Decía Robert de
Niro en su personaje de asesor de la Casa Blanca en la genial película “Cortina
de Humo”, que Estados Unidos no declara guerras desde Vietnam,
simplemente las crea, y es cierto. En mi recién publicado nuevo libro “Isla Bermeja: conflicto geoestratégico. La
isla fantasma que encadenó a México y el aleteo de la mariposa” sigo la
pista de pequeños gestos aparentemente insignificantes, para mostrar cómo han
terminado siendo vitales para cambiar ingentes negocios financieros e incluso
motivar guerras.
Y
es que precisamente el original título de mi trabajo responde a la frase que
resume la apasionante teoría del caos que viene a enunciarse como “una mariposa aletea en Soria y en Hawai
llueve”.
Todo
está interconectado, por mucho que nos resistamos a aceptarlo. Estamos en un enorme laboratorio que es
nuestro planeta, un sistema más o menos cerrado (salvo por los materiales que
llegan por el espacio y lo que sale por la misma vía). Todo repercute en lo
demás. De hecho, me sorprendió que durante la segunda Guerra del Golfo,
geólogos rusos pusieron el grito en el cielo diciendo que el intenso bombardeo
de los primeros días sobre Iraq generó una enorme tensión en los materiales
inferiores de la placa que por fuerza terminaría siendo liberada. Y es que las
rocas son como los elásticos, que se van estirando amortiguando las presiones
que reciben hasta que se supera su límite de elasticidad y entonces se rompen:
esa rotura se traduce en forma de terremoto que libera la misma energía que ha
ido acumulando. La noticia pasó sin pena ni gloria, apenas hubo comentarios (y
los que se dieron, fueron para ridiculizarla). En los siguientes años, por
desgracia, en la zona de la India, Tailandia y otras áreas próximas a los
contactos de la placas tectónicas relacionadas con Iraq se sucedieron
terremotos de intensidad elevada que dejaron miles de fallecidos.
¿Están
relacionados los bombardeos sobre Irak de 2003 con los terremotos que se dieron
años más tarde, como sostenían geólogos rusos?. En la Indonesia-India de 2004
dejaría más de 220.000 fallecidos sólo en Tailandia, el terremoto de Marruecos
de 2004 dejaría más de 560 muertos, el terremoto de Paquistán de 2005 causaría
más de 88.000 muertos en dicho país, entre otros que se sucedieron con sus
correspondientes réplicas. Picar sobre la imagen para agrandarla.
Pues
bien, a nivel político ocurre lo mismo. Es como arrojar una piedra en un lago
en calma: por lejos que la tiremos, terminará llegando hasta nosotros el tren
de ondas generado. En este contexto sitúo la curiosa noticia aparecida en
periódicos ingleses dando el mensaje de cómo en España las frutas y verduras se
agolpaban en nuestros supermercados y almacenes, mientras en Gran Bretaña
estaban a precios elevadísimos y apenas llegaban. Partiendo de lo absurdo que
resulta suponer que los agricultores e intermediarios agrícolas españoles no
tienen mejor opción que apilar productos perecederos esperando tirarlos con el
fin de que la pérfida Albión no coma frutas ni verduras, cualquier buen
investigador habría bastado con invertir unos diez minutos en internet para
ver cómo las grandes nevadas y temporales que han azotado el litoral levantino
español han causado que gran parte de las cosechas se fueran a pique, al igual
que en regiones agrícolas mediterráneas italianas y francesas, entre
otras, motivando una escasez de productos que ha llevado a subir los precios.
"Curioso" titular del periódico británico The Sun: "la punta del iceberg: los supermercados españoles acumulan en secreto grandes cantidades de verduras a pesar de que los consumidores británicos sufren racionamiento" (de verduras, se sobreentiende).
Así
las cosas, tras esa absurda e infantil interpretación de los hechos, que sin
embargo lleva a la población inglesa a pensar en lo malo que es el agricultor
español, debe existir otra motivación. Y la hay, pues si analizamos con mayor
amplitud de miras el panorama nacional, encontramos noticias curiosas como
aquella que dice que de cumplir Trump con su amenaza de cobrar una tasa del 20
% a los productos mexicanos que se importarán a USA, México miraría al mercado
europeo para dar salida a sus productos agrícolas. O aquella otra que habla de
los intentos que se han dado a nivel europeo para homogeneizar y “conectar”
todos los sistemas eléctricos europeos para evitar esos precios tan dispares de
electricidad en diversos países. Reino Unido, aparte de circular en dirección
contraria, también usa un sistema eléctrico distinto, con enchufes de tres
clavijas. De permanecer en la Unión Europea se vería obligado a modificar todo
su sistema eléctrico, casa por casa, enchufe por enchufe. La millonada que
costaría esta acción además conllevaría, desde el punto de vista inglés, una
especie de ofensa, de ponerlos de rodillas asumiendo un sistema eléctrico no
británico, ya que hacen de estas diferencias unas señas de identidad que no
deberían ser tales. Es como si en la Transición española nos hubiésemos negado
a cambiar nuestros anchos de vía alegando que eran una seña de identidad
española. Nadie trata de “europeizarlos”, simplemente se busca lo más cómodo y
práctico a nivel rutinario. Por ello creo que todo este conjunto de absurdos
camufla una especie de cortina de humo que usarían para respaldar su idea de salir
de la Unión Europea (Brexit) por no querer hacer una inversión millonaria en
elementos ya obsoletos o en comprar productos agrícolas al mejor postor,
pasando olímpicamente de acuerdos europeos o con países vecinos. Y es que
llegados a este punto, no puedo sino dar la razón a Napoleón Bonaparte cuando
definía a Reino Unido como “un país de mercaderes.”
En
este marco debemos también ubicar todos los acercamientos que está realizando
el Gobierno Francés con el Español en esta semana. Recordemos que tuvimos que
ayudar energéticamente al país vecino aportándole electricidad y también
nuestras cosechas son bien recibidas allí. Por no hablar que Carrefour (compró
recientemente la cadena Eroski), E. Lecrerc y otros centros comerciales, son
franceses y poseen millones de compradores en España. De cara a la salida de
U.K. de la Unión Europea, nada más acertado que cerrar filas entre los países
que permanecemos apostando por unos “Estados Unidos Europeos” frente al poder
norteamericano y el asiático.
Cada
vez son más los autores que creen que las guerras actuales son mediáticas y se
libran usando los medios de comunicación como armas. Remito al lector interesado
en profundizar en “hechos curiosos” que han ocurrido y han pasado
desapercibidos pero que nos han llevado a la situación actual, o a realizar
acciones aparentemente inexplicables como la caza de brujas que ha realizado
Turquía entre sus funcionarios (políticos, profesores y militares,
principalmente), determinadas acusaciones del presidente venezolano Nicolás
Maduro…o la entrega del Nobel de la Paz al presidente colombiano cuando los
propios ciudadanos colombianos se oponían a una paz incondicional y al perdón, también incondicional, de
todos los crímenes cometidos por las partes implicadas en el conflicto.
Los
medios de información a veces dan la razón a los conspiracionistas, actuando
muchas veces como auténticos medios de desinformación, envenenando al ciudadano
de a pie, predisponiéndolos a actuar de una forma determinada, que observada de
forma puntual puede llegar a resultar incluso absurda o insana, motivándose
actuaciones tan condenables como el ataque de un británico –madero en mano- a
un español, en Inglaterra, al encontrarle paseando por la calle y hablando en
español (el valenciano paseaba con su novia, también española), tal como se
muestra aquí.
Precisamente argumentando lo desequilibrado de tal acción, el agresor se ha
librado de la cárcel. El agresor inglés la emprendió a golpes contra el español
al grito de “puto español, habla inglés”. Me pregunto qué habría hecho de
pasearse por España y encontrar la legión de británicos que nos visita sin
pronunciar una sola palabra en español. ¿Deberíamos entonces liarnos a leñazos
con ellos pidiendo que hablaran en nuestro idioma? Porque en ese caso no
ganaríamos para maderos….
Ojo,
no estoy incitando a la violencia (pocas veces la justifico), sino ironizando
con los absurdos que cada vez ocurren con mayor frecuencia debido precisamente
a lo mucho que la gente se deja influenciar por rumores, habladurías y noticias
indocumentadas o manipuladas. Cada día más, se lee menos y el personal se
limita a actuar –principalmente en las redes sociales que tanta repulsa me
causan- como meros vehículos pasivos de calumnias e información manipulada, sin
molestarnos en contrastarla y autoconvenciéndonos de que hacerles eco nos
libera del incremento del daño que acarrean. En mi blog, concretamente en los
temas relacionados en la Conquista de América o las guerras del Imperio Español
versus el entonces Protoimperio
Inglés se ve claramente esta manipulación: por mucho que mencione fuentes bibliográficas,
documentos históricos y evidencias arqueológicas, sigue habiendo gente que
carga con mayor o menor agresividad con el afán de seguir sosteniendo una
insostenible Leyenda Negra muy alejada de la realidad. Pero en fin, da igual
las evidencias que se muestren dejando clara la falacia, al final y se diga lo
que se diga, Felipe II quiso invadir Inglaterra con su Armada Invencible, la
Inquisición española causó la mayor masacre de la humanidad, el Maine fue
hundido por enemigos de Norteamérica, los japoneses atacaron Pearl Harbor sin
motivo, el Bismark fue hundido por fuego británico … y aceptamos pulpo como
animal doméstico.
Buenas tardes Valeria. Acabo de concluir la lectura de su libro sobre la isla Bermeja y el panorama político acual y debo admitir que me ha dejado perplejo al descubrir una serie de hechos políticos que transcurrieron ante nuestras narices, pero que desconocía que se habían producido y de los que hasta llegué a dudar, de no ser por la confirmación de la abundante documentación que tan hábilmente adjunta. Es por ello y por su descaro y lucidez que muestra en sus argumentaciones que me animo a retarle, o casi a exigirle, si pudiera ser posible, que se proponga cenrarse en temas de nuestro país antes que en ajenos y se decida a aclararnos qué ocurrió realmente en unos hechos tan sucios y patéticamente resueltos como fue el 11-M, la mayor infamia de nuestra historia reciente. Creo que tendría usted las narices suficientes para no casarse con nadie a la hora de relatar y dilucidar lo que realmente ocurrió aquel jueves lamentable. Hágalo por todos los españoles que a estas alturas de la historia hemos perdido la fé y el respeto por nuestra justicia y políticos, en un país cada vez más corrupto, más parecido a un circo y más indigno, que da la espalda a todo lo que usted se esfuerza por hacer valer en su magnífica web. Desde aquí animo a otros muchos desengañados a que se sumen a mi ruego para ver si finalmente alguien de su valía, Sra. Ardante, encara temas tan necesarios de entender, como fue ese ignominioso 11-M. Por favor.
ResponderEliminarGracias por su comentario, Sr. Gutiérrez. Lamento que se sienta tan defraudado por todo lo que está ocurriendo en España, pero la verdad es que vivimos tiempos extraños y esta desconexión del pueblo con la actividad de sus políticos creo que podría generalizarse a todos los países en la actualidad. Con respecto a su demanda, le agradezco su opinión sobre mis escritos pero considere que lo que me pide es un trabajo ingente que debe realizarse con mucho cuidado, documentación y, sobre todo, considerando las consecuencias de nuestras palabras. No sólo por las 200 familias afectadas directamente por la pérdida de algún familiar en los atentados sino también por bastantes familias de los profesionales que participaron en esos duros momentos del 11-M y que han sufrido traslados, degradaciones, insultos e incluso desgracias muchísimo más graves. Para dar una respuesta satisfactoria a su demanda haría falta un tiempo y unos recursos de los que no dispongo, principios esenciales para investigar ese tema hipersensible que requeriría de una dedicación profunda y exclusiva que no me puedo permitir. No siempre en la vida puede hacer uno lo que le gusta y no siempre es el momento para hacerlo. Le ruego que lo entienda. Un saludo.
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