miércoles, 22 de septiembre de 2021

España volcánica

          Siempre me ha llamado la atención que para la gente ajena a la Geología, España es un país idílicamente tranquilo (tectónicamente hablando) totalmente opuesto a los volcanes y a los terremotos. Sin embargo el registro geológico desmiente radicalmente dicha afirmación. De entre los países europeos, España es uno de los más montañosos y lo cierto es que cada relieve que lo integra se ha formado a consecuencia de intensísimas fuerzas tensionales operando en la corteza terrestre y que han terminado por causar tales “arrugas” (montañas y valles) entre numerosos terremotos de intensidad diversa.

                Las rocas se han roto, han montado una sobre otras, extensas capas de rocas se han plegado y replegado generando profundas fracturas, que aún siguen activas o que están latentes bajo la superficie actual, pudiendo ser reactivadas nuevamente si se dan otra vez fuertes sistemas de tensiones, provocando súbitas sacudidas del terreno, o terremotos.

                Por su parte, en lo relativo a las rocas ígneas, a pesar de la idea que he mencionado al inicio de esta entrada, muy común entre la gente que desconozca un poco el aspecto geológico del país; lo cierto es que prácticamente no existe una sola comunidad autónoma española que no posea al menos un volcán en el registro geológico de su territorio. Es cierto que todos ellos se dieron hace millones de años, salvo en las islas Canarias, pero están ahí. Debo señalar que dentro de las rocas ígneas se incluyen dos tipologías, las plutónicas o rocas que se creen que solidifican en el interior de la corteza-manto terrestre y por tanto no vemos en forma de lava manando; y las rocas volcánicas, que sí discurren como lava sobre la superficie. Así por ejemplo, Madrid carece de volcanes pero a cambio sí presenta rocas graníticas en las sierras.

Los granitos suelen erosionarse en forma de esferas que se alteran como capas de una cebolla, dando morfologías suaves. Arriba a la izquierda, bella imagen de una dehesa extremeña; a la derecha, batolitos (esferas graníticas) de Hermisende, Zamora. Debajo, imagen de una de las bocas del volcán de la Palma, la madrugada de ayer, vertiendo seguramente lava basáltica.

                

            Así por ejemplo, en Andalucía tenemos los restos hidrovolcánicos de la Faja Pirítica de Portugal-Huelva-Sevilla, el yacimiento peridotítico (roca ígnea plutónica, no volcánica) de Ronda (Málaga, en Sierra Bermeja, tristemente asolada por el enorme incendio forestal de las últimas semanas), así como los distintos volcanes y restos de lava de la provincia de Almería. Por cierto que en este punto es necesario aclarar que el material volcánico fundido que vemos en superficie (bien en tierra firme, o bajo el mar) es LAVA nunca MAGMA, puesto que este último término se usa cuando se encuentra exclusivamente en el interior del planeta y por tanto no puede verse en superficie. Son visitas interesantes las del Museo de Rodalquilar, en Almería y el Jardín Botánico de cactus que hay junto a él y que ayudan a comprender la complejidad de la provincia almeriense.

Izquierda, columnas basálticas en la playa del Berronal (Cabo de Gata, Almería). Centro, cenizas volcánicas en la Cala de Enmedio (Cabo de Gata, Almería). Derecha, volcán submarino de Níjar (Almería) formado bajo el mar.

                

          En la región de Murcia existen al menos tres volcanes, en la zona de Moratalla (El Salmerón, cerca de las provincias andaluzas de Jaén y Granada), en Barqueros (no lejos de la capital) y en la zona del Mar Menor (El Carmolí, espacio protegido aunque muy expoliado y descuidado; Cabezo Negro de Zeneta, cerca del límite con la provincia de Alicante), aunque también hay rocas volcánicas en Mazarrón (cerca de Cartagena; Cabezo Negro de Tallante, con rocas volcánicas y peridotíticas) y volcanismo remanente hidrotermal en Moratalla, Fortuna (volcán de los Cabecicos Negros) y Archena, principalmente. Hacia la provincia de Albacete encontramos igualmente un volcán en Jumilla (Murcia) y otro en Cancarix (cerca de Hellín, ya en Albacete).

A la izquierda, aprovechando una de las salidas de lava del antiguo volcán (hace 12-8 millones de años) de El Carmolí, los republicanos construyeron un polvorín y bunker en su interior, durante la Guerra Civil española.  Centro, volcán de Barqueros (de 12 millones de años). Derecha, columnas de rocas volcánicas ultrapotásicas de Cabezo Negro de Calasparra (formado hace unos 6 millones de años).

                

           En la Comunidad Valenciana existen dos antiguos volcanes (Cerro de Agrás, en Cofrentes y Picassent), prácticamente desaparecidos por las labores de los agricultores, que araron los campos y terrenos volcánicos sin que el Gobierno autonómico alzara un dedo por proteger su Patrimonio, así como las islas Columbretes de Castellón (Illa Grossa, volcánica).

               Cataluña posee, como en la sierra malagueña mencionada, su propio yacimiento de peridotitas (plutónicas ígneas) en el Pirineo, además de sus respectivos volcanes en la zona de Olot, en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha o Garrotxa (con una cuarentena de edificios volcánicos formados hace unos cien mil años), por ejemplo.

Izquierda, antiguo volcán Cerro de Agrás (Cofrentes, Valencia, formado hace entre 2-4 millones de años). Derecha, imagen aérea del Parque Natural de volcanes de Olot, en Gerona (Cataluña).

                

            Aragón posee, además de rocas plutónicas en sus serranías, un pitón volcánico en la pirenaica Sallent de Gállego (el pico Anayet), así como una laguna hidrotermal natural en Alhama de Aragón.   

          Castilla-La Mancha posee igualmente bellos ejemplos de volcanes, lagos volcánicos y géiseres (llamados localmente “hervideros”) destacando el volcán Columba y el excavado Cerro Gordo (hace entre 8,7 y 1,75 millones de años) que incluye un recorrido a través de sus estratos permitiendo así observar un volcán desde el interior de la Tierra.

Izquierda, hervidero cercano al volcán Columba, en Ciudad Real, acondicionado para baños hidrotermales. Centro, roca basáltica del volcán Columba. Derecha, la autora junto al cartel del volcán Cerro Gordo (Granátula de Calatrava, junto a Almagro).

               

            Extremadura es rica en balnearios termales, evidencia de actividad volcánica remanente pero suficiente para calentar sus aguas y aportarle los minerales y oligoelementos necesarios para otorgar propiedades medicinales al preciado líquido elemento.

                Castilla y León posee algún que otro remanente volcánico hidrotermal, aunque es sumamente rica en rocas ígneas plutónicas, fundamentalmente en granitos y rocas graníticas, como ocurre también en Extremadura y Galicia.

                Cantabria, Asturias y el País Vasco son relativamente más estables en este sentido, al carecer de la abundancia de rocas ígneas que son tan evidentes en otras regiones mencionadas. Con todo, recientemente se ha descubierto restos de rocas volcánicas que se sospecha que pertenecen a coladas volcánicas que hace 477 millones de años, manaron de un megavolcán que vertió más de 80 mil millones de toneladas de lava, afectando a los territorios que más tarde conformarían las provincias de León, Cantabria y Asturias.

             Por su parte, el País Vasco cuenta con el conjunto volcánico de Uarka, con lavas almohadilladas cerca del cruce de las carreteras comarcales BI-3242 con la BI-3241, que afloran entre rocas sedimentarias indicando que correspondió a una emanación de lava bajo el mar, en el suelo marino de entonces.

Izquierda, noticia divulgando el megavolcán que afectó la zona cantábrica hace más de 400 millones de años. Derecha, detalle de las lavas almohadilladas de Uarka (ingurumena.ejgv.euskadi.eus)

                

                Las islas Baleares son una continuación, bajo el mar, de las cadenas Béticas andaluzas así que como en aquéllas, existen ciertos niveles con rocas volcánicas intercaladas.

          Las islas Canarias es actualmente la única Comunidad Autónoma con actividad volcánica (si exceptuamos el hidrotermalismo citado, presente en numerosas comunidades españolas, consecuencia de un volcanismo remanente, por ejemplo en Navarra), dando lugar a soberbias y espectaculares erupciones marinas o terrestres, sin entrar a valorar los daños que suponen para los habitantes del lugar. Por cierto que se escucha decir incesantemente en los medios de comunicación que hay expectación por el momento en que las lavas de las coladas actuales del volcán Cumbre Vieja de la Palma lleguen al mar pues el volcán emitirá tóxicos gases. Tal afirmación es un gran error puesto que el volcán está emitiendo tales gases con o sin agua de mar presente, puesto que son los volátiles que componen el magma. El problema es que al enfriarse la lava, las vacuolas que contienen burbujas de tales gases se escapan, liberándose a la atmósfera. Esto puede agilizarse si la lava entra en contacto con el mar, pero que quede claro que ya, desde el momento en que el terreno rompe y se libera la lava, ésta desprende tales gases. Cuando entre en contacto con el mar se formarán espectaculares columnas de vapor de agua (el agua hierve), dándose una de las visiones más bellas que ocurren en el planeta y que ocurren constantemente por ejemplo en la isla de Hawaii (volcán Kilauea), acudiendo varios barcos turísticos a fotografiar la naturaleza en plena creación de corteza terrestre de nuestro planeta.


       Como vemos, España no es tan “estable” como se pretende dar a entender y si digo esto no es para llevar al pánico a la gente sino todo lo contrario, para que se comprenda que los sismos de distinta intensidad e incluso la actividad volcánica son algo que ha venido sucediendo casi desde que surgió la corteza terrestre, pues es la manera que tiene nuestro planeta de reciclar sus materiales, creando y destruyendo rocas precisamente en estas áreas ígneas, volcánicas y plutónicas. A partir de las rocas ígneas se generan el resto de los materiales conocidos, el problema es una cuestión de escala puesto que nuestro planeta opera con grandes dimensiones e ingentes energías, frente al ser humano que es del tamaño de las hormigas en comparación con un elefante. Y esto debemos tenerlo siempre en cuenta para que, lejos de martirizarnos con el recurrente pensamiento de “¿por qué a mí, Señor?” (ay, ese dañino sentimiento de culpa continuo de las tres grandes religiones monoteístas),  pensemos si tal vez a la hora de adquirir un terreno o comprar una casa, no nos estemos ubicando en verdad y usando la equivalencia comparativa, como una hormiga en una autopista, frente a volcanes, inundaciones y riadas o zonas de intensidad tectónica, entre otros fenómenos naturales.

2 comentarios:

  1. Buenos y fecundos estudios sobre nuestra desconocida ruta volcánica.
    Me ha sorprendido mucho el saber que casi cada provincia tiene un volcán.
    No pensamos en despeñaperros,sierras,valles?
    Por qué ese movimiento de placas tactónicas con esos cambios tan significativos.
    Gracias por hacernos pensar y abrirnos la mente a cosas desconocidas!!
    Un saludo

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    1. Buenas tardes, gracias por su comentario, aunque no acierto bien a entender su cuestión sobre Despeñaperros, sierras y valles. En lo relativo a las placas tectónicas, cuestión aún no del todo clara (pregunte a un vulcanólogo precisamente cómo explica el vulcanismo intraplaca de las Canarias o Hawaii por ejemplo: acudirá a una "pluma mantélica" que no es otra cosa que justificar que desde el manto de la Tierra -o desde el núcleo, peor- asciende una burbuja de magma de varios miles de litros atravesando cientos de kilómetros de roca sólida, algo que encuentro totalmente absurdo si nos atenemos a las leyes físicas que todo lo rigen; es un tema que da para un amplísimo y rico debate), la idea es que se considera que la corteza terrestre es como un conjunto de cubitos de hielo en un refresco; si movemos un poco el vaso, tintinearán chocando entre sí y en el caso de las placas tectónicas (cada una sería un cubito de hielo) esas colisiones provocan "arrugas" (montañas), subduciones de una placa bajo otra, o roces que generan un intenso calor derritiendo materiales y generándose un fundido magmático que terminará ascendiendo a la superficie a través de fracturas dando lugar a la lava. El problema, como digo, aparece cuando estos volcanes se localizan en el centro de una placa tectónica donde en teoría no existe tensión alguna o rozamiento con otra placa que motive la generación de magma. Ahí toca operar con las leyes físicas y observaciones de campo, en lugar de recurrir a absurdos como el que le he mencionado de la pluma mantélica.
      No quisiera cerrar este comentario sin pegar un tirón de orejas a los medios informativos. Esta mañana al poner la televisión he visto en la 5 que entrevistaban a todo vecino de la isla con el que se topaban. He cambiado a la 3 y me ha sorprendido ver a un hombre de pelo cano y con un bonito fular que ha tomado la palabra para decir que en los volcanes ocurría como la fumarata del Vaticano, si salía negra o gris, era malo, pero si salía blanco era buena señal porque significa que el magma se había topado con agua de pozos del entorno blabla ... y he cambiado de canal al TVE24 horas indignadísima porque vale que el desconocimiento y el hablar sin saber es algo ya endémico en España pero lo de este hombre roza ya la negligencia, si no el delito. ¿Cómo se atreve a decir semejante absurdo?, ¿desconoce este hombre que precisamente las dos erupciones volcánicas más catastróficas de la historia, la del Krakatoa de 1883 y la del Tera/Santorini del 1650 a.C., ocurrieron precisamente porque el magma entró en contacto con el agua subterránea? es entonces cuando más peligroso y violento puede ser un volcán pues el agua rápidamente se convierte en vapor y la lava densa -como la de ahora-, con ese vapor de agua tiende a enfriarse taponando el conducto de salida. La presión se va acumulando como si agitásemos una botella de champán y cuando al fin la tensión rompe la roca, estalla violentamente mandando casi todo el edificio volcánico a cientos de kilómetros en todas direcciones, desmenuzado en trozos de diversos tamaños. ¿Cómo se atreve ese hombre a jugar así con la seguridad de la gente que al escucharle puede acudir a sus casas a recoger sus pertenencias, confiando en que todo irá bien cuando realmente puede estar preparándose una explosión inimaginable bajo sus pies? ¿Y cómo dejan los medios decir semejantes tonterías, poniendo a la gente en peligro de esa forma tan gratuita? debería penalizarse. Si no entienden del asunto, mejor que se callen y pasen a otro tema, pero montar un parque temático en torno a la erupción como lo están haciendo me parece vergonzoso. En fin, un saludo.

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