Este año se celebra en el monasterio
franciscano de Santo Toribio de Liébana su septuagésimo tercero (73º) año
jubilar, a partir del pasado 23 de Abril. Una fiesta de exaltación a la Cruz
que se inició en el siglo XVI cuando el Papa Julio II, el 23 de septiembre de 1512,
concedió el privilegio de la celebración del primer año santo, por la presencia
de un trozo de la Cruz de Cristo (Lignum
Crucis) en el Monasterio que Toribio de Astorga había traído de Tierra
Santa, convirtiendo a este monumental Monasterio en un futuro centro de
peregrinación importante y en uno de los lugares santos más venerados del viejo
continente.
La
peregrinación a este hermoso monasterio tiene el aliciente de visitar una de
las zonas más imponentes y bellas de España. El imponente monasterio está
situado a los pies del Macizo Central de los Picos de Europa cántabros, en la
región de Liébana y está rodeado por un paisaje impresionante, con sus siete
valles y con su panorámica capital, Potes. Visitarlo es recorrer una parte
importante de nuestra historia. Este lugar saltó a la historia porque, tras la
invasión árabe del 711 fue aquí donde los restos del ejército visigodo, junto a
los lugareños, frenaron el avance musulmán en el 722 en la Batalla de Covadonga
(de la que ya hablamos aquí). En esta zona se constituyó el reino astur con el rey Don Pelayo, que
utilizando guerra de guerrillas y amparándose en la majestuosidad y profundidad de las montañas y valles del lugar
y aprovechando su buen conocimiento geográfico de la zona, fue derrotando a los
musulmanes en diferentes escaramuzas, comenzando así “La Reconquista”.
La hábil política de este rey asturiano, permitiendo la entrada en la
zona de Liébana a los cristianos de la meseta, facilitó que comunidades de
monjes se fueran instalando en diferentes lugares de la comarca, fundando
iglesias y monasterios, como el de San Toribio. Aquí, entre los siglos VIII al
X llegaron a construirse más de una veintena de monasterios, donde se guardó la
cultura. El más importante fue el Monasterio de San Martín de Turieno
(Monasterio de Santo Toribio de Liébana) y entre las iglesias destacan la de
Santa María de Lebeña, mozárabe, y la de Santa María la Real de Piasca,
románica. En la actualidad, Liébana es territorio cántabro, en la frontera con
el Principado, con una enorme actividad cultural y turística. Desde el punto de
vista laboral, su economía gira en torno de la producción de productos
agroalimentarios autóctonos. Variedad de quesos, la sidra, el orujo, los
embutidos, miel, dulces, mermeladas.. se ofertan con una excelente calidad.
Santa
María de Lebeña, rodeada de tejos (árbol sagrado entre las tribus prerromanas y
cuyas bayas servían para suicidarse, si eran apresados) y de imponentes
montañas, con decoración plenamente celta y goda, y con su curiosa imagen “Virgen
de la Buena Leche”, robada años atrás y afortunadamente, recuperada.
La
concesión del estatus de Año Jubilar en 1512, reconociendo en el Monasterio la
propiedad del trozo más grande que existe de la Cruz en la que murió Cristo (Lignum Crucis) – privilegio que comparte con Santiago de
Compostela, Roma y Jerusalén, desde la Edad Media - hizo que la importancia de este lugar
sobresaliera sobre todos. Todo esto lo hizo posible el obispo Toribio de
Astorga que fue quien trajo esa reliquia de Jerusalén a mediados del siglo VIII
y cuyos restos descansan aquí. Conviene que diferenciemos este Obispo del monje
fundador del Monasterio, Santo Toribio de Palencia. Santo Toribio de Astorga fue un obispo que estuvo en Jerusalén
custodiando las reliquias de Cristo y que las trasladó a Astorga, en cuya
iglesia se guardaba junto a sus restos. Ante la inminente entrada de los
musulmanes, ambos objetos sacros fueron trasladados hasta Liébana, para evitar
que cayeran en manos del infiel. La llegada del obispo ayudó a elevar la
importancia del lugar, por su fama de milagrero.
Santo Toribio de Palencia vivió en el
siglo VI, se trasladó a Liébana huyendo
del mundanal ruido y junto a los monjes que le acompañaban levantó un oratorio
que con el tiempo se convirtió en una iglesia románica en honor de San Martín de
Turieno (San Martín de Tour), que fue otro de los monjes que hizo posible la
realidad de ese centro de peregrinación. El mayor auge del Monasterio se
alcanzó en el siglo VIII. En esa época vivió allí otro gran hombre, un
fraile benedictino, conocido como el Beato de Liébana (Beato es el
nombre masculino correspondiente al femenino de Beatriz), personaje clave para
la historia social, política y religiosa de España, en un momento en que el
país comenzaba a reconquistar su identidad nacional. Suyos fueron los Comentarios
del Apocalipsis y el O Dei Verbum. Los “Comentario al Apocalipsis de
San Juan” fue la pieza fundamental en la historia del arte y la cultura de la
Edad Media.
El “Beato”
fue sumamente prolífico, legándonos bellísimas pinturas de rabiosos colores,
permitiéndonos imaginarnos el aspecto de las iglesias en estos siglos,
adornadas con frescos similares. En uno de sus dibujos se puede ver la idea del
mundo (el mundo celestial, el terreno y el infierno) o a la Virgen María
portando el Grial (¡¡lo que Dan Brown hubiera hecho con esta imagen!!, capaz de
haber ubicado los descendientes de Jesús en Cantabria…).
En el año
633 en el IV Concilio de Toledo se aprobó su lectura diaria durante el tiempo
de Pentecostés tras un duro debate con el arzobispo de Toledo, Elipando. Sus
textos cargados de imágenes explicativas facilitaron la lectura, al estudio y a
la comprensión del Apocalipsis, divulgando el conocimiento a todo el mundo. Tuvo,
además, un gran peso político en aquella época de reconquista. En el “O Dei
Verbum”, el Beato ensalza la figura de Santiago El Mayor, introduciendo la idea
de que este Apóstol era el evangelizador de España, aglutinando así a los
diferentes pueblos en torno a la figura
del Apóstol, que comienza a perfilarse como el Patrón de España. Esta idea
adquiere especial relevancia cuando tres décadas más tarde (813), el arzobispo
de Iria Flavia, Teodomiro, descubre el sepulcro del Apóstol en Compostela; descubrimiento
ratificado por el rey de Asturias, Alfonso II el Casto, que fue el primer
peregrino a la tumba del Apóstol, donde ordenó levantar un templo. A día de hoy,
La Torre del Infantado de Potes recoge una exposición permanente sobre el Beato
titulada: “El Cosmos de Beato de Liébana”. Es una exposición única que expone
la mejor colección de beatos. Al Beato de Liébana se le considera el primer
ideólogo de la Reconquista, que
comenzó en el reino de las
“Asturias de Santillana”.
La
idea de “Santiago y cierra España” (grito de guerra de las tropas cristianas en
las Navas de Tolosa, significando algo así como “Por Santiago, cargar contra el
enemigo, por los reinos cristianos” –que en ese entonces conformaban la
naciente idea de España, que no aparecerá hasta los Reyes Católicos-) se
concebiría gracias al beato de Liébana.
El
Monasterio fue en principio benedictino, para pasar después a la orden de los
franciscanos. Cuenta con una iglesia de estilo gótico monástico e influencia
cisterciense, construida en 1256. En ella destaca la románica “puerta del
perdón” del cenobio, que se abre en cada año jubilar tras los golpes de un
martillo; la capilla del siglo XVIII, barroca, que recoge al Lignum Crucis y la
estatua gótica yacente de Santo Toribio de Astorga del siglo XIII, en madera.
Junto a él están la Cueva Santa, prerrománica, y las ruinas de la Ermita de San
Miguel (siglo XIII), la Ermita de San Juan de la Caseria (siglo XVI) y el hermoso Santuario de Santa Catalina.
El año jubilar permite la visita a estos
lugares en el marco grandioso de la montaña. De acuerdo con la bula papal, la
celebración de cada año jubilar se realizará siempre que el 16 de abril
–festividad de Santo Toribio- caiga en
domingo, aunque con el paso del tiempo esta fecha se ha ido modificando, como
ha ocurrido en este año, en el que se ha pasado la celebración al 23 de abril,
por coincidir con el domingo de resurrección, y con ella se ha iniciado el “Año
de Júbilo” de la comarca. El anterior jubileo tuvo lugar en el 2006. Pero ya no
se concentra la masificación en los años jubilares. Desde hace mucho tiempo no
se concibe peregrinar hasta Santiago de Compostela sin visitar el Lignum Crucis
en Santo Toribio de Liébana. De hecho, muchos de los peregrinos a Santiago
terminan su camino aquí, llegando o utilizando rutas de enlace propias entre
Santiago y Liébana, atravesando los Picos de Europa, por el Camino del Norte
desde Cantabria, o bien por la Ruta Vadiniense, procedente de León por Puente Villarente.
Imagen de los bosques que enmarcan el
monasterio (Cosgaya, Cantabria), campanario de Cigorillo de Liébana y vista de
los farallones que custodian los monasterios.
Desde el siglo XV la Bula Papal se reserva
para cartas apostólicas en materia de fe de interés general para los feligreses
o a la concesión de gracias y privilegios expedidos por la cancillería
apostólica. Tiene un historial muy extenso. Ya en la época romana se llamaba
así (La Bulla) a una medallita que portaban los niños hasta los 16 años o hasta
que se casaban. En la Antigüedad se llamaba de esta forma (Bula) a cualquier
escrito de los Príncipes con sello. En la Edad Media eran edictos de los
emperadores. Pasó después a la Iglesia, en donde se empleó el término de Bula
exclusivamente a los documentos papales sobre asuntos doctrinales o
disciplinarios. Tenía que llevar el nombre del Papa que emitía el documento,
así como las inscripciones SPE y SPA separadas por una cruz (San Pedro y San
Pablo). Hasta el siglo XI se inscribían en papiros -de ahí las pocas que se han
conservado- pasando después a escribirse en pergaminos y finalmente en papel. A
partir del siglo XIII deja de ser potestad exclusiva papal, pudiendo editarlas
también los cardenales, sustituyéndose entonces el sello de plomo que las
cerraba por lacre rojo. Cuando una bula es muy importante (Bula Aurea), se le
añade un sello dorado.
La concesión de una bula (gracia jubilar) a
un peregrino que hace el Camino en el año jubilar, supone otorgarle el perdón
de todos los pecados (indulgencia plenaria) en las condiciones específicas que
se señalen para su concesión. Como puede ser rezar en la iglesia o monasterio
jubilar (un padrenuestro, un credo y un Avemaría por el Papa), realizar
confesión y comunión y asistir a la “Misa del Peregrino”. Sólo se otorga
durante el año jubilar, Jubileo o Año Santo. Esta celebración viene de muy
atrás y en ella se conmemora un año sabático de significado especial y se
desarrolla en la Iglesia católica y también en la ortodoxa. Sus orígenes
arrancan del judaísmo y las primeras celebraciones en el mundo cristiano están
recogidas en el Libro del Profeta Isaías (Isaías 61:1-2). A lo largo de la
historia, se han contabilizado hasta siete
años Jubilares Perpetuos. Cuatro de ellos se celebran, desde la Edad Media,
por Bula Papal. Estos son: el Jacobeo de
Santiago de Compostela (por bula papal de Calixto II. Se celebra desde 1126
en los años que el 25 de julio –Festividad del Santo Patrón- cae en domingo. A
los peregrinos se les llama concheros), el Lebaniego de Santo Toribio de Liébana (a
los peregrinos se les llama crucenos o cruceros), el Jubilar del Templo del
Santo Sepulcro de Jerusalén (data del siglo VII, tras la toma de Jerusalén.
Los peregrinos –palmeros- eran protegidos por los templarios) y el Jubilar de la Basílica de San Pedro de Roma
(data de 1300 por Bula de Bonifacio VIII
y se celebraba inicialmente cada 50 años. En la actualidad cada 25. A los
peregrinos se les llama romeros). Recientemente se incorporaron otros tres Años
Santos: el del Santuario de la Vera Cruz
de Caravaca de la Cruz (Murcia, desde 1998, cada 7 años, en honor a la Cruz
de Caravaca); el del Santuario de la Vera
Cruz de Urda (Toledo, desde 1994, siempre que el 29 de septiembre caiga en
domingo, en honor a la Sagrada Imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz) y
el de la Catedral de Valencia, (desde
2015 y se celebra cada cinco años en honor al Santo Cáliz de la última cena, que
allí se custodia).
Estos son los jubileos perpetuos (in perpetuum), que son aquellos que se
celebran en intervalos regulares de tiempo. Junto a éstos hay otros, los
llamados ordinarios, que se celebran en una provincia de manera puntual para
conmemorar algún hecho importante o algún evento especial, cómo el Calceatense
de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) o el de la Virgen de Araceli de
Lucena (Córdoba), o el de La Cruz de Canjáyar en Canjáyar (Almería) o el de La
Cruz de los Ángeles de Oviedo, entre otros.
El Jubileo siempre está relacionado con
la peregrinación a estos lugares, que es en teoría un camino de búsqueda
interior, de reencuentro y de confirmación que realizan los peregrinos (palabra
que significa extranjero) para encontrarse con la divinidad o esencia interior.
De ahí que en los años jubilares se perdonen todos los pecados, previo
arrepentimiento de los mismos. Recorrer el camino hasta la “Puerta Santa” de
cada lugar santo es caminar hacia el encuentro y la redención.
Volviendo al título de la entrada, este
jubileo es un motivo para viajar a Liébana y encontrarse con una naturaleza
grandiosa, con los paisajes maravillosos de una tierra mágica, casi tanto como
el concierto inaugural que Jean-Michel Jarre ofrecerá al aire libre, junto al
Monasterio, bajo el cielo estrellado. Será una hermosa ocasión para ver como la
luz y el sonido se funden con la naturaleza y la serenidad del eterno
Monasterio. Seguro que será una noche fascinante.
La
importancia del Beato de Liébana es tal, que el nombre de “Beatos” se ha
generalizado para designar las copias que
se conservan del Comentario al Apocalipsis del Beato de Liébana. Hoy día,
conservados en diferentes instituciones, existen más de 25 manuscritos, además
de fragmentos de otros, que por referencias se sabe que formaron parte de
Beatos completos, escritos entre los siglos X al XIII, prerrománicos los
realizados en los siglos X y XI y románicos los escritos en los siglos XII y
XIII.
Cito a continuación los que se conocen hasta la fecha
y su ubicación actual:
Fragmento de Nájera (IX). Tesoro de la
Abadía Santo Domingo de Silos.
Beato de San Millán del Cogolla ( 930). Madrid ,
Real Academia de la Historia.
Beato de San Millán (950/ 955). Monasterio
de El Escorial. Real Biblioteca de San Lorenzo.
Beato de San Miguel de la Escalada (960).
Pierpont Morgan Library (Nueva York).
Beato de San Salvador de Tábara (968 / 970) Madrid.
Archivo Histórico Nacional
Beato de Valcavado (970) Valladolid.
Biblioteca de la Universidad.
Beato de Rioja o León (975).
Catedral de La Seo de Urgell.
Beato de Gerona (975). Catedral
de Gerona.
Beato de San Millán (finales del siglo X) Madrid.
Biblioteca Nacional.
Beato de León (1047). Madrid. Biblioteca
Nacional. Encargado por Fernando I y la reina Sancha.
Beato (1086). Catedral de El Burgo de Osma.
Beato de Ginebra (Mediados del siglo XI). Biblioteca
de Ginebra.
Beato de la Saint-Sever (Landes) (1060 / 1070). París.
Biblioteca Nacional.
Beato de Turín (1100). Biblioteca Nacional de Turín.
Beato de Santo Domingo de Silos (1091 / 1109). Londres. British Library.
Beato de Lorvao (1189) Arquivo de Torre do Tombo,
Lisboa.
Beato de las Huelgas (1200). Morgan Pierpont Library,
Nueva York.
El fenómeno
de los comentarios al Apocalipsis del Beato de Liébana es único en la Alta
Edad Media hispánica. Estuvo asociado a la creencia del fin del mundo en esas
fechas Es la obra medieval más copiada, tantas veces como para que llegara hasta
nuestros días.
Este fenómeno
no se explica tanto por el texto de la obra principal que contienen, sino por
sus ilustraciones, que tienen una preciosa y notable uniformidad pictórica, al
contrario que las Biblias y Evangeliarios que no repiten sus ilustraciones.
Veintidós manuscritos de los conservados las tienen. Las copias del texto del
Apocalipsis que se hicieron en Hispania no tenían miniatura alguna, dado el
arraigo de los 'Beatos' que las tenían como en exclusiva, a diferencia de las realizadas en otros países
cercanos, italo-germanos y franco-anglófilos.
A
continuación se puede ver el concierto que Jean Michel Jarre en Liébana, usando
los muros del monasterio para proyectar los fabulosos dibujos de los “Beatos”
mientras sonaban sus canciones más conocidas. Esto sí que es un verdadero "encuentro de dos mundos":
Añadir que este año es el año jubilar de Caravaca de la Cruz (Murcia), donde se conserva también otra porción de Lignum Crucis y donde precisamente ayer se celebró una tradición (con caballos y vino) que se remonta a acontecimientos históricos relacionados con la Orden del Temple, cuando disputaba la posesión del lugar con las huestes sarracenas. Por no alargar más esta entrada, remito al lector interesado al capítulo séptimo de mi obra "Jesús y otras sombras templarias, II" en el que trato el asunto, sus leyendas, simbología y mitología.
Sos un trabajo hermoso, igual que este lugar.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus palabras, Armando, la verdad es que hay lugares mágicos que por su paisaje y energías invita a la meditación, tranquilidad y equilibrio y ciertamente Santo Toribio es uno de ellos. Un saludo.
EliminarSomos un grupo de hermanas boliviana en Cristo, que pronto partiremos a recibir al Papa en el Santuario de Fátima y nos ha impresionado su artículo. No dispondremos de mucho tiempo allí, ¿cuanto se podría tardar en ir al Monasterio de Santo Toribio de Labana y vovel a Fátima? Lo podriamos hacer en minibus. Saludos.
ResponderEliminarGracias por su comentario, Roxana. La verdad es que es un viaje cansado pero precioso, por los variados paisajes que recorrerán. Tienen por delante entre 719 km (si van por Fátima-Tomar-Guarda-Salamanca-Valladolid-Palencia-Herrera de Pisuerga-Lerones-Liébana) y 701 km si lo hacen por autopistas de peaje y autovías (Coimbra-Vila Real-Verín-La Gudiña-Benavente-Valencia de don Juan-Cistierna- monasterio de Santo Toribio de Liébana). Si hacen alguna parada de descanso, deberían estimar entre las siete horas y media y ocho horas y media de viaje (sólo ida), a lo que agregar visita, si van a ver la exposición de los preciosos beatos, y otras ocho horas de vuelta... será una jornada cansada, pero como digo, verdaderamente bonita. Eso sí,procuren consultar la meteorología porque ese trayecto con lluvia es mucho más complicado y cansado. Un saludo y espero haberles podido ayudar en su decisión.
EliminarHa sido un artículo mágico. Muy lindo y explicativo. ¿como podiamos conseguir desde Uruguay la actuación de Michel Jarre?.Gracias
ResponderEliminarHola Marcel, he leído su segundo comentario en respuesta al mio en el que me ofrecía a ayudarle y me ha sorprendido ver cómo rechazaba cualquier ayuda (sin dejarme la opción de decir nada) presuponiendo que iba a proponerle algo ilegal. No se en qué se basará para ello, pero sería más lógico esperar a ver simplemente qué le dice la gente, a presuponer lo que le dirá; entre otras cosas porque en este caso ha errado y se ha quedado -sin disponer de manera legal- de dicho concierto. Admito que me ha desconcertado con su reacción, pero ...como canta Joaquín Sabina: "más raro fue aquel verano/ que no paró de nevar". Un saludo.
Eliminar¿Tiene evidencias certeras que el Beato de Liébana fue una persona real?
ResponderEliminarGracias por su comentario Quincoces, con respecto a su cuestión, entre las evidencias que se barajan está su prolífica obra, la recopilación de manuscritos y dibujos con rasgos propios de un autor que permite diferenciarlo con respecto a otros monjes mozárabes que dejaron otros manuscritos. Aparte existen referencias a su persona por parte de otros cronistas. Así, por ejemplo, Alcuino de York llegaría a dejar por escrito que este monje el Beato de Liébana) acabaría sus días (fallecería el 798 d.C., con 97 años)en el monasterio palentino de Valcavado. Y en fin, que sin alargarme mucho en la respuesta, este artista y escritor cuenta hasta con su propio día de celebración, el 19 de febrero, especialmente en las comunidades de Asturias y Cantabria. Un saludo.
EliminarMe ha gustado su articulo, así como el paralelismo que hace con nuestro Santiago de Compostela. También nosotros hemos tenido aquí Beatos, aunque no sabíamos que había tantos. Haremos pronto visita a Santo Toribio, nos ha dejado con la miel en los labios antes los hermosos paisajes que señala. Siempre pensé que la gran montaña es una buena alternativa a la mar lejana. ¿Cómo podíamos llegar a Santa María de Ledeña desde Covadonga?. Muy buen trabajo. Saludos.
ResponderEliminarGracias por su comentario, Sr. Rodri, ciertamente hay Beatos en Compostela pero, ¡es que hablar de Santiago es apuntar muy alto! todo en él es mágico, desde el simbolismo hasta los enclaves de sus santuarios, leyendas y tradiciones...
EliminarPara llegar desde Covadonga a Santa María de Lebeña, el camino más rápido es "bajar" de Covadonga a Soto de Cangas y allí tomar la AS-114 hacia La Robellada -Carreña de Cabrales-Trescares-Panes y aquí proseguir por la N-621 dirección La Hermida, atravesando el bello desfiladero de tal nombre, en pleno parque natural donde se enclavan las iglesias, muy cerquita del Parque Nacional de los Picos de Europa. Es un total de 74,7 km, de carreteras con curvas y preciosas vistas de alta montaña. Para los horarios y tarifas, le recomiendo ojear la web http://www.liebanaypicosdeeuropa.com/varios/visitas-reg-12.htm.
Si les gustan los Beatos y manuscritos medievales, les recomendaría que visitaran la colección de facsímiles que guarda el castillo templario de Ponferrada, en el tramo leonense del Camino de Santiago -no muy lejos de la zona de las minas romanas de oro de las Médulas-, lindando con la provincia de Lugo. Otra visita que tener muy en cuenta, si además se añade la preciosa iglesia prerrománica de Peñalba de Santiago, en un maravilloso paraje montañoso de infarto. Saludos.
Le agradezco su ruta y sus indicaciones. Intentaremos llegar sin perdernos. Sobre los Beatos, también se lo agradezco, lo que ocurre es no llego a comprenderlo del todo, pero en el viaje haré un esfuerzo e intentaré estudiarlos más a fondo. Gracias.
ResponderEliminarBueno, a día de hoy aún son bastantes los historiadores y academicistas que tienen sus serias dudas y discrepancias a la hora de interpretar los Beatos. Para mi la magia de ellos reside en que son auténticas ventanas o máquinas del tiempo a la mentalidad de aquella época. Me refiero a que si observa los bellos dibujos estará observando las ideas religiosas que entonces se tenían y de ahí que en ocasiones resulte complicado interpretarlo, porque nuestras creencias han ido variando a lo largo de los siglos. Así, por ejemplo, encontrará al Rey Mago Baltazar representado como un hombre de unos treinta años y rubio, a determinados santos los verá sin tal consideración (sin su aureola o halo de santidad), el Apocalipsis lo verá representado por grandes bestias y por doquier encontrará representados los jinetes del Apocalipsis. Pero es que debe ponerse en situación: considere que está en un tiempo que esas elevadas montañas le sirven de protección contra el infiel que domina el resto de la Península, que en esos monasterios tan aislados se encuentran las maravillas que salvar de los monasterios peninsulares (hasta allí se llevaron sudarios, imágenes santas, estatuas, cálices, manuscritos ...que de todas partes de la Península iban llegando para evitar que los árabes se hicieran con ellos), mientras jóvenes y no tan jóvenes de sus aldeas marchan a luchar contra el infiel...en ese mundo se hicieron las joyas de los Beatos y por eso eran muchos los monjes que consideraban que estaban ante el fin del mundo que San Juan predijo en el Apocalipsis. De ahí la necesidad de insistir en él, ya que si lo ha leído, verá que a pesar de las grandes epidemias, muertes, ...que se predicen, al final llegará Dios, Jesucristo y su ejército de ángeles para triunfar contra el Demonio. Era un mensaje positivo y por eso, en esas épocas de calamidades recurrieron a Santiago como capitán de los ejércitos cristianos, para unir bajo el mismo ideal a todos los reinos cristianos peninsulares dejando a un lado sus rencillas, con el fin de asegurar el triunfo del Bien sobre el Mal. Es esa mentalidad, expresada a veces muy ingenuamente, lo que verá representado en los Beatos. Y también mapas de como entonces se pensaba que era el mundo, la moda de la época,¡¡e incluso canciones!!...todo ello con los mejores colores extraídos de los minerales de mejor pureza. ¡¡Una auténtica joya del Medievo!!. En fin, disculpe la extensión pero espero haber ayudado a hacerle más comprensible los preciosos dibujos de estos manuscritos. Disfrute de la visita y cuidado con la carretera, de montaña. Saludos.
ResponderEliminar"Estimada Valeria",me ha encantado tu entrada sobre los monasterios de Líébana pero lo que más me ha sorprendido es cuando explica la frase de "Santiago y cierra España" pues no logro seguirte en tu "traducción" y me encantaría poder hacerlo pues he oído esa frase muy a menudo y nunca la he entendido.
ResponderEliminarRespecto a la música, reconozco que me hubiera gustado algo màs acorde con el lugar como por ejemplo el coro de monjes de Silos cantando gregoriano.
Lo que te comento no es poner falta a tu estupendo trabajo,sino colaborar dando una opinión muy personalizada.
Tu entrada como siempre un acierto en contenido,explicaciones,temas relacionados con el eje central,bien completado ,es decir, estupendo como
siempre. Un saludo
Amparo Alcántara Martínez de Pinillos
Gracias por sus palabras, Sra. Alcántara. Es cierto que a veces pueda ir rápido en mis explicaciones, dando por sentado que se me sigue, como creo que me ocurrió al compartir el simbolismo del escudo heráldico de D. Álvaro de Bazán, y ahora con lo que usted comenta. Trataré de explicarme mejor. La frase de "Santiago y cierra España" se sostiene que se forjó en el campo de batalla de las Navas de Tolosa, donde las tropas cristianas asestaron el jaque mate definitivo a las tropas árabes, comenzando ahí el desmembramiento definitivo de El Al-Ándalus. Las tropas cristianas estaban conformadas por los ejércitos de los distintos reinos peninsulares (entonces España como tal no existía, eran diversos reinos siendo el más extenso el de Castilla, a cuyo frente estaba el rey criado en Soria, Alfonso VIII y el grueso del ejército templario que como sostengo en mi entrada sobre el simbolismo del escudo de De Bazán, así como en mi libro "Jesús y otras sombras templarias, I", estoy completamente segura que planearon y sacrificaron la plaza de Calatrava la Vieja para animar a guerreros cristianos de toda Europa a vengar a sus compañeros caídos a manos de los musulmanes, bulas papales ayudarían en este llamamiento de tropas), a los que se añadieron soldados cristianos de toda Europa. Hasta aquí los ejércitos de los dos bandos que se medirán en la batalla de las Navas. Con respecto a la estrategia, recordemos que la Península Ibérica estaba habitada por tribus prerromanas muy apegadas al caballo. De hecho, en los museos palatinos de Roma se conserva un bronce romano de época imperial donde figuran las diversas legiones de todo el Imperio Romano, encontrándose varias caballerías con nombres de tribus prerromanas hispanas, pues los guerreros celtiberos e iberos gozaban de fama tanto por la calidad de sus armas, como su bravura y la agilidad de sus monturas. Los propios romanos reclutarán a guerreros iberos para conquistar la capital celtibera, Numancia (en Soria). También los ejércitos Godos que llegarían tras la caída de Roma se apoyarían en la caballería como elemento indispensable para ganar sus batallas. Su táctica se recoge bien al inicio de la película de Gladiator, ya que empleaban una táctica envolvente: mientras la tropa avanzaba a pie y frontalmente hacia el enemigo, la caballería se dividía en dos flancos, uno por cada lado que, rodeando por detrás al enemigo, terminaba cayendo sobre su ejército, como si de un lazo se tratara, pillándolos totalmente desprevenidos. ¿Por qué le cuento todo ésto?, pues porque "cerrar" en el Medievo tenía ese significado visual de cargar contra, esa imagen envolvente. Es por eso que "Santiago y cierra España" -bueno, de usar alguna denominación, más sería Hispania (de tiempos romanos) o Spania (de la etapa visigoda)- debía entenderse como la llamada al Santiago matamoros de la guerra de Clavijo que dio la victoria a las tropas cristianas contra las árabes, para que ayudara a las tropas de las Navas a cargar y encerrar con su caballería al enemigo sarraceno, derrotándolo. De ahí mi "traducción": por Santiago (Santiago), cargar contra el enemigo musulmán (cierra) por Hispania, o por los reinos de la cristiandad que había en su solar peninsular (España). Espero haber resultado más clara ahora, en mis explicaciones.
EliminarEn lo relativo a la música, ciertamente los coros gregorianos de Santo Domingo de Silos, en el paraje de Santo Toribio de Liébana habrían hecho levitar a muchos, el marco no podía haber sido más idóneo; sin embargo me temo que en el afán de querer resultar más laicos y llegar a más gente, se decidió apostar por un concierto más moderno. Un saludo.
Gracias por su explicación tan exhaustiva,querida Valeria,ya siempre sabré lo que digo cuando utilizo semejante frase ya aclarada.
ResponderEliminarMe gusta cómo se ha tomado mi sugerencia sobre la música.Por un momento dudé en hacer referencia al tema musical pero me explica por qué ha utilizado esa y además da por buena mi sugerencia.Eso dice mucho de usted.Gracias