No,
no he perdido la cabeza. Sé que “Peter Pan y Wendy” es una obra de teatro del
escocés James Matthew Barrie que se estrenó por primera vez en Londres, el 27
de diciembre de 1904, pasando a convertirse luego en un cuento.
La historia comienza con una niña,
Wendy, que una noche mientras espera conciliar el sueño junto a sus tres
hermanos, observa a un niño que vuela, Peter Pan, que ha entrado en su
habitación y persigue nervioso su sombra, es descarado e insolente y vive en El
País de Nunca Jamás comandando a “los niños perdidos” y protegiéndoles del
ataque de los piratas del Capitán Garfio y de los indios. Según su autor, el
cuento está inspirado en los hijos del matrimonio amigo Llewelyn Davies.
Actualmente es uno de los cuentos más famosos, gracias en parte a la adaptación
de dibujos animados que hizo Walt Disney.
Fotografía del autor de Peter Pan, J.M. Barrie, junto con Michael Llewelyn
Davies. A su lado, dibujo basado en la obra, donde Peter Pan viste una especie
de camisón con desgarrones y las piernas descalzas al aire. A la derecha, dibujo de Walt Disney, que otorgó a Peter Pan unos ropajes tipo Robin Hood y con Michael portando
gafas y chistera.
Por su parte, el canario Benito
Pérez Galdós (1843-1920) es considerado uno de los representantes más
destacados de la novela realista del siglo XIX de las Lenguas Castellanas a
nivel mundial y para muchos, el segundo mejor escritor tras Miguel de Cervantes,
siendo nominado al Premio Nobel de las Letras en 1912.
Prolífico autor, destacó tanto como
escritor como periodista publicando relatos en cientos de periódicos, algunos
de ellos de Argentina. Tanto el argentino Alberto Ghiraldo, como el anglosajón
Alan E. Smith publicaron décadas más tarde de la muerte de Galdós, trabajos inéditos
suyos. Hasta aquí y de una manera muy resumida, algunas pinceladas sobre el
escritor español. Ahora quisiera centrarme en un cuento publicado en 1887 y que
alcanzó considerable difusión; me estoy refiriendo a “Celín”.
Distintas publicaciones del cuento Celín, de Benito Pérez Galdós, desde
que apareciera públicamente en 1887.
Para
leer el cuento publicado en 1887, basta hacer clic aquí.
Pues bien, en este relato publicado
17 años antes de la obra “Peter Pan y Wendy”, la protagonista es una joven
muchacha, Diana, que tras perder a su prometido resuelve suicidarse para lo que se dirige
al río a dejarse ahogar. En el camino, por la noche, se encuentra con un
chiquillo del que leemos:
(…) El
muchacho se cuadró ante la señorita de Pioz, y con desenvuelta palabra y
ademanes más desenvueltos todavía. Y (…) Los ojos del chico brillaron de tal modo al ver la moneda, que Diana
creyó tener delante dos estrellas. Sin decir nada, el rapaz echó a andar,
silbando otra vez su patriotera música, y marcando el paso vivo, con mucho
meneo del brazo derecho, a estilo de cazadores.
Por tanto, apenas hecha la
introducción del personaje, ya tenemos a un crío descarado y desenvuelto, con
una viva e intensa mirada, que marcha marcando el paso, silbando y “como
cazador”. Todo ello lo veremos en el cuento de Peter Pan, ya que el
protagonista solía desfilar con sus Niños Perdidos, al estilo de los soldados,
mientras se dirigían a cazar indios o piratas, como se muestra en las dos imágenes de la película de Walt Disney basada en el libro homónimo.
Pero devolvamos la palabra a D.
Benito:
(…) Efectivamente, el chico llevaba unos
gregüescos cortos, las piernas al aire, los pies descalzos. El cuerpo ostentaba
un juboncillo con cuchilladas, mejor dicho, roturas por donde se le veían las
carnes. Su gorra informe tenía por cintillo una cuerda de esparto, y otra
prenda del mismo jaez le apretaba la cintura para que no se le cayesen los
gregüescos.
¿De
qué otra forma si no podría describirse al Peter Pan mostrado en las ediciones
con dibujos de la obra de J.M. Barrie basada en sus palabras?.
Diversos dibujos del cuento y estatua del personaje, en Kesington Gardens
(Londres).
-¿No tienes frío? -le preguntó compadecida
la señorita.
-No tal -replicó el otro saltando un gran
trecho; y se puso a dar vueltas de carnero tan repetidas y con tanta presteza,
que mareaba verle.
(…) Celín, dando un gran brinco, señaló a una
estrella.
-¡Ah! eres huérfano. ¿De qué vives? ¿Pides
limosna? ¡Pobrecito! ¿Y quién te ampara? ¿Dónde vives? ¿Dónde duermes?
Celín contestó dando brincos mayores, y
Diana admiraba la extraordinaria agilidad del muchacho, que al levantar los
pies del suelo, brincaba hasta alturas increíbles.
Aunque
sin duda, la revelación principal llega poco antes de la sección V del cuento
obra de Benito Pérez Galdós:
(…) De repente, Celín se restregó sus heladas
manos, y recurriendo a la gimnasia para entrar en calor, dio un sin fin de
volteretas con agilidad pasmosa. A pesar del estado de su espíritu, la niña de
Pioz se echó a reír. Celín se le puso delante, y con picaresco acento le dijo:
-Sé volar.
Así que, resumiendo lo dicho,
estamos ante el protagonista de un cuento de un escritor español famoso y
prolífico, que 17 años antes de que se estrenara la obra “Peter Pan y Wendy” lo
dio a conocer por todo el mundo. El protagonista, Celín, es huérfano,
extrovertido, seguro de sí mismo, se divierte desfilando, viste un camisón con
numerosas desgarraduras y va descalzo. Parece tener poderes y … vuela. Se topa
con la protagonista del relato, Diana (una joven unos pocos años mayor que Celín), una noche y finalmente logra disuadirle de suicidarse, invitándole a
disfrutar de todos aquellos pequeños milagros y detalles que la vida nos da si
nos tomamos el tiempo suficiente para dejar de pensar en nosotros mismos y en
lo que nos gustaría hacer en la vida, para centrarnos en lo que ésta nos ofrece
a cada instante. ¿No es acaso una manera
de decirnos que volvamos a observar el mundo con los ojos ilusionados y sin
prejuicios de un niño?. ¿No es esto mismo lo que cabría concluir de la obra de
“Peter Pan y Wendy”?.
Por cierto que Celín (o "cielín"), nombre del protagonista de la historia de Pérez Galdós, alude a "cielo". ¿Y quién tiene las llaves de éste? (San) Pedro, Peter en inglés, nombre del protagonista del cuento escocés. Celín resulta ser un ser divino angelical, el espíritu santo, parte de la Trinidad divina católica cristiana. En la tradición celta, escocesa, la divinidad de la naturaleza y todo lo creado era Pan. Obtenemos así el nombre completo del personaje inglés, Peter Pan.
Por cierto que Celín (o "cielín"), nombre del protagonista de la historia de Pérez Galdós, alude a "cielo". ¿Y quién tiene las llaves de éste? (San) Pedro, Peter en inglés, nombre del protagonista del cuento escocés. Celín resulta ser un ser divino angelical, el espíritu santo, parte de la Trinidad divina católica cristiana. En la tradición celta, escocesa, la divinidad de la naturaleza y todo lo creado era Pan. Obtenemos así el nombre completo del personaje inglés, Peter Pan.
La pregunta no puede evitarse por
más tiempo, ¿llegó a conocer James Matthew Barrie, el cuento “Celín” de Benito
Pérez Galdós?. ¿Se inspiró en este relato y en el personaje principal para
readaptarlo diciendo prácticamente el mismo mensaje de la mano de un niño casi
calcado a Celín? (recordemos por otro lado, ese número de autores que defiende que Walt Disney era almeriense, español, de ser cierto es seguro que al menos él conoció la obra de D. Benito). Esa es la opinión de la doctora M.S.H., quién me
planteó este asunto y con la que tuve un interesante debate sobre el tema. Hoy he
querido compartirlo con los lectores, a ver qué les parece a ellos y qué opinión tienen al respecto.
Detalle de la estatua en honor al escritor, en el Parque de El Retiro (Madrid,
España) y fotografía de D. Benito, en compañía de su mascota.
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