¿Hubo base nazi en Canarias?

             La presente entrada ha surgido como consecuencia de una charla con uno de los seguidores del blog, llamémosle Haplot, apasionado de todo lo relacionado con la II Guerra Mundial y Guerra Civil Española.

            Verdaderamente, el planteamiento de posibles bases nazis en Canarias es una pregunta recurrente siempre que se analiza la conexión entre los hombres de las SS alemanas y las islas Canarias. La localización de las “islas afortunadas” y los numerosos testimonios de diversas personalidades afines al Tercer Reich que se pasearon por estas islas españolas parecen ofrecer una respuesta afirmativa a la cuestión. De hecho, aunque aún hoy día no haya documentos que puedan respaldar la existencia de la red Odessa para ayudar a los oficiales alemanes a huir a América tras la derrota de Alemania, lo cierto es que la persona al mando de esta supuesta red, Otto Skorzeny se retiró a Madrid, muriendo allí varias décadas más tarde y gozando de diversos favores y cuidados por parte de conocidos franquistas de buena posición. Por eso son varios los autores que no han dudado en señalar a las islas Canarias como un punto de embarque de estos nazis perseguidos, hacia Sudamérica, especialmente Chile y Argentina.

            Los rumores que hablan de un lugar de encuentro entre personajes nazis importantes en Canarias giran en torno a la denominada Mansión Winter, en Fuerteventura. Se trata de una villa enorme que fue propiedad de la familia Winter y que controla el acceso a la península de Jandía. Ante los numerosos testimonios de canarios que hablaban de fiestas con personajes alemanes y militares alemanes, la familia de propietarios se justificaba defendiendo que era del todo imposible al iniciarse la construcción de la mansión en 1947, después de la derrota alemana. Sin embargo, los servicios secretos ingleses que investigaron el asunto no dudaron en afirmar que la construcción sería anterior, contando además con un conveniente aeródromo (el cual, según el Sr. Winter, se construiría en la década de 1950).

No obstante, de acuerdo con los documentos británicos, la torre de la mansión actuó como torre de control del aeródromo, a la vez que contaban con numerosos indicios de la construcción de un sistema de túneles que desde la mansión se adentrarían en la costa, para aprovisionar submarinos mediante carros de tipo minero que se moverían sobre raíles.

Imagen de la villa Winter y su localización en la isla de Formentera.

            Lo cierto es que las dudas son más que numerosas, pues el propio Alberto Vázquez Figueroa centraría las aventuras de su libro “Fuerteventura” en esta villa. No sabemos si respaldándose en las evidencias mencionadas por los servicios de información británicos, el autor enlazaba todo el complejo Winter con el pie de playa a través de túneles subterráneos empleados por los  simpatizantes nazis para aprovisionar a submarinos nazis llegados hasta allí, en sus rutas atlánticas, sin que nadie en superficie pudiera percatarse de estas maniobras.

Aunque estos túneles no se han hallado, sí han aparecido vagones de la marca Krupp, de uso incierto en la villa, sobre raíles que parecen querer adentrarse en la montaña. La duda es inevitable: ¿para qué disponer de este tipo de vagones si en todo el complejo edificado no había, aparentemente, raíles algunos?. Es como comprarse una Zodiac en pleno desierto.

Otras novelas como “El contenido del silencio” de Lucía Etxeberría o “Cofete” de Ricardo Borges también desarrollarán su trama de espionaje en esta enigmática mansión.

            No es algo extraño, ya que fue bastante sonado el incidente que involucró a un submarino alemán U-167, cuando en 1963 fue bombardeado por cazas de la marina británica, en la misma península de Jandía, donde se alzaría la villa Winter (pichar aquí para más información) . No sería el único, pues al norte de Lanzarote se hundiría el U-118 y el U-135, también en Fuerteventura, en este caso por el buque británico ‘Rochester’.

Detalle del cuartel Manuel Lois (Gran Canaria) defendida en su día por tres cañones antiaéreos Krup alemanes. Contaba con una ingente red de túneles subterráneos de más de 700 metros de longitud (p.ej., polvorín zona D) que horadaban la tierra y que contaban con diversos polvorines,  almacenes de torpedos e incluso se rumorea que túneles para abastecimiento de submarinos, en caso de que España se viera atacada. Sin embargo la derrota del Tercer Reich provocó que estas instalaciones no fueran necesarias.

            Y es que a tenor de los documentos existentes, se sabe de la planificación alemana de tomar las islas Canarias (“Operación Félix”) y su equivalente inglés (“Operación Pilgrim”), aunque afortunadamente ninguna de ellas ocurrió pues suponía invadir parte de un país que se había declarado neutral, España. Con todo, las inclinaciones del General Francisco Franco hacia el bando alemán eran más que evidentes y en este marco se debe incluir la mastodóntica obra de ingeniería realizada por el gobierno franquista en la década de 1940 en el cuartel Manuel Lois de Gran Canaria, o en base secreta de submarinos de Montaña de la Altura, en Santa Cruz de Tenerife, con túneles de cerca de 9 metros de altura y 170 metros de extensión (más información aquí). 

         Posiblemente su finalidad era la de proteger las islas de posibles invasiones, pues recordemos que Winston Churchill, en la condición de Primer Ministro Británico, llegó a afirmar que España tenía la llave de todas las empresas británicas en el Mediterráneo, en sus manos, refiriéndose a Gibraltar (y a los rumores existentes de una posible ofensiva conjunta de tropas franquistas y nazis para reconquistar Gibraltar, en suelo español). En este marco deben ubicarse las palabras que Churchill escribió al vicealmirante Alexander: “si tenemos que desalojar Gibraltar deberemos tomar inmediatamente Canarias para usarla como base para el control de la entrada occidental de Mediterráneo” (Víctor Morales, 1980, “Historia de la no-beligerancia española durante la Segunda Guerra Mundial”). Estas palabras las escribiría en junio de 1940 y parece ser que hubo filtraciones pues el propio Hitler enfatizaría unos cuatro meses después que era necesario ubicar cañones antiaéreos en los aeródromos canarios y desplazar hasta allí a Stukas, para alejar definitivamente a las fuerzas enemigas. El cuñado de Franco y ministro del Interior y de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Suñer añadiría: “hay en el archipiélago guarniciones de tanta calidad que si el momento llega, harán de cada isla un alcázar”.

Esquema de la base Montaña de la Altura (Tenerife) y detalle de la galería.

            Igualmente se sabe que el Almirante Canaris, máximo dirigente de los servicios secretos de la Marina, visitó Canarias en 1939. ¿Las razones alegadas por autoridades franquistas? Interés arqueológico, igual que la justificación dada a la misteriosa visita de Heinrich Himmler a España mientras Franco se reunía en Hendaya con el Fürher y el mismo Canaris se personaba acompañado de máximos dirigentes del servicio secreto franquista, en el museo del Prado. Remito al lector interesado a mi obra “Hitler quiere el grial” donde desarrollo el tema y adjunto imágenes que generosamente me cedieron para su publicación diversos archivos alemanes. Como dije en el libro, encuentro este argumento tan absurdo como suponer que el propio General Patton se moría de ganas por visitar la sección arqueológica del Louvre, en París. Que no se me malinterprete. No es que considere a Patton o al almirante Canaris unos incultos que desprecian la historia o el arte, simplemente opino que un militar de tal rango tiene suficientemente bien parcelado sus intereses y aficiones, y en momentos de guerra el hacer el guiri no cuenta entre sus prioridades. Simplemente.

Heirich Himmler, director de las SS, a la derecha del general Franco (imagen izda), Wilhelm Franz Canaris, jefe de los servicios secretos de marina alemanes, a la derecha de Adolf Hitler (imagen dcha).

            Así que si Wilhelm F. Canaris no hacía turismo arqueológico, ¿qué otro asunto pudo motivar al alto dirigente militar alemán a desplazarse hasta Canarias?. Y la posible respuesta aparece insinuada, sin quererlo, por una fuente curiosamente alemana. Se trata de un reportaje realizado sobre Canarias, en 1971. En él se citará al ingeniero Gustav Winter como un oficial del Tercer Reich cuyo cometido era el de desarrollar una base alemana en Fuerteventura. No en vano, Winter alquilará en 1937 toda la península de Jandía trayendo desde Alemania a “expertos” -como los denominaba- para levantar alambradas que impidieran el acceso a la península justificándolo porque deseaba criar ganado de raza alemana que no deseaba que se mezclara con el canario. ¿Fue Canaris hasta allí para encomendarle la misión de crear la base alemana? Es una posibilidad que no debemos descartar, cuando se sabe que entre sus proyectos, Winter barajaba la construcción de un puerto en Morro Jable y aunque nunca llegó a construirlo, algunos vecinos de localidades próximas hablaban de explosiones que se oían algunos días.

Artículo en el que se hablaba de Gustav Winter. Detalle de los restos de uno de los vagones en cuya rueda aún puede leerse la marca de la empresa Krupp.

De hecho, el propio Winter figuraba entre los nazis que en 1945, diversos países europeos solicitaron al gobierno franquista que fueran repatriados para ser juzgados por sus crímenes de guerra, a los que España se negó a entregar. No será el único. De hecho son numerosos los oficiales nazis que han vivido plácidamente en las costas españolas de Levante, costa malagueña y gallega, documentados fotográficamente por distintos medios de comunicación españoles, a los que los diversos gobiernos españoles se han negado a repatriar. Más información, aquí. 

Así las cosas, ¿hubo bases nazis en las islas Canarias? Personalmente creo que sí se desarrollaron varios proyectos fallidos, pero que finalmente nunca llegaron a construirse tales bases. Lo que sí hubo fue un refuerzo de instalaciones y efectivos, por parte de España, que tampoco parece que realmente pasaran de una mera apariencia de cara a la galería. Sirva de ejemplo los rumores que hablan de la existencia de no más de 11 torpedos, en todas las islas, sin un solo compresor de aire para cargarlos o de la ausencia de suficientes vehículos de transporte, usando en ocasiones la tracción animal (camellos). Eso por no hablar de otro armamento de la Guerra de Cuba, que había sido trasladado a las Canarias para usar “en caso de necesidad”.

Se sabe que el capitán Krauss se desplazaría a finales de 1940 a las islas Canarias para estimar las fuerzas con las que el gobierno franquista contaba para la defensa de las islas concluyendo que en su opinión eran del todo insuficientes. ¿Estaba en lo cierto este militar alemán o fue una maniobra más, ocultando en las ingentes instalaciones del interior de la tierra parte del armamento español?.