Estaba esta tarde viendo un
documental del canal del National Geographic sobre las líneas de Nazca cuando
tras él ha venido un documental llamado “Stonehenge decoded”, traducido como
“las claves de Stonehenge”. Y he visto diversos “fallos” cometidos que me han
llevado a realizar esta entrada para compartirlos y tratar así de poner fin a
falsos mitos.
Cuando
comienzan introduciendo el monumento megalítico, se refieren a su fecha de
realización (“más de 4.500 años de
antigüedad” afirman) anterior a los romanos e incluso a la invención de la
escritura, exclaman de manera rotunda. Primer error grave. Supongo que tratarán
de referirse a la escritura fenicia, pues en el museo arqueológico de Huelva,
expuestos al público, existen varios objetos del IV-III milenio a.C., en cuyas
superficies se han identificado diversos “letreros” escritos en al menos tres
alfabetos diferentes. Es decir, que para cuando Stonehenge se construyó, en el
suroeste de la Península Ibérica
hacía entre medio milenio y un milenio que se estaban utilizando al menos tres
alfabetos (o “escrituras”, como se prefiera ver) diferentes. No son las únicas,
pues en Vinça (zona del Danubio) se han hallado caracteres similares en el 7.000 a.C. Para más datos,
picar aquí.
Algunos
autores, como Atienza, ya comentaron en su día la similitud entre estos símbolos
onubenses y algunos encontrados en pinturas rupestres peninsulares, por lo que
posiblemente debamos remontar la invención de la escritura en la Península Ibérica
mucho antes.
Siguiendo
con el documental, insiste varias veces en que las piedras
están realizadas en arenisca afirmando que son tan duras como el granito (para
hablar del mérito del labrado de éstas) y que “la arenisca es una de las rocas más duras del planeta”,
literalmente. Sin embargo, el problema de realizar afirmaciones como ésta es
que lo suyo sería consultar antes con un geólogo ya que sin duda le dirá que la
arenisca es una piedra blanda, fácilmente tallable, pero con el riesgo de ser
tan fácilmente erosionable que muchas de las obras realizadas con ella terminan perdiéndose
porque la roca se termina convirtiendo en arena que se desmenuza por efecto de
la polución del aire (lo que se viene conociendo como "Mal de la Piedra”). De hecho, trae de
cabeza a muchos restauradores de obras de arte para frenar esa progresiva
degradación.
En
la imagen se pueden ver algunos de los efectos englobados dentro del Mal de la Piedra de nuestros
monumentos tales como la alveolización (o formación de pequeñas oquedades por
disolución de componentes de naturaleza química básica), excavaciones
(disolución de parte de la roca), disgregaciones, etc.
Por
tanto, la arenisca es tan blanda que con frecuencia fue elegida por los
maestros constructores para realizar con ella sus obras de arte. En la ciudad
de Soria hay numerosos ejemplos de ello, por ejemplo.
El
documental trata de defender la idea desarrollada por el historiador Michael
Parker Pearson del empleo de Stonehenge como un gran centro de peregrinación
que atraía gentes de toda la isla principal del Reino Unido, ya que allí
celebraban en el solsticio de verano la fertilidad con una enorme cena donde
se comía cerdo y animales de caza. En el solsticio de invierno se volvían a reunir
para conmemorar a los difuntos. En este caso la numerosa procesión iba del
Círculo de madera o Woodhenge (a escasos kilómetros de Stonehenge, en
Durrington Walls) al cercano río Avon, por el que descendían 4 km siguiendo el río hasta
dar con una calzada que llevaba a Stonehenge. En 2004 el equipo de Pearson encontró
esta calzada (que excavó con ¡una pala excavadora mecánica!), de 30 metros de ancho y con
una avenida principal de 15
metros de anchura realizada en sílex. Al inicio de esta
calzada, cerca del Avon, junto a unas colinas se encontraron unas marcas u
oquedades que creen correspondían a los pilares de las estructuras de madera
donde se colocaría a los fallecidos para quemarlos en ritual sagrado y, tras
esto, echar las cenizas al río Avon que simbolizaba el paso a la otra vida. Una
vez concluido, la procesión se dirigía a Stonehenge por la calzada para
presenciar el efecto luminoso y rezar por sus difuntos.
Particularmente,
la encuentro una idea interesante y romántica de la que lamentablemente no se
conserva referencia alguna o dibujo que permita confirmar la
existencia de esta ceremonia.
Sigamos en la siguiente entrada con este análisis.
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