martes, 28 de abril de 2020

Mentiras sobre navegantes que circunnavegaron la Tierra y otras varias

       Aún estamos en el período del quinto centenario de la primera vuelta al mundo por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano (1519-1522) cuando leyendo una revista de Historia, de esas que aunque se publique en España suele ser una “marca blanca” de otra más conocida con sede en otro país de Europa, me ha sorprendido la importancia que se le da a ese evento, durante la navegación a vela, en otros países del viejo continente y en algunos imitadores yanquis. Continúan con el afán de negarse a citar a los españoles que lo merecieron, en los libros de historia.
       Aunque lo que de verdad me ha impactado (conociendo el origen británico de esa publicación, no debía extrañarme mucho) es la relación que hace de navegantes que realizaron esa gran gesta, y más aún, el orden en que lo hicieron. Realmente “ingenioso” ha sido, porque habrá costado lo suyo colocar a un pirata como fue "el almirante" Sir Francis Drake (ver aquí su digna vida y acciones) como segundo navegante en circunnavegar la Tierra a bordo de su Golden Hind, relatando además una historia aventurera y expedicionaria propia de los mejores guiones de las películas históricas (tan trapaceras) de Hollywood. Decía la revista en cuestión que la reina inglesa Isabel I ordenó a Drake una misión secreta contra las colonias españolas del Nuevo Mundo, cuando España no estaba entonces en guerra con Inglaterra, y al mando de cinco barcos, en 1577 puso rumbo hacia el Suroeste, llegando al Río de la Plata y cruzó el Estrecho de Magallanes. Se deduce de aquí la primera mentira: al no bordear el Cono Sur nunca pasó por el Cabo de Hornos, por lo que no hay explicación alguna para llamar Mar de Drake al mar que hay frente a la isla de Hornos. Continúa el relato diciendo que, tras atacar algunos puertos españoles del Océano Pacífico, en 1579 reemprendió el viaje hacia Filipinas, volteando finalmente el Cabo de Buena Esperanza en la punta sur de África y llegó a Inglaterra en 1580, siendo el primer inglés en dar la vuelta al mundo y el segundo en realizarla, sólo superado por Magallanes y Elcano. Impresionante la odisea de Sir Drake, al que volveré más adelante.
 Siempre me ha sorprendido la capacidad británica tan extraordinaria de cambiar la historia faltando a la verdad, adaptándola sin escrúpulos a su mayor gloria y esplendor, sin equivocarse nunca en contra; basta ver algún capítulo de historia de la National Geographic referente a nuestro país para hacerse una idea.  Este relato de la hazaña del pirata Drake podría ser el guión de una superproducción de Hollywood (me extraña que no se hiciera), aunque contara más mentiras que la película dirigida por John Wayne en 1960 titulada “El Álamo”, en la que también participó como actor rodeado de un elenco de famosos: Richard Widmark, Laurence Harvey, Richard Boone, Frankey Avalon…  y de la que merece la pena hablar brevemente.
Sabido es que trata de la captura de la misión mexicana de El Álamo por un grupo de rebeldes interesados en la expansión norteamericana sobre el territorio de Texas, que querían robarle a Méjico. Esos rebeldes son ahora héroes norteamericanos. Lo curioso de esa película, en la línea anglosajona, es que  daba a entender que durante los trece días de asedio (del 23 de febrero al 6 de marzo de 1836, aunque incluso insinúan que fueron más) los héroes tejanos rechazaron varios ataques de los mexicanos hasta que cayó el último defensor, cuando la realidad es que solamente hubo un ataque y que duró muy poco la resistencia de los ocupantes rebeldes, ya que eligieron un lugar equivocado para detener al ejército mexicano; la Misión española de El Álamo era demasiado extensa para  que pudiera defenderla el número de invasores que allí había, como ya señaló Sam Houston, máximo mando militar de los rebeldes. Se cuenta a propósito que media docena de defensores se rindieron y fueron fusilados después por  el General Santa Ana. Aquella epopeya mitificó para la historia al congresista norteamericano Davy Crockett exaltando que su amor por la libertad lo llevara a aquel lugar para pelear contra el cacique invasor, cuando la verdad es que eran ellos los invasores y que con su presencia en el evento sólo pretendía sacar beneficio para su reelección. Él pasaba por allí creyendo que no se iba producir batalla alguna, convencido de que antes se retirarían, como había ordenado Houston. Esa historia que la película exponía, en una época en la que no existía Internet, convenció a muchos espectadores del mundo sobre la valentía y el sentido del honor de la raza norteamericana –aún no se conocía la realidad de la actuación norteamericana en el desastre de Vietnam- en una época en que el total dominio anglófilo de la información hasta hubiera podido llegar a conseguir, de haberse trasladado a ese tiempo, que al intelectual presidente norteamericano Donald Trump le dieran el Premio Nobel de Medicina, tras la brillante idea de curar la pandemia de coronavirus inyectando en las venas de los infectados un desinfectante como la lejía, por ejemplo, que además es barata y que ha puesto también en evidencia la inteligencia de una parte de ese pueblo que han tenido que acudir a las urgencias de los hospitales norteamericanos intoxicados por haberle hecho caso a su presidente. No se rían, no hace falta que recuerde que Henry Kissinger, Secretario de Estado de los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford, recibió en 1973 el Premio Nobel de la Paz, cuando fue uno de los principales valedores de la intervención de EEUU en la guerra de Vietnam que tantas muertes costó, en la que se hicieron tantas barbaridades, y que estuvo detrás del golpe de estado de Pinochet en Chile, que derrocó y asesinó al presidente legal Salvador Allende y arrasó a la ciudadanía ilustrada y obrera chilena en una orgía de tortura, asesinato, violación y desapariciones. Uno de los beneficios que consiguieron estos ingleses norteamericanos tras la Segunda Guerra Mundial, fue escribir las hazañas del mundo de acuerdo con su visión palurda, su incultura y la búsqueda de beneficios. Otro Premio Nobel de la Paz se le dió al primer presidente negro de Norteamérica, más por un afán de señalar el logro de que un afroamericano lograra ser presidente de un país que hizo todo por mantenerlos bajo la suela del zapato de los arios, que por sus méritos puesto que lo primero que hizo el bueno de Obama fue duplicar el número de soldados que mandaba a Afganistán, muy pacífico él...
Y ahora, ¡es de ignorantes que la gran multinacional McDonald’s borre a España de la primera vuelta al mundo! Lo denunció a principios de septiembre de 2019 en el periódico El Mundo, en plena celebración del Quinto Centenario de la gesta, la ensayista y profesora María Elvira Roca Barea cuando informó que los McDonald’s de Francia regalaban a los niños libros divulgativos que negaban la participación de España en la primera vuelta al mundo. No se menciona para nada a nuestro país, que financió el proyecto, ni que un español, Juan Sebastián Elcano, fuera el único mando de aquella expedición que completó la vuelta, ya que Magallanes no la acabó al morir en Filipinas.

            Volviendo a la brillante vuelta al mundo del pirata inglés narrada por la revista a la que aludo, ha sido curioso que no se cuente, una vez más, la verdadera historia de aquella hazaña. Por ejemplo, no señala que salió de Inglaterra al frente de una armada de cinco barcos con la orden de saquear las posesiones españolas en el Pacífico, y que era tan buen navegante que perdió cuatro barcos en el paso por el Estrecho de Magallanes (las dos primeras expediciones españolas que dieron la vuelta al mundo, la de Magallanes-Elcano con 5 naves y la de Jofre de Loaisa con siete, sólo perdieron 1 barco que encalló, en el paso del Estrecho), y con su único barco saqueó los puertos indefensos de Valparaíso, Arica y El Callao (13.02.1579); ni que intentaba continuar sus saqueos marchando hacia Panamá y California, pero que el Virrey español Toledo, conocedor de la “hazaña” de El Callao, envió en su persecución al gran navegante de la Polinesia Pedro Sarmiento de Gamboa al frente de dos barcos. Anduvo tras Drake durante mucho tiempo pero no llegó a encontrarlo, dada la inmensidad del Pacífico, por lo que optó por volver hacia el sur y esperar a que volviera, ya que Drake pensaba deshacer el camino a su vuelta. Cuando se enteró de la persecución de los españoles, tras hacer una breve parada en la costa norte de California para coger provisiones, huyó hacia el oeste creyendo que le perseguían los españoles. Eso sí, por el camino saqueó cuantos barcos de mercancías chinos, polinesios o portugueses se pusieron a su alcance, huyendo de los barcos de guerra que se encontraba. Tomó la ruta portuguesa y volvió por el Atlántico, logrando según sus compatriotas y afines dar la segunda vuelta al mundo, olvidando que los supervivientes españoles de la expedición de Garcia Jofre de Loaysa (ver entrada aquí y aquí) de 1525 ya la habían dado. Fue el caso del capitán Hernando de la Torre y 17 supervivientes más que llegaron a España a mediados de 1536; incluso la dieron antes también otros españoles que quedaron rezagados en algunas islas de Oceanía al hundirse sus barcos y que, tras el Tratado de Zaragoza de 1529 en el que españoles y portugueses acordaron la línea por el Pacífico que separaba las posesiones españolas y portuguesas (paso del antimeridiano), los portugueses colaboraron con los españoles repatriando a esos compatriotas, por lo que si seguimos un orden temporal la vuelta de Drake no está entre las tres primeras circunnavegaciones.
 Sin embargo, en mi opinión, hay que darle la importancia que tiene, que no es poca, a la circunnavegación del globo en la época de los bergantines. No hay duda alguna de que fueron muchas, pero que en esa relación los navegantes españoles ganarían por goleada, sobre todo después de que en 1762 Felipe II conquistara Portugal, con lo que las Filipinas y alrededores ya eran españolas, de manera que un navegante español cuando volvía de Filipinas podía escoger para la vuelta la ruta española del Estrecho de Magallanes o  Cabo de Hornos en América, o la ex portuguesa del Cabo de Buena Esperanza en África. Que se eligiera una u otra ruta no era por ahorrar distancia, ya que las dos tenían longitudes idénticas, lo que pudo comprobar Alejandro Malaspina cuando visitó Filipinas por la primera ruta española y volvió por África, dando la vuelta al mundo (1786-1788). Fueron varios los navegantes españoles que repitieron esa historia, como el vasco Ignacio María de Álava  y Sáenz de Navarrete, marino tan admirable que dispondrá en mi blog de una página personal en una publicación próxima, y que lo hizo como general capitaneando el navío Montañés en una expedición militar de seis barcos (1795-1803). También el navegante de Cartagena de Levante, actual Cartagena, Miguel Zapiain y Valladares, quien navegando un tiempo por la zona de Filipinas, descubriendo la isla Patrocinio, posiblemente la actual Midway en cuya cercanía se celebró la batalla más decisiva del Pacifico en la Segunda Guerra Mundial,  volviendo a circunnavegar la Tierra entre 1799 y 1800; y tantos otros navegantes españoles que se dirigieran a las Filipinas, ya que la vuelta la podían realizar por ambos lados, por lo que no hay castigar mucho el cerebro para buscar a navegantes que con barcos a vela hicieran esa proeza, ni inventarse historias o hechos… Bastaría con acercarse a cualquier Museo de la Marina española o viajar al Viso del Marqués, Ciudad Real, y visitar el Archivo General de la Marina del Palacio del Marqués de Santa Cruz (grandioso edificio repleto de simbolismo, cuya escalera inspiró la del palacio del Escorial), residencia de uno de los almirantes grandes de España, Don Álvaro de Bazán, y con unos días de investigación podrían obtener valiosa información de más de una docena de navegantes españoles que realizaron esa proeza. Pero entonces serían divulgadores independientes y universales, especie que sigue estando en peligro de extinción.

Por cierto, aviso a navegantes... mi documentación sobre el interés de D. Álvaro en las posesiones calatravas no las obtuve del Archivo de la Marina de su palacio, sino del Archivo de la Corona de Castilla (esto es, el Archivo de Simancas, en Valladolid), supongo que ésto habría ahorrado dolores de cabeza a más de uno;).


12 comentarios:

  1. Nos sorprendió su trabajo, Valeria, y nos ha alegrado la mañana con un rico debate. Nos agrada que recoja en sus página al Capitán General Don Ignacio Mª de Álava, como señala ese vitoriano fue otro de los grandes de nuestra historia. Nuestra satisfacción por su elección.

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    1. Gracias por su comentario, Sr. Benítez, me agrada que le haya gustado mi artículo y espero que reciba en esa línea el que actualmente estoy preparando, referido al general Álava, otro de los grandes de España, eso sí, le ruego algo de paciencia, en cuánto lo termine, lo subiré. Un saludo.

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  2. Interesante trabajo Valeria, ha puesto usted sobre la mesa un interesante tema de debate. Nos ha alegrado conocer sus planes para recoger en su galería a tamaño marino como fue el Capitán General Álava. Será un buen homenaje del que gozaremos todos. Enhorabuena por su divulgativo trabajo.

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    1. Gracias por su comentario, Sr. De la Seca. Me satisface pensar que mi próximo trabajo sobre el general Álava pueda interesarle y ayudarle a olvidar las demoledoras cifras que nos está dejando este coronavirus. Saludos.

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  3. Nos sorprendió su crítica y nos gustó su razonamiento y deducción, solo tenemos con Ud una divergencia, creemos que se merece más el presidente Trump el premio nobel a la inteligencia en lugar de a la medicina, creemos que se lo ha trabajado más. Nos satisfacerá leer una remenbranza en su blog del gran militar vasco Álava, ese sí se lo merece. Saludos.

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    1. Gracias por su comentario, Sr. Alcaide, pero debo disentir con respecto a sus palabras, porque si hablamos de los méritos adquiridos por Donald Trump creo que sería merecedor de los dos premios Nobel y yo aún añadiría uno más inexistente, al de la Ingeniería, porque su idea de arrojar desde aviones de extinción de incendios todo el contenido de sus bodegas a la cúpula de Nôtre Dame de París cuando ardía, no tiene desperdicio (¿llegó a plantearse lo que supondría verter de golpe grandes toneladas de agua sobre una cubierta de madera que estaba ardiendo? ¿o del efecto que tendría tan repentino cambio de temperatura sobre las rocas precalentadas que constituyen los muros, columnas, arcos … de la catedral? Habría sido condenarla a su práctica demolición). Con respecto al trabajo sobre el general Álava le comento que estoy en ello y ojalá cubra sus expectativas. Un saludo.

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  4. Interesante tema para olvidar al Coronavirus, ha logrado que nos olvidemos por unas horas de esta pesadilla y comentar algunos temas que ya habiamos olvidado. Ha sido justa su crítica, ya es hora de que se contradigan mentiras y medias verdades. Buen artículo y agradablemente insolente.

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    1. Gracias por su comentario, Sr. Arostegui. Me agrada que le haya sido útil y entretenido mi artículo para olvidar esa pandemia que nos rodea y la desoladora cifra de fallecidos que ya supera los 24.400, sin palabras. Un saludo.

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  5. Me gustó su artículo, hemos pasado un buen rato debatiéndolo y en el que se ha concluid que en la mayoria de los casos suelen pasar a los hijos lo peor de los padres, y los norteamericanos no son una excepción, han cogido lo mejorcito de los británico, que es mucho. Incluso en la mayor gesta que se le puede recordar: su intervención en la Segunda Guerra Mundial dejaron ese rastro pordiosero y oscuro de corrupción, prostitución y robo por donde pasaron. Aquí se lo silenciaron porque gracias a ellos vencimos al nazismo, y se perdonó todo, como ese interesado y rentable Plan Marshall para los norteamericanos o el mercado de contrabando, varios, que dejaron en Francia, Italia, Paises Bajos.... y en Vietnam no se perdonó, porque perdieron, y aún así costó años llegar a la verdad de su honor y condición. Como bien dice, Valeria, el tener la prensa y los dólares con ellos, afirman y niegan lo que quieren y le importan poco matar a los suyos para conseguir su finalidad, no hace falta que recordemos como empezó el ataque a Cuba y eso que le ayudamos a independizarse. Estoy de acurdo con mi amigo Alcaide en la cantidad de cerebros pensantes que hay en aquel pais entre los dirigentes, tantos que haría falta varias fabricas de premios nobels para premiarlos a todos, ¡fue una injusticia que el honrado Nixon se fuera sin un par de ellos o el inteligente Bush junior, a pesar de que aún no se haya encontrado las armas de destrucción masivas en Irak que tanta muerte y ruina produjo a aquel país, hay que seguir buscando! No hay duda que son ejemplares hijos de los britanicos, aunque ahora se hayan cambiado las tornas y los dirigentes isleños sean un mal imitador del rubio pintado, pero sabio, Trump. También yo le felicito y espero su trabajo sobre un representante de la otra casta, la de los caballeros, a la que pertenece el Capitan General Álava. Nuestra enhorabuena.

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    1. Gracias por su intervención, Sr. Uribe. Coincido con usted en su apreciación. Estamos agradecidos a los estadounidenses por liberarnos del nazismo, pero está claro que esas gentes no hacen nada gratuitamente. No me hable de Bush hijo y el solemne sopapo que se dio al tratar de huir en bici de manifestantes en una de las cumbres del G8...o cuando a poco se va a la UCI por atragantarse con una galleta (si bien de puertas para adentro se hablaba de otra versión), pero debe coincidir conmigo que el listón a genialidades como las que se está marcando Trump lo está poniendo realmente alto, ¿eh?. Sin ir más lejos hoy se ha anotado dos, decir a una periodista que desde los tres años tiene nacionalidad yanqui, que pregunte a los suyos chinos sobre la mortandad norteamericana de COVID-19 y decir que no se pone mascarilla en público por no dar imagen de debilidad. Campeón...En fin, los norteamericanos son muy capaces de vender a los suyos en aras del mayor beneficio, una costumbre que hemos padecido en nuestras propias carnes. Saludos.

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  6. Rigoberto Moreno3 de mayo de 2020, 3:14

    Le agradecemos que haya apoyado la verdad de lo ocurrido con la región mexicana de Texas, aunque trabajo en la comunidad texana, soy muy respetuoso con mi origen, mi nacimiento y mis principios, y sabemos que cuando explica lo de El Alamo dice verdad, aunque aquí nadie lo acepte ni lo reconozca. Nunca están los estadounidenses conquistadores y ladrones preparados para asimilar la verdad, sólo las de sus películas fascistas le exponen, los llevan muy adentro. Mi reconocimiento por su artículo.

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    1. Gracias por su intervención, Sr. Moreno, estoy totalmente de acuerdo con lo que señala y la verdad es que la ambición norteamericana, sus trampas y el complejo de cowboys no tienen parangón. No tienen remedio. Un saludo.

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