martes, 2 de junio de 2015

Los secretos de Stonehenge


      Estaba esta tarde viendo un documental del canal del National Geographic sobre las líneas de Nazca cuando tras él ha venido un documental llamado “Stonehenge decoded”, traducido como “las claves de Stonehenge”. Y he visto diversos “fallos” cometidos que me han llevado a realizar esta entrada para compartirlos y tratar así de poner fin a falsos mitos.

        Cuando comienzan introduciendo el monumento megalítico, se refieren a su fecha de realización (“más de 4.500 años de antigüedad” afirman) anterior a los romanos e incluso a la invención de la escritura, exclaman de manera rotunda. Primer error grave. Supongo que tratarán de referirse a la escritura fenicia, pues en el museo arqueológico de Huelva, expuestos al público, existen varios objetos del IV-III milenio a.C., en cuyas superficies se han identificado diversos “letreros” escritos en al menos tres alfabetos diferentes. Es decir, que para cuando Stonehenge se construyó, en el suroeste de la Península Ibérica hacía entre medio milenio y un milenio que se estaban utilizando al menos tres alfabetos (o “escrituras”, como se prefiera ver) diferentes. No son las únicas, pues en Vinça (zona del Danubio) se han hallado caracteres similares en el 7.000 a.C. Para más datos, picar aquí.


     Algunos autores, como Atienza, ya comentaron en su día la similitud entre estos símbolos onubenses y algunos encontrados en pinturas rupestres peninsulares, por lo que posiblemente debamos remontar la invención de la escritura en la Península Ibérica mucho antes.

       Siguiendo con el documental,  insiste varias veces en que las piedras están realizadas en arenisca afirmando que son tan duras como el granito (para hablar del mérito del labrado de éstas) y que “la arenisca es una de las rocas más duras del planeta”, literalmente. Sin embargo, el problema de realizar afirmaciones como ésta es que lo suyo sería consultar antes con un geólogo ya que sin duda le dirá que la arenisca es una piedra blanda, fácilmente tallable, pero con el riesgo de ser tan fácilmente erosionable que muchas de las obras realizadas con ella terminan perdiéndose porque la roca se termina convirtiendo en arena que se desmenuza por efecto de la polución del aire (lo que se viene conociendo como "Mal de la Piedra”). De hecho, trae de cabeza a muchos restauradores de obras de arte para frenar esa progresiva degradación.


      En la imagen se pueden ver algunos de los efectos englobados dentro del Mal de la Piedra de nuestros monumentos tales como la alveolización (o formación de pequeñas oquedades por disolución de componentes de naturaleza química básica), excavaciones (disolución de parte de la roca), disgregaciones, etc.
     Por tanto, la arenisca es tan blanda que con frecuencia fue elegida por los maestros constructores para realizar con ella sus obras de arte. En la ciudad de Soria hay numerosos ejemplos de ello, por ejemplo.
      El documental trata de defender la idea desarrollada por el historiador Michael Parker Pearson del empleo de Stonehenge como un gran centro de peregrinación que atraía gentes de toda la isla principal del Reino Unido, ya que allí celebraban en el solsticio de verano la fertilidad con una enorme cena donde se comía cerdo y animales de caza. En el solsticio de invierno se volvían a reunir para conmemorar a los difuntos. En este caso la numerosa procesión iba del Círculo de madera o Woodhenge (a escasos kilómetros de Stonehenge, en Durrington Walls) al cercano río Avon, por el que descendían 4 km siguiendo el río hasta dar con una calzada que llevaba a Stonehenge. En 2004 el equipo de Pearson encontró esta calzada (que excavó con ¡una pala excavadora mecánica!), de 30 metros de ancho y con una avenida principal de 15 metros de anchura realizada en sílex. Al inicio de esta calzada, cerca del Avon, junto a unas colinas se encontraron unas marcas u oquedades que creen correspondían a los pilares de las estructuras de madera donde se colocaría a los fallecidos para quemarlos en ritual sagrado y, tras esto, echar las cenizas al río Avon que simbolizaba el paso a la otra vida. Una vez concluido, la procesión se dirigía a Stonehenge por la calzada para presenciar el efecto luminoso y rezar por sus difuntos.


       Particularmente, la encuentro una idea interesante y romántica de la que lamentablemente no se conserva referencia alguna o dibujo que permita confirmar la existencia de esta ceremonia.
       Sigamos en la siguiente entrada con este análisis.

           





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