Este
conquistador extremeño que nació en Medellín, Badajoz, en 1485, concentró en su
persona la inteligencia, el brío y la iniciativa que le valió para hacer
historia. Muy pocos hombres conquistaron con tan pocos medios, tan vastos
territorios sin más apoyo que su intuición militar y su determinación.
Nacido en una
familia noble de hidalgos, era primo segundo por vía materna del conquistador del
Perú, Francisco Pizarro, y estudió leyes en la Universidad de
Salamanca pero pronto le pudo su afán de aventuras. Participó en la campaña de
Gonzalo Fernández de Córdoba ("El Gran Capitán") en Italia y cuando pudo, en 1504,
zarpó hacia las Indias estableciéndose como funcionario colonial en La Española (Santo Domingo).
Como secretario del Gobernador Velázquez de Cuéllar intervino en la expedición
a Cuba en 1511, siendo alcalde de la recién construida ciudad de Santiago. No
tuvo la confianza del Gobernador, que ya lo había encarcelado. En 1518 capitaneaba
una expedición al Yucatán. Al enterarse de que iba a ser relevado aceleró su
marcha desde Santiago y con once barcos, catorce piezas de artillería,
seiscientos hombres y dieciséis caballos llegó en 1519 a Cozumel y Tabasco y
derrotó a los mayas. Desobedeciendo la orden del Gobernador fundó la ciudad de
Villa Rica de Veracruz en la costa, iniciando así la conquista del imperio
azteca mexicano que acabó en sólo dos años. Para lograr esta gesta frente a un
ejército potente y experimentado que gobernaba más de quince millones de habitantes, Cortés
tuvo que tomar decisiones y realizar actuaciones muy impopulares y a veces
duras y terribles, posiblemente necesarias para derrotar a un ejército implacable, sanguinario, e infinitamente más
numeroso como el azteca, pero gracias a esa gran determinación que comenzó con
el hundimiento de sus naves para dejar claro a sus hombres que no había vuelta
atrás, consiguió la gran gesta. Sin lugar a dudas fue uno de los conquistadores
más odiados de Hispanoamérica por los lugareños, lo que no debe empañar ni su
obra ni sus conquistas.
Detalle de la vestimenta de los
soldados españoles que fueron con Hernán Cortés y empuñadura de la espada del
español, en la multitudinaria exposición realizada en Madrid hace unos meses.
Su muerte y la
ubicación de sus restos estuvieron siempre rodeadas de un halo de misterio. Se
sabe que en 1546, muy cansado y enfermo, volvió a España tras finalizar su
cuarta expedición, que termino con la conquista del extremo norte del Golfo de
California. Murió el 2 de diciembre de 1547 en la localidad sevillana de
Castilleja de la Cuesta
cuando corría detrás de la carroza real, implorando la decisión real para
volver a sus posesiones americanas. Tras su penosa muerte fue sepultado en la
cripta familiar del duque de Medina Sidonia en el Monasterio de San Isidoro del
Campo, en Santiponce (Sevilla), bajo las gradas del altar mayor. Su hijo
Martín, segundo Marqués del Valle, le dedicó un epitafio que decía:
Padre cuya suerte impropiamente
Aqueste bajo mundo poseía
Valor que nuestra edad enriquecía,
Descansa ahora en paz, eternamente.
Pero esta
morada no fue definitiva. Al cambiar en su testamento varias veces la ubicación
del lugar donde deseaba descansar una vez muerto, sus restos fueron inhumados
varias veces. Durante su estancia en la Nueva España, solicitó ser sepultado en la
iglesia contigua al hospital de Jesús, que Cortés había fundado. Después pidió
ser sepultado en un monasterio que había ordenado levantar en Coyoacán, cerca
de la capital mexicana, pero que nunca se construyó ya que tuvo que volver a
España para enfrentarse a un juicio de residencia.
Retrato
del Hernán Cortés de joven, junto a la representación de un guerrero jaguar
azteca. Bajo ellos, cuchillo ceremonial de sílex con el que arrancaban en vida
el corazón de los sacrificados humanos y cráneos de las víctimas que solían
adornar los altares y zonas públicas de las urbes aztecas. Esta crueldad
provocó que los españoles fueran una minoría que unió a todos los pueblos
indígenas enemigos de los aztecas.
Ya en España,
modificó su testamento dos meses antes de su muerte, señalando que le
enterraran en la parroquia del lugar donde falleciera, como se hizo. En 1550 se
trasladaron sus restos dentro de la misma iglesia junto al altar de Santa Catalina.
En 1566 se trasladó su féretro a Nueva España y fue colocado, junto con su
madre y una de sus hijas, en el templo de San Francisco de Texcoco, muy cerca
de la capital mexicana. Tras la muerte en 1629 de su último descendiente en
línea masculina, Don Pedro Cortés, cuarto Marqués del Valle, las autoridades
españolas trasladaron sus restos a un nicho detrás del Sagrario en la misma
iglesia cerca del altar mayor; es la iglesia del convento de San Francisco,
ubicado frente a la plaza de Santo Domingo en la capital mexicana, junto a la
siguiente inscripción: “Ferdinandi Cortés
ossa servatur hic famosa”. En 1716 una remodelación del templo hizo que los franciscanos trasladaran los restos a la
parte posterior del retablo mayor.
En 1794 las autoridades españolas, a fin de
cumplir los deseos de Cortés, sacaron sus restos, situados en una urna de
madera y cristal con asas de plata que llevaba pintado el escudo de armas del
Marqués de Oaxaca, y lo trasladaron con gran pompa a la iglesia contigua al
Hospital de Jesús, a un bello mausoleo sobre el que había un busto del
conquistador. En 1823, dos años después de la Independencia de
México, cuando el país honraba a los
rebeldes patriotas muertos en la guerra de independencia llevando sus restos a
la catedral de la ciudad de México, surgió entre la población un fuerte
movimiento nacionalista temiéndose que una turba asaltara el templo para destrozar
los restos de Cortés. Durante la noche del 15 de septiembre, el ministro
mexicano Lucas Alamán junto al capellán mayor del Hospital sacaron de su tumba
la urna con los restos de Cortés, enviando su busto junto con otros ornamentos
a Italia para que los agitadores creyeran que los restos mortales de Cortés se
habían sacado del país, cuando en realidad estaban escondidos en el templo del
Hospital de Jesús. En 1836, con la población más calmada, se extrajo en secreto
la urna con los restos, escondida bajo la tarima, y se depositaron en un nicho
que se construyó en la pared cerca de donde estuvo el mausoleo.
Restos
contenidos en el arcón de la iglesia de Jesús Nazareno, en el Hospital de Jesús
fundado por Hernán Cortés.
Años después, en 1843, el propio Alamán, para
evitar que su paradero cayera en el olvido entregó en la embajada de España un
acta del enterramiento clandestino. En 1946 un alto cargo del Gobierno
republicano en el exilio, que estaba al frente de la embajada tras el golpe de
estado del General Franco, filtró una
copia del acta. El 28 de noviembre los restos fueron completamente
identificados, pero su hallazgo levantó en una gran parte de la población un
patriotismo fanático, pidiendo que las reliquias fueran arrojadas al mar, siendo
clave la intervención del exministro republicano español Indalecio Prieto,
presidente del PSOE, exiliado en México, que en un conmovedor artículo de
prensa pidió la reconciliación escribiendo: “México es el único país de América donde no ha muerto el rencor
originado por la conquista y la dominación. Matémoslo, sepultémoslo ahora aprovechando
esta magnífica coyuntura”. Pero sus palabras no tuvieron el eco deseado. Las
autoridades mexicanas, el 9 de julio de 1947,
prefirieron recolocar los restos de Cortés en el mismo lugar del muro de
la Iglesia de
Jesús Nazareno, con el escudo de armas grabado y la siguiente leyenda: “HERNAN CORTÉS. 1485-1547”.
Detalle del llamado "Palacio de
Hernán Cortés", en Castilleja de la
Cuesta (Sevilla), donde falleció el conquistador. Detalle de
las placas que se pueden observar, junto a su busto, en el edificio,
contrastando con el maltrato y desprecio que sus restos sufren en México. Son
muchos los españoles que indignados exigen al Gobierno que reclamen sus restos, para ser enterrado y honrado como merece.
La custodia de los restos mortales de Cortés desde el 28 de noviembre de 1946 corresponde al Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. Aunque al final los restos de Hernán Cortés descansan en el lugar que eligió para ser sepultado, creo que en 1947 se perdió la oportunidad de que, con la construcción de un digno mausoleo, se diera un paso gigante hacia la reconciliación de dos grandes países hermanados por la historia.
Me ha agradado mucho su página, ya era hora que alguien reclamara una atención para un hombre que tuvo un papel en la historia de México tan importante. He estado tres años trabajando en turismo en el Distrito Federal de ese hermoso país y nunca he podido comprender el rechazo que tuvo ese ilustre militar, al margen de simpatía y odio es una gran torpeza no reconocer el papel histórico que tuvo Cortés en la fundación de lo que hoy es México, y sin embargo lo recuerdan como el mayor villano de su historia, escondiendo y rechazando todo lo que huela a Cortés, como es la persecución que ha tenido sus restos desde la independencia o que su tumba permanezca semioculta. La he visitado varias veces y es muy triste verla como está. ¿Piensan todos los mexicanos que con los aztecas y sus cultos sangrientos les iba ir mejor?
ResponderEliminarY tu estupida religión católica que viola niños y evangeliza matando, asesina indigenas y conquista por la fuerza paises es mejor? Eres un estupido tio! Joder hostia!!!
EliminarNo seas imbecil, yo lo veo asi, eran otra epocas y somos humanos, dejalo sin juicios tontos de que estaban mejor antes o despues, yo soy hijo fe españoles y este es mi pensar, son acciones del pasado...
EliminarPermítame que le diga que triste favor se hace a usted y a su empresa dirigiéndose como lo hace a personas que, al margen de tener una idea distinta a la suya, hacen gala de la educación y respeto que parece estar ausente en usted. Debo decirle que he sopesado bastante si publicar o no sus dos comentarios. Si finalmente lo he hecho es porque creo que hablan más de usted que "de los argumentos" en los que basa su "discurso". ¿En verdad cree que insultando va a usted a hacerse escuchar?. Particularmente lo encuentro como el argumento de "que se fastidie el capitán, que no como rancho". Por lo demás, pedirle que deje radicalismos y visceralidades aparte y se aplique su mensaje: si hace 500 años así procedió la Iglesia (le agradecería pruebas concretas y tangibles más que insultos y groserías), nada tiene que ver con su conducta de ahora. Le invitaría a que cualquier día se tome unos minutos y se pase a hablar con algunos misioneros, con ONGs de la Iglesia y se limite a observar cómo muchos de ellos invierten todo su tiempo y energías en otras personas, como incluso llegan a poner parte de su dinero para cubrir algunos gastos, cómo mueren o son torturados o violadas en zonas de conflictos bélicos por tratar de hacerles llegar agua potable, alimentos, ropa... a gente desprotegida desconocida para ellos. Es decir, le invito a que deje sus odios absurdos a un lado junto con sus ideas tan radicales, y simplemente se limite a ver objetivamente, a respetar (R-E-S-P-E-T-A-R) a gente con distinta opinión que usted; creo que mejor nos irá a todos, en general. Dicho ésto, si vuelve a comentar compartiré gustosa su opinión siempre y cuando guarde respeto y no insulte. De lo contrario borraré su/s comentario/s ...o mejor aún, háganos un favor y guárdese para usted solito sus insultos y rabias viscerales. En este blog tlato de hacer gala del respeto y, como decía Walter Mathau a Jack Lemmon en una de sus películas, como siga con su actitud, "me lo pone usted muy difícil para caerme bien". Un saludo.
EliminarDesde aquí mis más sinceras disculpas a la persona anónima contra la que ha cargado este comentarista de la compañía mexicana All Virtual Dreams, por su comportamiento tan fuera de lugar hacia su persona. Le garantizo que no volverá a pasar.
Un trabajo justo y necesario. Siempre me ha sorprendido que un país como México no haya sabido tratar a un personaje con tal trascendencia para el país como Hernán Cortés. Colocarlo como representante de la crueldad y la represión que destruyó a los aztecas es hacer una lectura muy infantil de la historia. Fue un conquistador en un tiempo en el que tocaba el descubrimiento y la conquista de América por los europeos y que le tocó a España hacerlo en lugar de Inglaterra, Francia, Portugal u Holanda. Pero no hay que olvidar que con el conquistador solo iban 400 soldados ¿suficientes para derrotar a todo un imperio azteca que era veinte veces superior en número?. Creo que no, su victoria se debe a la ayuda de los muchos “mexicanos de entonces” que ayudaron a los españoles ante la crueldad que tenían contra ellos los “otros mexicanos”. Enhorabuena por su página.
ResponderEliminarMe ha gustado su artículo, era de ley escribirlo. Soy un enamorado de México y nunca he entendido el rechazo que nos tiene un gran número de mexicano y que he comprobado en mis varias visitas. También me ha parecido injusto acusar a Cortés de genocida por la destrucción del imperio azteca. Fue una conquista como otras que hubo en aquel continente. Tocaba. Sin embargo, a diferencia con otros países también hermanos, en los que se ha reconocido el papel histórico del conquistador de turno, -Pizarro en Perú en donde la plaza de Cuzco tiene una enorme estatua idéntica a la que hay aquí en Mérida, Orellana en Ecuador, Benalcázar en Colombia, o San Martín y Bolívar en España-, en México siempre se ha tenido un gran odio a Hernán Cortes con el continuo maltrato a su tumba que por cierto junto a ella existe la única estatua, medio busto, de él que hay en México. La opinión del pueblo de este ilustre militar lo expresó el artista mexicano Diego Rivera en su mural de la capital en el que aparece Cortés deforme, encorvado, blandiendo oro como único objetivo. Olvidan las obras y construcciones que hizo ese español allí y como modernizó el país. Es lamentable que un pueblo tan comprensivo no le reconozca la parte positiva del conquistador y lo mantenga en un olvidado nicho de una remota iglesia. Me entristece. Un buen trabajo.
ResponderEliminarBuenas tardes, comparto su opinión e igualmente me indigna el rechazo que México aún conserva "tan fresco" y con sus heridas tan abiertas. De hecho me gusta muchísimo ese país pero confieso que terminaron echándome cuando cada persona que me preguntaba mi nacionalidad me recordaba lo salvajes que fuimos. Cansa. Y ciertamente no es que Hernán Cortés destruyera un rincón de espiritualidad, respeto al prójimo y de paz porque basta visitar una sola ciudad azteca para ver las pirámides de los sacrificios, los altares por doquier decorados con cabezas cortadas, las estelas del reyezuelo de turno con varias cabezas de los paisanos colgando del cinto, el juego de pelota donde se sacrificaban a los ganadores o los cenotes sagrados donde arrojaban vivas a las víctimas drogadas para que se ahogaran. Tal es la barbarie del imperio azteca que los españoles fueron minoría ante los que lucharon contra los aztecas. Los datos están ahí, casi un 80 % de los soldados aztecas hallados presentaban evidencias de haber muerto a manos de armas indígenas mexicanas, no de armas españolas. Respecto a la única estatua que México conserva de Hernán Cortés...sí, con la Leyenda Negra hemos topado amigo Sancho...de nuevo, habría que añadir parafraseando al Quijote. También yo he oído la frase que con desprecio dicen autores anglosajones sobre ese aspecto. De hecho estoy realizando otra entrada para desmentir ese aspecto pues, después de todo, no todos los mexicanos poseen ese odio visceral contra los Conquistadores (¿por qué dicen a los españoles "conquistadores"con toda la connotación negativa que acarrea, y al resto de los europeos "exploradores" o "aventureros" cuando procedieron igual o peor que los nuestros?) y en México existen varias estatuas en honor a Hernán Cortés. Igualmente me repugna la idea "mañida" de poner a nuestros militares de entonces como gente enfermiza y encorvada enferma de sed de oro cuando la realidad muestra que eran aristócratas, de familias nobles, con un amplio conocimiento en distintas Ciencias y que poseían una actitud militar notable. No en vano los Reyes Católicos, al poco de "Descubrir" América concedieron a sus habitantes el estatus de ciudadano español equiparable a cualquier otro ciudadano peninsular. Eso nadie lo destaca y dice muchísimo de cómo eran considerados los indígenas por los monarcas españoles. Ni Inglaterra, Francia u Holanda pueden decir lo mismo. Ciertamente entristece que se queden con lo peor y se desprecie tantísimos buenos gestos y acciones. También entristece el lamentable trato. Hace unos años fui a Guatemala y me fotografié orgullosa con la tumba de Alvarado. Me dolió muchísimo verla en una iglesia derruida, llena de suciedad, orinada y apestando, donde descansaba ya no él, sino parte de su familia. Para tenerla en esas condiciones es preferible traer sus restos a España pues si a ellos les avergüenza, yo los admiro en ciertos aspectos. Un saludo.
ResponderEliminarLe doy las gracias por su artículo. Era necesario denunciar injusticias históricas. Soy un militar retirado que he visitado México como asesor y entiendo el gran valor que tuvo Hernán Cortés y los suyos en la conquista. También me han gustado los comentarios a su artículo y estoy de acuerdo con ellos en que la conquista era cuestión de tiempo, pero siempre me ha asaltado una pregunta ¿creen los mexicanos que si los hubiera conquistado los ingleses, que también andaba por allí, les hubiera ido mejor? ¿Cuando se visita una institución pública, centro de investigación o un monumentos se verían entonces nativos al frente como ahora los hay?. No voy a dar respuestas a las preguntas sólo señalar un poco más arriba, hacia los EEUU. También los he visitado algunas veces y qué pocos nativos veo por New York, Washington, Filadelfia, Boston, o como guías de monumentos o museos. Los españoles nos mezclamos. Cortes tuvo sus hijos, todos marqueses, con la nativa Doña Marina. Otros pueblos conquistadores hacinan los nativos en reservas. No reconocer la historia suele llevar a un país a una crisis de identidad y anarquía. Brindo por que los hermanos mexicanos alcancen la senda de la reconciliación y honren a ese personaje que participó como nadie en la modernización de México.
ResponderEliminarHola, buenas tardes, ciertamente ha dicho algo que pensé cuando respondía a los anteriores comentarios y terminé mordiéndome la lengua por no echar más leña al fuego pero el español ha pecado siempre de pasional, para bien y para mal y en ese sentido se mezcló desde un principio con los nativos a los que consideraba de iguales. Y como bien señala, a sus esposas e hijos no dudaron en legar todos sus títulos y posesiones. Como indica, la única referencia "del norte" (Norteamérica) que se iguale es Pocahontas, enamorada del militar inglés Smith y la desgraciada vida que llevó. Déjeme corregirle levemente cuando dice: "los ingleses, que también andaban por allí". Supongo que se referirá a un par de siglos después porque al principio su flota era tan precaria que únicamente aspiraban a rapiñar algún barco español aislado de la flota de las Indias que regresaba a puerto peninsular (eso sí, los que iban ciegos a por el oro eran los españoles, tiene narices la cosa), ya que nuestros Tercios, usted lo sabrá, eran el ejército mejor entrenado de Occidente a los que tenían pavor los ingleses. Así que armamentística y militarmente nuestros conquistadores tenían una preparación excelente. Lo mismo podríamos decir de otras disciplinas. Basta observar la ciudad de Antigua (en Guatemala) para maravillarse de su trazado, sin hablar de que a pesar de los muchos terremotos que han sacudido América, aún son muchas las construcciones españolas que se mantienen en pie ¿casualidad...o un conocimiento de ingeniería civil que se niegan a reconocer? porque supongo que a usted, como militar, no le causaría tanto asombro pero a mi como mera civil que tolera mal el sol y los cambios de temperatura, comida y horas de sueño simplemente me dejó sin palabras pensar cómo 400 españoles tras cruzarse todo el Atlántico apretados en galeones cual sardinas en lata y encerrados en armaduras metálicas desde la cabeza hasta los pies, fueron capaces de cruzar selvas, pantanos, instalar puentes cruzando caudalosos ríos (algunos aún perviven en pie) y dar un jaque mate a un imperio que les superaba en soldados aguerridos, valorando los sacrificios humanos por encima de todo. Por cierto que aprovecho para dejar claro que en mi anterior comentario, cuando aludo a los juegos de pelota sangrientos y cenotes soy conscientes que estoy refiriéndome a la cultura maya y al hablar de las estelas de guerreros adornados con cabezas cortadas aludo a estelas aztecas y mayas. No es que el desconocimiento me lleve a confundir culturas, es que trataba de mostrar el panorama "cultural" que encontraron los españoles al llegar a esas extrañas tierras. Para nada fue la idea que se trata de sostener de un inculto salvaje (español) aporreando a un dalai lama o pacifista culto y que miraba por la paz en el mundo (azteca). Dejemos ya de negar la realidad. De todas maneras apoyo su idea de dejar el pasado en el pasado y mirar hacia el futuro tendiendo la mano. Pero para ello hay que respetar y honrar a los muertos primero. Muchas gracias por sus palabras, así como a las de otros comentaristas. Un saludo.
ResponderEliminarMis felicitaciones completas por incidir en un problema que a muchos amantes de la historia nos duele. Creo que está casi todo dicho sobre el tratamiento y la injusticia que se hace con Hernán Cortés, por un pueblo que son descendientes directos de él. Jamás se ha maltratado y calumniado la figura de un conquistador que abrió el futuro sangriento de un país hacia la libertad. Hay que recordar que en México hoy se puede presentar en política cualquier ciudadano sin necesidad de pertenecer a la alta y restringida clase azteca. Los españoles se unieron al pueblo y ofrecieron la posibilidad a que sus descendientes pudieran construir un mundo mejor. Nos enfrentamos en una guerra. No eliminamos a los indígenas vencidos dándole mantas llenas de viruela como hicieron otros conquistadores europeos ni vendiéndolos como esclavos en otras latitudes como hicieron otros conquistadores europeos, sólo convivimos tras la conquista. De ahí que no entienda que ese pueblo sabio trate con tanto odio a Cortés y a los españoles. Tampoco entiendo que ese pueblo tan libre no le de el mismo tratamiento a los vecinos del norte, cuando le robaron medio país y mataron a miles de soldados mexicano, ¿es que el dólar sustituye al odio?. Leo muchas opiniones negativas sobre Cortes y por respeto a nuestra historia común pediría que nos lo devuelvan, porque aquí tendría el lugar y el homenaje digno a un gran guerrero. Muchas gracias por la posibilidad de expresar las opiniones de mi grupo.
ResponderEliminarEstimada Valeria, gracias por otra entrada valiente y necesaria. De nuevo la abundante información basada en datos objetivos y sobre todo el talante, la sencillez y tacto con los que reclama justicia histórica para este gran personaje hacen una buena entrada. Haciendo mía la expresión de un comentarista anterior, creo que "ya tocaba". ¿No bastan seis siglos para valorar el pasado de un pueblo con la distancia suficiente? En los comentarios que me preceden se dan razones importantes para ello; comparto esas opiniones. Sólo querría añadir que nunca en la Historia hubo conquistas sin consecuencias trágicas y que en tierras tan lejanas la justicia europea pudo llegar tarde en no pocas ocasiones. Pero el hispanoamericano lleva sangre española. ¿Son conscientes de que cuando reniegan están tirando piedras a sus ancestros?. La animo a seguir en esta línea tan justa.
ResponderEliminarGracias por los nuevos comentarios. Es cierto que sorprende la mala opinión que se suele dar de Hernán Cortés frente a la ausencia de trato similar a otros conquistadores no españoles. Es difícil que cambie esa actitud pero también soy consciente de que, como bien comenta María Dolores, no hay conquistas sin consecuencias dolorosas. Barriendo para mi tierra, me hacen sonreír mis paisanos del Numancia club de fútbol cuando dicen alegres aquello de "muchos fueron los romanos y resistimos" cuando en la realidad todos los numantinos se inmolaron antes de ser esclavos de Roma. Por suerte a ninguno de estos sorianos se le ocurre meter el dedo al ojo del primer italiano con el que se crucen. Gracias por vuestro apoyo. Saludos.
ResponderEliminarVi ayer por la noche el capítulo de Carlos I emperador, y me ha confirmado la opinión que tenía sobre Cortés. Siempre creí que era un hombre que se creía que hablaba con Dios. No entendía porqué los reyes de España no lo recibieron y que muriera corriendo detrás de su carroza ¿fue porque intentó enfrentarse a ellos en México creyendo ser su único monarca?
ResponderEliminarHola Oswaldo, siento no compartir su opinión al respecto ya que en varias entradas que se ha tocado el tema, siempre he comentado lo mal considerado que se le tiene. La mayoría de los historiadores neutrales coinciden en las cualidades admirables de este personaje tales como su capacidad para convencer y comunicarse ("labia"), sus dotes como estratega y su clara visión de lo que deseaba desde un principio (aliar el Imperio Español con el Imperio Azteca). De hecho, ya en otra entrada comentaba los grandes errores históricos que esta serie se ha tomado con él ya que convenció con "su labia" a Moctezuma (nunca lo detuvo por las fuerzas de las armas, como en la serie muestran) y otras incoherencias cometidas que no repetiré. Con todo, sí es cierto que España quedaba muy lejos de América y si hubo algún error en la comunicación se debió preferentemente a la animadversión que el Gobernador español tenía contra Cortés por ver en él a un rival que podía quitarle su poder (y sus negocios personales) frente al emperador. Si se fija en el capítulo de ayer, Cortés opta por irse en busca de "la unión de ambos océanos" para darle mayor gloria a Carlos I (cosa que contradice que se creyera único rey).
ResponderEliminarPara facilitarle un conocimiento más certero del personaje le aconsejo que lea el libro "Hernán Cortés" de Salvador de Madariaga.
Me ha sorprendido mucho la opinión de Cortes que da la serie española de Carlos I rey y emperador. No me cuadra la opinión de pusilámine, chulesco e iluminado que dán de él. Una persona que con sólo 400 soldados derrota al imperio más fuerte y sanguinario de la historia americana que disponía de 100.000 guerreros debe tener otras cualidades a las señaladas en esa serie. Es lo peor de los nuestros, nunca potencian las cualidades de hombres que fueron auténticos triunfadores como Cortés ¿me puede aconsejar un libro sobre su vida e historia fuera de cualquier manipulación?
ResponderEliminarGracias.
Hola Helena, gracias por su comentario. Lo cierto es que tampoco yo acierto bien a comprender qué es lo que buscan (los de la serie de Carlos I) manipulando de la forma en que lo hacen la figura de Hernán Cortés y mostrando hechos que se saben que no son ciertos, como los varios que he mencionado en diversos comentarios. Como todos, Cortés tenía muchas virtudes y cualidades pero también muchas sombras. Y tan malo es tapar unas como acentuar las otras. Particularmente encuentro gran parecido entre Cortés y Patton. Ambos tuvieron siempre las ideas asombrosamente claras de qué hacer y cómo lograr proyectos antes de que muchos otros siquiera llegaran a intuir las circunstancias. Pero ambos, tal vez por esa claridad de ideas, se comportaron como elefante en cacharrería. En resumidas cuentas, ambos eran estrategas increibles pero piedras en el zapato de todo el que se cruzaba con ellos. Es mi opinión, puedo estar equivocada. Con respecto a un buen libro sobre Cortés, le aconsejo el mismo que señalé a Oswaldo, escrito por Salvador Madariaga y llamado sencillamente "Hernán Cortés". Es bastante grueso, pero muy completo. Un saludo.
ResponderEliminarSeria conveniente profundizar un poco más en la vida de Hernán Cortes. He visto algunos capítulos de la serie de televisión española, Carlos I rey y emperador, y no acabo de tener una fotografía clara de ese conquistador, parece que la serie lo difumina ¿fue un militar o un soldado de fortuna?. Somos muchos los amantes de la historia que nos preguntamos sobre el verdadero Cortés. Personas tan ilustrada como usted debería investigar a ese soldado español. Gracias.
ResponderEliminarHola Jaime, gracias por sus palabras. Ciertamente es una pregunta recurrente últimamente entre los comentarios que recibo y como dije, para mi existen muchísimos paralelismos entre nuestro personaje y el general Patton, pues ambos tenían una claridad de pensamiento militar y estratégico alucinante, pero a la vez resultaban incómodos para todo el mundo. No podemos negarle una buena cuna y mejor educación (de hecho, en la entrada del posible autor del Lazarillo de Tormes comento cómo son varios los académicos que consideran seriamente que es obra de Cortés), tampoco que tenía una capacidad de oratoria alucinante y una personalidad magnética. Sin embargo tenía también bastantes sombras y por ello son muchas las obras escritas con el fin de acercar al lector a la realidad de este escurridizo personaje. Por mi parte, he estado preparando la nueva entrada precisamente basada en él, en algunos aspectos aún no muy claros, que le invito a leer (y a comentar luego, si así lo desea, claro). Un cordial saludo.
ResponderEliminarHay que aclarar algunas precisiones. Hernán Cortés, fue un mercenario, su principal interés fue la supuesta riqueza de los territorios inexplorados de la Nueva España.
ResponderEliminarHernán Cortés, no fue un "conquistador", o un gran estratega, como comenta el militar, y otra persona que lo compara con Patton. Muchos españoles creen, en su transnochada mente, que Hernán Cortés con un puñado de españoles conquistó el imperio Mexica. Nada más lejos de la realidad, en el territorio denominado "La Nueva España", habían decenas de culturas, tribus nómadas, y naciones indígenas, que eran enemigas entre sí. Ejemplo: Los Mexicas eran enemigos de los Tlaxcaltecas y de los Totonacas, a su vez los Mexicas nunca expandieron su imperio hacia el norte de México, porque ahí estaban las verdaderas tribus guerreras, "los guerreros del Norte; los CHICHIMECAS". Y al occidente los muy aguerridos Tarascos. Como pueden ver, eran naciones en conflicto. Los Mexicas, continuamente hacían sus guerra floridas contra los relativamente pacíficos Totonacas, en Veracruz, y los tomaban por sacrificio para su dios Hutzilopochtli. De igual forma, los Mexicas eran enemigos a muerte de los Tlaxcaltecas. Muy práctica y fácil tenía la jugada Hernán Cortés, o se como se dice, coloquialmente hablando, la tenía peladita y en la boca. En su "Heroico viaje de la Villa Rica de la Veracruz", hacia la gran Tenochtitlan, en el altiplano Mexicano, los Totonacas aterrorizados por los Mexicas, vieron en el "Héroe Hernán" una forma de quitarse el yugo Mexica. Cuando lleganron a los territorios de Tlaxcala, donde aparece Xicoténcatl el Joven, quién con con su macahuitl le corta de un tajo la cabeza, a la llegua de un "montante español", un jinete, y de inmediato se dan cuenta los Tlaxcaltecas, que no eran dioses estos mugrosos soldados españoles. Los Totonacas, asumieron, que una alianza con Hernán Cortés, les quitaría la opresión y la tiranía de los Mexicas.
La "Heroica Conquista" se llevó a cabo de la siguiente forma: Con más de 500 soldados españoles al frente, y apoyados atrás, con cientos de miles de Tlaxcaltecas, con odio absoluto hacia sus rivales Mexicas, lograron la "Conquista". Sin sumar todas las epidemias que por casualidad, aparecieron con los españoles, y que diezmaron a las tribus autóctnas. Aunado a un emperador Mexica, supersticioso y cobarde, que fue Moctezuma. Por esa razón, aquí en México se dice que los Tlaxcaltecas fueron, al igual que Moctezuma, las mujeres de los españoles. Y más de uno consideramos que no tiene absolutamente nada de conquistador Hernancito, ni mucho menos de héroe.Y por si fuese poco, la historia no deja en claro que pasó con el enorme tesoro de Moctezuma, inclusive, el propio Bernal Díaz del Castillo, asume que se extravió en el gran lago de Texcoco. Lo extraño es que insiste en su relato, que esa fue la declaración de Hernán Cortés. Sabiendo lo ambiciosos y corruptos que eran estos "conquistadores", de lugar a sospechar sobre la veracidad de su declaración.
Saludos
Tezcatlipoca
Gracias, anónimo, por sus opiniones, aunque no estoy conforme con ellas. Lamento que se haya dejado llevar por la visceralidad de su pensamiento expresando la opinión que tiene del conquistador en lugar de entender y contestar a lo que digo en mi entrada. Si lee mi otra página, “la controvertida de Hernán Cortés”, podrá comprobar que en ella señalo que el país de procedencia de Cortés había asumido el “empleo de las armas” como una profesión desde 7 siglos atrás –desde que comenzó la reconquista- y en aquella época la mayoría de la soldadesca tenía su “sueldo”. Que eso le puede transformar en “mercenario” dentro de la visión actual no se lo voy a discutir, ni tampoco que fueran muchos los desesperados que se apuntaran a esa aventura por la falta de comida en la población. Pero dentro de eso, había soldados que buscaban salir de la miseria (riqueza) y otros que priorizaban la gloria, y digo la GLORIA, porque meterse en una empresa donde el final más factible sea la muerte y para ello cierra la posible retirada hundiendo las naves, no es un objetivo de un zarrapastroso y corrupto pueblerino, sino de una persona dotada de cualidades innatas que le hizo planificar adecuadamente una expedición, que tenía el don de palabra necesario para aplicar el “dividir y vencerás” de Julio César y la inteligencia innata para enfrentarse a un imperio preparado y muy superior. ¿Qué buscaba además fortuna? ¿quién no?, pregunte a los conquistadores ingleses, holandeses, franceses, etc, y mucho antes a los cartagineses, romanos, etc, o ahora, a los norteamericanos y otros con el petróleo. Para dividir pueblos tan guerreros y sangrientos, a los que antes vencía y unía a su causa, requiere de un talante, de un conocimiento o de una inteligencia especial, al margen de que fueran más o menos aseados. Al menos estará de acuerdo en que muy pocos guerreros lograron las conquistas de Cortés, que yo le llamo gesta. Que debemos criticar las formas…esa son opiniones que merecería de un profundo conocimiento de aquella realidad, en aquel tiempo. Yo cito mis fuentes y en ellas me baso y en la trascendencia que la marcha de Cortés tuvo en las diferentes academias militares extranjeras, entre ella la West Point norteamericana, para tener mi personal opinión que por supuesto es diferente a la suya.
ResponderEliminarRespecto a Bernal Díaz del Castillo, veo que no es muy seguidor de mi blog puesto que cuando analizo la obra de “El Lazarillo de Tormes” hablo de la tesis sostenida por escritores de renombre que sostienen que ese personaje fue el sobrenombre de Hernán Cortés.
ResponderEliminarPor otro lado, cuando dice <>, no se a qué militar se refiere ya que ciertamente son varios los que leen y comentan mi blog, así como policías y guardia civiles. Pero también me consta que me leen profesores, autónomos, jubilados y una gran variedad de profesionales españoles y extranjeros, cosa que me enorgullece y agradezco. Por ello, agradecería que se refiriera a ellos por sus argumentos y mejor aún, por sus nombres, ya que ellos sí optan por dejar sus nombres. La otra persona a la que se refiere, soy yo. Ciertamente encuentro muchos puntos en común entre el general norteamericano Patton y el militar, conquistador y explorador español Hernán Cortés. Mis argumentos los he dado y creo que, aunque le cueste reconocerlo, incluso sus propias palabras confirman mis afirmaciones, la de los militares que han comentado y en general la de todos los lectores que han escrito, así como la de académicos y otros autores que han analizado las andanzas de Hernán Cortés. De hecho, celebro que sus palabras me den la razón pues con ellas no hace sino confirmar lo que vengo sosteniendo y es la de reconocer las ingeniosas dotes de Hernán Cortés aplicando su “divide y vencerás” para lograr, con poco más de 400 hombres, conquistar todo un imperio. Dice usted que eso no es ser estratega, permita que difiera. Baste comprobar “el arte de la guerra” del general Sun Tzu para encontrar esta estrategia entre otras varias. Un saludo.
<>: Hernán Cortés, no fue un "conquistador", o un gran estratega, como comenta el militar, y otra persona que lo compara con Patton.
ResponderEliminarHe leido sus escritos sobre Hernán Cortés y comparto lo que dice, tanto en la gloria reconocida como en la sombra discutida. He leido los comentarios que le hacen a sus dos trabajos y las certeras respuestas que señala. Es curioso que haya una proyección de lo ocurrido en un país en el pasado con la realidad vigente en la actualidad y cuando se habla sobre el pais hermano de México somos muchos de aquí los que nos duele la visión que tienen, desde allí, algunos descendientes de los que fueron de acá. Posiblemente porque no están muy felices con la situación actual de ese querido pais y cuando eso ocurre es preferible buscar imaginarios culpables y ahí está D. Hernán. Ese polémico conquistador que, como bien señala, sus actuaciones guerreras han sido estudiadas por las mejores escuelas militares del mundo, consiguió eliminar del pais a unos gobernantes sanguinarios y crueles. Posiblemente no fue correcto todo lo que hizo desde la perspectiva actual, pero es absurdo pensar que el mal de México de hoy sea culpa de Cortés. ¿Qué porqué de la conquista?. La respuesta es que es algo innato a la condición humana, como la ambición, el desprecio, la comprensión o la compasión. Depende e los genes de una persona para que predomine algunas de esas cualidades/defectos sobre las otras.¿Acaso los aztecas no intentaron conquistar a los pueblos o tribus vecinos?. Seguro que no lo hicieron para regalarles caramelos u oro. Igual ocurrió en España con las tribus primitivas cuando llegaron los romanos y sólo a los ignorantes o a los resentidos se les ocurre condenar absolutamente a ese pueblo por lo que hicieron sin reconocer el avance y progreso que sus barbaries -todas las guerras llevan barbaries- supuso a Hispania (España). Y referiéndome a ese pais hermano lo que realmente me cuesta comprender es que cómo un pais tan rico soporte la tremenda deuda que arrastra, ni que haya tanta violencia y muertes en las ciudades mexicanas y no hablo solamente de los estudiantes masacrados y desaparcidos por paisanos mexicanos, maleantes o autoridades, como cuando Cortés. No creo que con los aztecas de entonces el pueblo que ahora sufre padecería en menor grado. Cortés pasó como han pasado tantas civilizaciones extranjeras por muchos paises, los españoles lo conocemos muy bien, pero acusar de los males actuales a Cortés es propio de inadaptados y de miserables irreflexivos que para justificar su insatisfacción necesitan hoy a Cortés y eso no es una opinión de "trasnochadas mentes", es simplemente una realidad. El resto, el conquistador, mas que nos pese, ya es leyenda.
ResponderEliminarHe leido sus páginas sobre Cortes tras ver las imágenes que exponen de él la serie televisiva: Carlos I, rey y emperador. Ese personaje siempre me ha interesado, como Alejando Magno, Julio Cesar, Napoleón y algunos otros. Pienso que fueron hombres que en la acción y en la superación lograron grandes metas, aunque nunca exentas de críticas. También me han gustado los comentarios porque suelen ser un complemento al personaje. Interesante el de Tezcatlipoca, no porque esté de acuerdo con lo que dice, sino porque en mis años de asesor en México mantuve ese debate con muchos descendientes de los conquistadores que allí fueron. No hace falta señalar que convencí a muy pocos, posiblemente porque hay una minoria que no tienen la mentalidad de D. Mario Moreno. Tampoco conocen, como dice muy correctamente JSBallestero, la realidad de aquel tiempo que no es tan diferente, en forma, al de ahora, porque si lo conociera no utilizarían tan amargamente la palabra mercenario. Antes de retirarme he tenido bajo mi mando en el ejército español a muchísimos, y digo muchísimos, hispanos-americanos como soldados profesionales de nuestra tropa. He mandado a colombianos, ecuatorianos, dominicanos, mexicanos, argentinos y tantos otros descendientes nuestros y si están en nuestro ejercito no creo que sea únicamente por amor a nuestra patria ¿será a lo mejor por un buen sueldo?.¿ Debemos llamarlos por ello mercenarios? ¿o mejor soldados profesionales?. La respuesta se podrá dar en función de la amargura y del rencor del evaluador, como también señala JS. Y aún habría que hacer otra pregunta, si todos esos mexicanos, llamados groseramente "espaldas mojadas", que cruzan sin papeles la frontera estadounidense le dieran la oportunidad de ingresar en el ejecito norteamericano para las próximas invasiones y bombardeos ¿lo harían?. ¿Es porque son sanguinarios mercenarios malolientes o simplemente porque quieren comer...? Es una pregunta muy dificil de comprender para algunos. Estupendo trabajo Valeria.
ResponderEliminarBuenos días, agradezco los comentarios de JSBallesteros y Juan de Dios Uribe que no hacen sino respaldar las tesis que he venido manteniendo en mis tres entradas sobre Hernán Cortés. No puedo estar más de acuerdo con sus palabras y entiendo que aportaciones como las suyas enriquecen (y mucho) la calidad de este blog. Gracias a todos por vuestros comentarios. Un saludo.
ResponderEliminarVALERIA:
ResponderEliminarLo que escribí es en respuesta de su recontra-visceral comentario citado en
su página: "en el edificio, contrastando con el maltrato y desprecio que sus restos sufren en México. " Usted escribe como si fuese una escritora parcial, y su paleros, como Juan de Uribe, la defienden. Le suplicaría que publicara completo mis dos comentarios, para que lo lea Juan de Uribe, con su muy neutral comentario "espaldas mojadas" sobre lo que pienso de la conquista y del racismo
de los españoles. Y como supongo que no lo va a publicar, porque la verdad no peca pero incomoda, aquí en MéXico, Gallego(español) es sinónimo de PENDEJO. es cuanto.
Tezcatlipoca
Buenos días, anónimo. En primer lugar me gustaría informarle que ha estado a esto de que directamente eliminara su comentario por irrespetuoso, pero voy a responderle para poner fin a sus reacciones y a la de otros que deseen imitarle. Decía un sabio que cuando una persona recurre al insulto o a la violencia, ha perdido todos sus argumentos y credibilidad y usted, basta leer su mensaje para comprobarlo, no sólo ha recurrido a ambos sino que le ha añadido la falsedad.
ResponderEliminarTildar de parcial a alguien que esgrime argumentos bibliográficos y arqueológicos me resulta absurdo, insultar a esa persona y a todas las otras, desconocidas, que le apoyan y añaden nuevos argumentos y experiencias es irracional (tal es el caso de su reacción con D. Juan de Uribe, que aunque no le conozco personalmente ni a él ni a usted, no puedo menos que disculparme ante él por el patético comportamiento que usted a tenido al cargar absurdamente contra él cuando en todo momento se ha mostrado abierto, EDUCADO y MUY RESPETUOSO). Y que finalmente termine su cúmulo de despropósitos recurriendo a la manipulación y a la mentira exigiendo que publique su mensaje original íntegro es simplemente denigrante. Déjeme informarle que en Blogger los comentarios llegan y quedan pendientes de moderación, lo que quiere decir que permiten o bien publicarse o bien eliminarse PERO NUNCA SE PUEDE MODIFICAR COMENTARIO ALGUNO, NI SIQUIERA LOS MIOS PROPIOS (como verá en aquellos casos que he respondido desde el smartphone y me ha modificado algunas palabras parecidas como “descarnadas” y la cambió por “descartadas”). “Cree el ladrón que todos son de su condición”, pero siento decirle que su mensaje se publicó tal cual lo recibí así que déjese de patrañas y malas artes. Por cierto, la siguiente vez que sea igual de grosero será eliminado. No hay lugar en mi blog para los insultos, váyase a pelear a otra parte o mejor aún, haga un esfuerzo y váyase a la escuela donde además de aprender educación aprenderá conocimientos. ¿Y sabe lo peor de su comportamiento? Que hace que al final incluso yo me rebaje a su nivel. Si va a responder, espero sus disculpas para con D. Juan de Uribe y que haya cambiado bastante sus modales, si no es así, le rogaría que se abstenga de escribir. Un saludo.
Mi agradecimiento por su ética y principios que muestra en su respuesta.
ResponderEliminarBuenas tardes, era de justicia, sr. De Uribe. Gracias por su interés, un saludo.
ResponderEliminarHola Valeria Ardante:
ResponderEliminarSé que quizás sea algo tarde para entrar a la conversación del blog, pero al leer los comentarios y tu articulo el cuál considero algo muy interesante y justo, sinceramente jamás me había puesto a reflexionar sobre el tema y menos desde el sentir español, permiteme comenzar diciendo que soy Mexicano, soy amante de mi país y de la historia que lo rodea.
A diferencia de un par de paisanos míos de quienes he visto sus comentarios y sinceramente me apena, debo comentar lo siguiente, definitivamente la conquista fue el evento que gesto a mi país, como bien comentó alguien por ahí, todos los latinoamericanos somos españoles en mayor o menor manera (depende de la zona) el simple hecho que te escriba en español demuestra ese hecho, yo mismo soy hijo de ese mestizaje que inicio con la conquista, porto con orgullo un nombre Judío, un apellido Euskadi y otro Gallego, incluso puedo decir con orgullo que desciendo de un virrey de esta hermosa tierra que se llama hoy día México, y aún así mi piel es morena. Yo considero que la historia no le ha hecho justicia a ninguno de ambos bandos. No voy a resaltar las bondades de uno u otro, ni reclamaré hechos que nadie de nosotros vivió y sucedieron hace más de 500 años, solo quiero agradecer esta visión de un gran militar que es bastante desconocida en una tierra y en un país que este hombre ayudo a forjar para terminar denigrado por la falta de educación y conocimiento de sus propios descendientes. Considero que hace falta más información y más conciencia con mis compatriotas quienes como un hijo adolescente niegan a ese padre al que jamás han logrado comprender desde otra perspectiva.
Agradezco tu atención, saludos desde la Ciudad de México.
Gracias por su comentario, Sr. Garibay. Me alegra haber leído su razonamiento porque comparto todo lo que dice y me agrada conocer su historia. No deseo mostrar a los conquistadores españoles como santos, porque distaron mucho de serlo, pero tampoco es justo tildarlos de demonios, que no lo fueron. Un suceso que ocurrió hace más de 500 años hay que mirarlo dentro del contexto en que aconteció y valorarlo en función de los beneficios que produjo para las civilizaciones que se vieron implicadas, evitando que aún sigan abiertas esas heridas. También en España con la invasión romana se derramó bastante sangre pero se implantaron grandes avances en el Derecho, Arquitectura,...que mejoraron la calidad de vida y el futuro del pueblo hispanorromano. Todo tiene su cara y su cruz de la moneda. Un saludo.
ResponderEliminarhe estado viendo la serie Carlos Rey Emperador, y el Hernan cortes que "Hollywoodean" ahí no se parece en nada al que nuestros catedráticos nos expresan , el era simple y sencillamente un EMPRESARIO buscaba su beneficio personal a toda costa con una ambición tan humana como la de cualquiera , solo que tan alejado de las leyes reales , la etica paso a segundo termino, ademas el oro vuelve loco a cualquiera la prueba esta que hasta la fecha es motivo de explotación humana en todo el mundo en aras de su explotación, celebro el valor de sus empresas y lo admiro por las mismas y lo dejo hasta ahí como un soldado valiente, otro merito no podría darle.
ResponderEliminarGracias por su comentario, Sr. Gutiérrez, sin embargo debo manifestar mi desacuerdo con sus palabras. Considerar que Cortés dejó de lado la ética cuando son incontables los ejemplos que dejó de su respeto hacia el enemigo (que ni mucho menos fue recíproco) es, me parece a mi, una falta de documentación hacia su persona. Le invito a que, sin prejuicios, profundice en la vida de este genial militar y estratega y encontrará a una persona única y con una agudeza mental equiparable al Ulises homérico. Con respecto a la búsqueda de su beneficio propio en las acciones emprendidas, que lance la primera piedra el que esté libre de tal pecado o ¿acaso va usted, yo, o la hija del vecino, a trabajar a diario porque le apetece ayudar a la empresa desinteresadamente?. Con respecto a la fiebre del oro, le recuerdo que en "la Noche triste" fue de los pocos que antepuso su profesionalidad militar ordenando a los soldados no cargar con nada de oro que pudiera frenarlos. Otra cosa es que le hicieran caso (y así les fue). Como digo, es un personaje tan peculiar que nunca dejará de sorprenderme. Yo misma en sus circunstancias tal vez hibiera optado más por las reacciones de Alvarado que del maquiavélico Cortés, su ingenio iba por delante. Si no le concede más mérito que su valentía, al luchar contra no precisamente hermanitas de la caridad, en una inferioridad numérica apabullante es que realmente sigue anteponiendo sus prejuicios. No le culpo, pero los hechos objetivos otorgan a Hernán Cortés mucho más que lo que cita. Por último, comentarle que respondí al correo privado que me envió pero el servidor notifica error en el destinatario, temo que introdujera mal sus datos. Un saludo.
ResponderEliminarViva Don Hernando Cortés el inventor de México, arriba España, viva mi México.
ResponderEliminarGracias por su comentario, Sr. Silva. Un saludo.
ResponderEliminarExiste lo que yo he llamado el "Síndrome de Tenochtitlan". La fijación enfermiza que en muchos mexicanos (NO en todos) queda. Gente que se siente heredera y nacida de los AZTECAS... pero que cuando debe verdaderamente mezclarse con los indígenas actuales se siente ofendida y superior a ellos. Rechazan sus raíces españolas, olvidándose del mestizaje tan noble que dio origen a nuestra raza. Ciertamente no somo españoles, ni somos indígenas: somos la bella raza cósmica, brotada de ambas: Si aceptáramos ambas corrientes, TAN VALIOSAS, nos daríamos cuenta de lo valioso que somos, en lugar de rechazarnos y acabar humillados por la influencia anglosajona.
ResponderEliminarGracias por su comentario, Sr. Castro, estoy de acuerdo con usted. No acabo de entender bien ese odio irracional y enfermizo al que no se para de añadir gasolina desde todo tipo de "documentales" especialmente de origen anglosajón, posiblemente para evitar que el mundo iberoamericano se una como un gran gigante y que supondría un golpe grave en el actual tablero de juego económico y político mundial. Documentales actuales rodados en 2017 y 2016 no paran de terminar mencionando por cualquier motivo y sin que nada tenga que ver a los conquistadores o expoliadores españoles y portugueses, como también les llaman (ayer noche, sin ir más lejos, en "la Maldición de Oak Island", hablando de una isla al norte de EEUU acabaron diciendo que pudo enterrarse un tesoro pirata pues, y cito textualmente, esas aguas estaban llenas de piratas españoles y portugueses... y terminaron hablando de Pizarro y su expolio al imperio inca, sin reparar en que son norteamericanos los que están buscando ese supuesto tesoro en esa isla, ¿o es que ellos no sufrieron la fiebre del oro que tantísimas vidas norteamericanas y nativas se llevó por delante?, y eso además haciendo la metedura de pata cultural de turno al mostrar como tesoro inca los cuchillos ceremoniales chimúes, un pueblo que fue masacrado y exterminado por los incas mucho antes de la llegada de españoles a esas tierras). Mi afán en este blog es desterrar todas las patrañas vertidas sobre España y mostrar que aquellos hombres, que no los actuales, tenían sus luces y sus sombras pero lograron gestas increíbles, fueron el mal menos grave, estaban en una inferioridad numérica tremenda (por tanto las masacres que se les atribuyen, mal pudieron hacerla cuando en la gran mayoría de los casos no llegaban a 400 hombres) y sobre todo, muchísimos de ellos, tenían unos conocimientos astronómicos, matemáticos, arquitectónicos y militares muy por encima de muchísimos otros europeos de su tiempo. Prueba de ello son las gestas que hicieron y que aún hoy se estudian en academias militares de todo el mundo, la arquitectura que dejaron tras de sí, sus obras literarias, los valores morales (insisto, ya con los Reyes Católicos, en el siglo XV, a los nativos se les reconoció los mismos derechos que a cualquier otro español) y científicos y, además, aún a riesgo de repetirme, destacar que como vieron a los nativos como iguales (algo que no puede decirse por ejemplo, de los ingleses), convivieron con ellos y acabaron formando sus familias con ellos (de hecho, descartando calumnias malintencionadas, los castigos a los que sometían a los nativos "delincuentes" eran similares a los que recaían sobre españoles). Por tanto es absurdo renegar de tan noble pasado. Es cierto que hubo de todo, pero también ya va siendo de justicia -más de 500 años después-, que dejen de pagar justos por culpables y se den las medallas que corresponden a las que se las hubieran ganado (estoy pensando en las salvajadas cometidas por nativos de ambos bandos que llegaron estremecer a los propios españoles, siendo atribuidas siglos más tarde a los europeos; ya es hora de reconocer lo equivocado de ello). Un saludo.
EliminarMuy buenas tardes, yo soy Mexicano tengo como herencia incondicional la sangre de dos a mas mundos, sin duda la conquista de mexico fue y sera un echo historico y militar de suma importancia
ResponderEliminarPara crear o mantener un imperio se necesitan de echos de sangre, los Mexicas crearon su imperio a base de un yugo militar y una carga de tributos a sus dominados, cuando llegaron los europeos y fueron nuevamente sometidos por la polvora y el acero pero principalmente con la promesa de ser libres unieron su fuerzas, fuerzas que sumadas a el odio y resentimiento en su corazon fueron los verdaderos conquistadores
al final ya todos conocemos como termino la conquista con una esclavitud y dominio mucho peor que los sacrificios y guerras floridas a los dioses
De cortes pues no tiene el honor ni la gloria tan deseada por el principalmente por que así su Rey no lo reconoció ni nunca lo harán un traidor en cualquier bando siempre sera eso, no se ofendan, basta leer las cartas de referencia a su Rey y sabrán por que concluyo su vida tan pobremente el conquistador
Sin duda un militar de gran inteligencia motivado por el poder, yo he visitado su tumba, he visto su rostro,único busto en Mexico
entrado en lo que fueron sus casas y propiedades, recorrí la ruta de escape en la llamada noche triste, visito la iglesia de san hipolito levantada en recuerdo de los muchos soldados españoles muertos y capturados por los mexicanos furiosos por la matanza a niños, mujeres ancianos y hombres no armados echa por pedro de alvarado aquella noche terrible
Concluyo; La conquista fue realizada por hermanos de sangre, canalizadas por un extranjero vendiendo una falsa promesa de libertad
"Un zorro en la obscuridad"
Gracias por sus palabras, desconocido pero como imaginará, disiento. Que la promesa de libertad no fue falsa es tan cierto como que los propios Reyes Católicos, poco después de que se conociera la existencia de América, declararan a todos los americanos súbditos de igual a igual con los que había en España. De hecho, le remito a que se lea o vea la película "Gringo Viejo", basada en la obra homónima mexicana en la que allí se recoge este hecho. Dicho ésto es que creo que ustedes, los críticos, adolecen de falta de documentación suficiente (¿cómo cree que entonces estaban los propios españoles, en España?, ¿acaso no sabe que también aquí la Inquisición Española y Romana no hacía de las suyas?, ¿ignora que en tiempos de la Conquista, en las costas de España eran frecuentes los ataques de berberiscos africanos que apresaban a cualquiera y lo vendían como esclavo en Europa, África o incluso Asia?, de los ejemplos más conocidos le cito al mismísimo Miguel de Cervantes, pero hay cientos, ¿desconoce los continuos asesinatos mal resueltos entre moriscos, cristianos y judíos que habitaban en España por sus rencillas?). Y ahora dice que fue peor la llegada de los europeos que las masacres indígenas. Usted mismo, pero respetará que yo discrepe en eso. Le remito a sus publicaciones arqueológicas mexicanas que muestran que el 80 % de las evidencias de muerte en cuerpos indígenas se produjeron por herramientas nativas, no europeas. Critica a Alvarado. Ciento decirle que en su situación yo estoy más inclinada a responder como Pedro (baste mirar todas las estelas que en las ciudades aztecas representan a los guerreros, con cabezas de nativos en sus cinturones, con altares de cadáveres en los centros urbanos, con sus pirámides chorreando de sangre y con los pozos ceremoniales llenos de cadáveres de niños del pueblo, drogados y degollados, lanzados para apaciguar la sed de sangre de sus crueles dioses...y estando en una inferioridad numérica bestial; yo me iría matando, no regalando besos) que como Cortés, usando el diálogo con jefezuelos que cambian de chaqueta en cualquier momento y te venden en cuanto les das la espalda. Con respecto a Hernán Cortés...es simplemente un estratega y militar sublime, con muy poquitos que le hagan sombra, si acaso Blas de Lezo o Álvaro de Bazán, por citar un par de ellos (también Alejandro Magno o Julio César lo eran y créame que no se caracterizaron por ir dando un par de besos al personal). Me habla del rey de España, por favor, juguemos limpio, todos saben que el rey de España de turno era el último en enterarse de lo que pasaba en América o Filipinas y cuando lo hacía, era tarde y con la información sumamente manipulada por todas las intrigas de la corte, donde residían espías y encantadores de serpiente de toda Europa. Finalmente, respecto a las estatuas de Cortés en México, en otra entrada de las mias encontrará mención y fotografías de varias de ellas, puede ir a visitarlas si lo desea. También concluyo yo, y no deseo hacer daño pero, ¿en verdad, viendo las noticias diarias de lo que ocurre en México hoy, opina que poblecitos de ustedes, lo mal que los tratamos nosotros?. No estaría de más que predicaran algo entre ustedes mismos de amor al prójimo y una cosa llamada "Derechos Humanos". Perdone si le he podido incomodar en algo, le aseguro que para nada ha sido mi intención, pero es que llamemos a las cosas por su nombre y hablemos desde la objetividad o no habrá debate digno de calificarlo así sino mera charlatanería y manipulación histórica(por cierto, particularmente prefiero las cosas de cara, que zorros escondidos en las penumbras). Un saludo.
EliminarValeria, ¿porqué quiso Cortés que lo enterraran en México DF?. Saludos
ResponderEliminarGracias, Rodri, por su comentario, paso a responder su pregunta. Cortés siempre tuvo a México en su corazón. Allí hizo sus grandes gestas y por eso dispuso en su testamento que lo enterraran en México. Desde la conquista de Tenochtitlán, su principal objetivo fue reconstruir la ciudad y hacerla capital de la Nueva España, cosa que logró, pues en 1523 ya tenía título de ciudad y escudo. Hizo construir hospitales y monasterios y edificó una gran catedral que con el tiempo fue la más hermosa de Hispanoamérica; igualmente levantó una universidad que fue muy cotizada en aquella época. También en su testamento legó una gran suma para la construcción de un hospital, un convento y un colegio universitario. El sueño de Cortés siempre fue crear una gran nación a imagen de España, con fuerte espíritu mestizo en el pueblo y en los dirigentes. Tras su muerte, el 2 de diciembre del año 1547 en la casa palacio de su buen amigo el jurado don Alonso Rodríguez en Castilleja de la Cuesta, fue enterrado inicialmente en el monasterio de San Isidoro del Campo, en la cripta de la familia del duque de Medina Sidonia. Pero los sucesivos testamentos que escribió llevaron a que sus restos fueran tan viajeros como él mismo en vida. Cuando residía en la Nueva España, en un primer testamento solicitó ser sepultado en la iglesia contigua al Hospital de Jesús Nazareno, en la Ciudad de México que él construyó. En un segundo testamento pidió ser sepultado en un monasterio que había ordenado construir en Coyoacán, población aledaña a la capital mexicana, pero este monasterio nunca llegó a construirse, debido a que tuvo que partir a España para defenderse de una denuncia. Pero no fue su último testamento, pues en octubre de 1547, pocas semanas antes de su muerte, lo había modificado y pedía ser sepultado en la parroquia del lugar donde falleciera. Sin embargo en 1566, por decisión familiar, sus restos mortales fueron trasladados a la Nueva España y sepultados junto con su madre y una de sus hijas en el templo de San Francisco de Texcoco, muy cerca de la Ciudad de México, donde permanecieron sus restos hasta 1629. En ese año falleció Pedro Cortés, cuarto marqués del Valle de Oaxaca y último descendiente de Hernán Cortés en línea masculina. Fue entonces cuando las autoridades civiles y eclesiásticas de la capital decidieron sepultarlos en la misma iglesia, llevándose los restos de Cortés a la iglesia del Convento de San Francisco de la capital, a un nicho detrás del sagrario, cerca del altar mayor. En 1716, una remodelación de ese templo obligó a los franciscanos a trasladar los restos a la parte posterior del retablo mayor, lugar en el que permaneció durante 78 años hasta que en 1794 las autoridades del virreinato, deseando cumplir con los deseos de Cortés, trasladaron sus restos a la iglesia contigua al hospital de Jesús Nazareno. El traslado se hizo con gran pompa y llevaron la urna, de madera y cristal con asas de plata y con su escudo de Marqués de Oaxaca pintado en la cabecera, a lo que se creía su última morada. En el templo se erigió un zócalo y sobre el zócalo un busto del conquistador, descansando en este lugar durante 23 años. A los dos años de la independencia de México, en 1823, llevaron a la ciudad de México los restos de los insurgentes muertos durante la guerra de Independencia, dentro de un gran movimiento nacionalista. Se temió entonces que la turba asaltara el templo para destrozar los restos de Cortés, por lo que el ministro mexicano Lucas Alamán y el capellán mayor del hospital hicieron creer a los agitadores que habían eliminado el mausoleo en la noche del 15 de septiembre, pero en realidad la urna con los restos fue ocultada bajo la tarima del templo del hospital de Jesús Nazareno en donde permaneció 13 años escondida. Calmadas las pasiones, en 1836 se sacaron sus restos de allí y fueron depositados en un nicho en la pared a la izquierda del altar, que es en donde se encuentra ahora, tras varias comprobaciones. Fue lamentable no tenerlos en España, donde seguro que descansaría con la gloria que merece. Saludos.
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