domingo, 8 de junio de 2014

El primer implante dental del mundo


      Nada parecía presagiar el hallazgo, cuando comenzaron las labores de excavación para construir los cimientos de lo que sería una nueva urbanización en la región francesa de Champagne-Ardenne. Pero para sorpresa de todos, las palas excavadoras desenterraron las tumbas de cuatro jóvenes aristocráticas (a juzgar por el amplio ajuar funerario que poseían) del siglo III a.C., enmarcado por tanto en la cultura de La Tène, celta. 

     Como es costumbre en estos casos, se inició un rápido proyecto arqueológico para estimar la relevancia de los hallazgos, rescatar la mayor parte de ellos y obtener toda la información posible, antes de perderse para siempre bajo las nuevas viviendas.
     Para sorpresa de los arqueólogos, uno de los esqueletos -muy mal preservado- parecía corresponder a una mujer fallecida hacia la treintena de edad. Sus dientes, bien preservados en su posición anatómica correspondiente, fueron lo más relevante ya que en lugar de uno de los incisivos superiores (coloquialmente, “paletas”) había un clavo de hierro. En opinión de los investigadores, en su día debió estar recubierto de algún material perecedero (goma vegetal, madera o hueso), hoy perdido pero que pudo tener forma de la pieza dental inexistente, similar a los implantes dentales actuales. Esta es al menos la opinión del equipo de expertos, dirigido por Guillaume Seguin y publicado en la revista científica Antiquity.

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