Posiblemente
sean muchas las personas que desconozcan que la capital francesa, la
ciudad de la luz y del amor, París, fue liberada de las garras de
los nazis por combatientes españoles, la tarde-noche del 24 de agosto de 1944. Detengámonos hoy en aquellos hechos.
Ese día,
la Compañía Nueve de soldados republicanos españoles logró
abrirse camino entre los muchos obstáculos que se encontraron, hasta
conseguir parar y rodear con sus tanques el maltrecho ayuntamiento
parisino. Las tanquetas "Santander", "Belchite",
"Guadalajara", "Brunete", "Guernica",
"Ebro" o "España cañí", entre otras, pusieron
fin así, en pleno centro de París, a casi cuatro largos años de
ocupación. Durante una semana, la ciudad estuvo en manos de "la
Nueve", una de las compañías que constituía la llamada
Segunda División Blindada del general Lecrerc, en la que se daba
cabida a soldados de variadas nacionalidades. El 26 de agosto, cuando
el resto de tropas aliadas entró en París, el destacamento español
desfiló ante la catedral de Notre Dame y los Campos Elíseos
portando las coloridas banderas de la Segunda República.
Sorprendentemente, los periódicos atribuyeron la liberación a
tropas norteamericanas, como muestra la imagen donde los titulares
ensalzan al capitán Bronne, de la división Lecrerc, como el primer
francés en tomar París. Curiosamente en la foto se le muestra junto
al que identifican como "el primer soldado norteamericano"
que tomó París junto a Bronne y que no es otro que el teniente
español republicano Amado Granell.
De Gaulle
contribuyó a silenciar esta gran gesta española al decir en su
famoso discurso aquello de que París y Francia se liberaban a sí
mismas, al considerar a la División Lecrerc como parte del ejército
francés de liberación.
Para muchos
autores que han abordado este curioso pasaje de la historia, De
Gaulle evitó entrar en el hecho de que republicanos españoles
liberaran la capital francesa de su mayor enemigo, los nazis; por no
saber cómo encarar el ignominioso hecho de que la mayoría de los muchos exiliados republicanos que huían de
la España franquista vía los Pirineos eran internados en campos
de concentración tales como Argelès, Le Vernet o Bram. Tal vez,
algunos de los liberadores de París incluso pudieron haber logrado
escapar de alguno de estos campos.
La Nueve se
encontraba en Inglaterra en mayo de ese mismo año, 1944, llegado
desde África tras luchar bajo mando norteamericano contra las tropas
nazis de Rommel. Dos meses y dos días después del desembarco de
Normandía, la Nueve pisaba suelo francés pasando a incorporarse en
la Segunda División Blindada del general Lecrerc que puso rumbo a
la capital francesa, aún en manos alemanas. El 24 de agosto el
capitán Dronne es ordenado entrar en París con todos sus efectivos,
entre los que se encuenra la Nueve española. El avance es costoso, a
pesar de contar con aliados parisinos que se arriesgan por mostrarles
la mejor manera de acceder a la ciudad. Las tropas se separan y el
teniente Amado Granell consigue que sus hombres logren entrar en la
capital desde la Puerta de Italia hasta rodear con las tanquetas el
edificio del Ayuntamiento de París, donde se encuentra el Comité
Nacional de la Resistencia. El capitán Dronne, aún luchando a las
puertas de la ciudad, recibe una breve nota del teniente Granell donde
se lee el escueto mensaje: "hemos llegado al ayuntamiento,
manden refuerzos". París ha sido liberado. Son las nueve de
la noche del 24 de agosto de 1944.
En la imagen
inferior a la izquierda, De Gaulle y Lecrerc pasan revisión a la
Nueve tras haber desfilado por París con las tanquetas de la
compañía española franqueándolos.
No obstante,
la historia ha terminado siendo justa con sus verdaderos héroes y
por fin el pasado sábado 25 de agosto de este año, en la
celebración del 68 aniversario de la liberación de la ciudad, junto
al presidente francés François Hollande se encontraban por primera
vez desde que ocurrieron los acontecimientos, familiares de los
integrantes de la Nueve situados bajo una bandera de la Segunda
República, en memoria de
los liberadores de la ciudad.
En este
enlace
se puede leer más información sobre el teniente Amado Granell
Mesado, mientras que en este otro enlace se ofrece una historia detallada sobre El Canario, el subteniente
Miguel Campos que dirigía la tanqueta "Ebro" en su camino
hacia el ayuntamiento parisino la tarde-noche de la liberación de la
ciudad.
Sirva para todos ellos esta entrada, a modo de homenaje.
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