestas a petición de Estados Unidos, España vivió unos años de sequía de lluvias que imposibilitaron las cosechas de miles de cultivos. Los ciudadanos aguardaban ansiosos la llegada del barco, inquiriendo a las autoridades sobre la cuestión. Recibieron tantísimas consultas que el gobierno de Franco acabó informando públicamente que el Alcatraz se encontraba perdido en su ruta hacia España, pero que se le esperaba. El tiempo siguió pasando y la guasa andaluza, especialmente gaditana, que aguardaba en puerto a que el barco cargado de tan anhelado cereal atracara, comenzó a usar la expresión “estás más perdido que el barco del arroz”.
Un mes más tarde, cuando ya prácticamente todos los españoles habían asumido que el barco nunca llegaría, finalmente el gobierno acabó reconociendo que el Alcatraz se había hundido durante una tormenta, con todo su preciado y anhelado contenido.
Para agravar la situación, además de las duras condiciones de bloqueo impuestas a petición de Estados Unidos, España vivió unos años de sequía de lluvias que imposibilitaron las cosechas de miles de cultivos. Los ciudadanos aguardaban ansiosos la llegada del barco, inquiriendo a las autoridades sobre la cuestión. Recibieron tantísimas consultas que el gobierno de Franco acabó informando públicamente que el Alcatraz se encontraba perdido en su ruta hacia España, pero que se le esperaba. El tiempo siguió pasando y la guasa andaluza, especialmente gaditana, que aguardaba en puerto a que el barco cargado de tan anhelado cereal atracara, comenzó a usar la expresión “estás más perdido que el barco del arroz”.
Un mes más tarde, cuando ya prácticamente todos los españoles habían asumido que el barco nunca llegaría, finalmente el gobierno acabó reconociendo que el Alcatraz se había hundido durante una tormenta, con todo su preciado y anhelado contenido.
El Alcatraz en Buenos Aires, antes de partir hacia España e imagen de sus restos.
Curiosamente,
después de que Argentina cancelara su acuerdo con España, otro estado inició las
negociaciones con nuestro país para sacar su propio beneficio, mediante acuerdos
que jugaban con el hambre española. ¿Adivinan de que país se trataba?. Pues ni
más ni menos que aquel que causó el bloqueo internacional: Estados Unidos. De
esta forma pudieron usar el suelo peninsular a su antojo militar mientras los
españoles comenzaron a gozar de queso, leche, chocolate y otros productos de procedencia
norteamericana. Y es que está visto que para muchos políticos de todo el mundo
“en la guerra todo vale”, es un lema
que llevan por bandera. ¿O no es cierto, Michael Moore?.
Imagen del recibimiento a las autoridades norteamericanas en Madrid, por todo lo alto. A su lado, portada del Times con un artículo sobre Michael Moore y su trabajo censurando las acciones interesadas de G. Bush en Oriente Próximo y que causaron tantas bajas entre los militares de dicho país.
Tal vez hechos como éste fueron
los que llevaron a Groucho Marx a expresar aquello de “inteligencia militar" (imagen), ya que raramente las acciones militares responden a razones e intereses
altruistas como defender al más débil o utopías similares.
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